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Rites of Love and Reverence
Century Media (2021)
Por: Alfredo Villaescusa
8
Siempre es bueno captar el espíritu de los tiempos, aquello que los alemanes llamaban “zeitgeist”. Vivir en la torre de marfil puede tener su encanto desde el punto de vista artístico, pero resulta contraproducente a la larga. Nada mejor que darse un paseo por las calles o sumergirse en garitos para captar lo que piensa la gente sobre determinados temas, opiniones a menudo sin filtro y sin esa coraza represora que denominamos “lo políticamente correcto”. O como diríamos hoy en día, todo aquello que no ofende a nadie. La marca blanca de la libertad de expresión.
Lejos de parecer una mera digresión, lo cierto es que el nuevo álbum de este proyecto encabezado por James Lollar, 'Rites of Love and Reverence' (a la venta el 10 de agosto), tiene mucho que ver con el ánimo inquisitorial que caracteriza a la época contemporánea. No en vano las letras de este trabajo están inspiradas en la brujería desde una perspectiva femenina, entendida esta como la persecución que experimentaron muchas mujeres simplemente por salirse del molde de lo que era tradicional antaño. No sorprende que Lollar haya encontrado increíbles paralelismos con los autos de fe que suceden en la actualidad en las redes sociales.
Al igual que en otros discos precedentes, el componente synthwave sigue siendo importante, aunque en esta ocasión han aflorado como nunca los elementos post punk o góticos. De esta forma, puedo imaginarme fácilmente a “We Are The Crypt” o “A Fleeting Whisper” atronando en las pistas de baile oscuras.
Se ha cuidado además la atmósfera lúgubre desde el principio con la intro “Bell, Book And Candle”, enigmática puerta de entrada de un descenso a los infiernos que cristaliza en la industrialoide “Bound By The Horror” que podría llamar a fans de Ministry o NIN. “The Fear” adopta más las convenciones del gothic rock, con algunas partes reminiscentes a The Cure y otras más en boga con artistas contemporáneos del rollo de Carpenter Brut o Perturbator.
“The Fear” nos da la bienvenida con tonalidades eclesiásticas antes de fundirse en ritmos bailongos más apropiados para el sábado noche, con la voz de Lollar elevándose cual criatura del inframundo, este aspecto está mucho más conseguido que en obras anteriores. Y “November Is Death” también incita a contonearse rodeado de peña vestida de negro, si no fuera por la maldita pandemia sería un llenapistas siniestras desde ya.
“Embrace The Blade” recupera el pulso del rock con un riff potente que podría ser de The Cult o Bauhaus, mientras que “Coven” apuesta de nuevo por los ambientes opresivos de ínfulas ochenteras. “Burning Thyme” ejerce de despedida con cierta orquestación, guitarras acústicas y la voz de Lollar en plan agonizante pero con sentimiento. El broche perfecto tras la quema del infiel.
En suma, sin engañar a nadie al decir que se trata de un álbum de música electrónica, mencionar que el abanico de influencias va mucho más allá e incluye retazos de metal industrial o rock gótico, entre otros estilos, por lo que es probable que lo disfrutes si eres una persona de amplias miras. Atrévete a entrar en este mundo espectral en el que nada es lo que parece.
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1 comentario
Interesante propuesta la que se gastan estos germanos bajo el nombre de GOST a través de estos videoclips. Será un buen álbum sin duda.