WARCRY: HÉROES INMORTALES

18 enero, 2015 2:43 pm Publicado por  6 Comentarios
Pablo García

Pablo García

Sala La Riviera, Madrid

Muchos les acusan de que en los conciertos de la gira actual dan prioridad a su último disco, la gente dice que pese a que sea la presentación del mismo no pueden dejar de cantar grandes himnos que todo el mundo vitorea, pero aun con esas críticas de medios de comunicación y seguidores, siguen colgando el cartel de ENTRADAS AGOTADAS, aunque solo haga dos meses que pisan el mismo escenario.

A Warcry se les mete en distintos géneros, como el power metal, el metal progresivo, y obviamente, el heavy metal. En sus discos podemos ver un proceso de cambios, de evoluciones, de mejoras, quizás no valoradas por todos sus seguidores, pero creo que cuando un grupo intenta no estancarse en un determinado estilo dentro de su género, es una maravilla, y estos asturianos supieron perfectamente hacer que desde el primer disco al último suenen igual y distintos a la vez.

Podemos decir que los asistentes fueron en su mayoría metaleros dispuestos a darlo todo, pero no en exclusividad, ya que, por ejemplo, pudimos ver al afamado presentador Christian Gálvez entre nosotros. La música de Warcry está cogiendo fuerza tanto nacional como internacionalmente entre todo tipo de personas.

Centrémonos en lo que ocurrió en la sala La Riviera por segunda vez, centrémonos en que por segunda vez vendieron todas las entradas disponibles, es decir, que de nuevo, como ya hicieran el pasado noviembre, el aforo de 1.800 asistentes estuvo completo. Me alegró ver que el espíritu de algunos niños también se dirige a la música metal, pues había varios fuera del recinto con sus familias y la camiseta de Warcry, obviamente no podían pasar. La entrada era para mayores de 18 en su totalidad, pero esperaban para poder hacerse una foto con los músicos a su salida. Emocionante.

Desde las 20:30 hasta las 23:05 que se pasaron tocando estos chicos, además con un nuevo set list minuciosamente preparado para este, su segundo concierto en Madrid.

Ya sabréis, los que afortunadamente habéis podido estar en uno de sus conciertos de la Gira Inmortal, que nada más entrar se me fueron los ojos a esa gran pantalla detrás del escenario, con el nombre del grupo en grande, y a los lados como es costumbre los jeroglíficos, para hacerlo más especial e íntimo.

Se apagan las luces y los guiños a Egipto se trasladan también a su gran pantalla, donde pudimos observar una introducción en la que cada miembro del equipo se convierte en faraón. Según van apareciendo en pantalla van saliendo, bueno, todos menos el último, Víctor García, él aparece cuando la canción de empiece requiere su voz. Comienzan, como se podía esperar, de la mejor forma, con “Quiero oírte”, donde observamos cada pieza en su sitio; Rafa, Pablo, Roberto, Santi y Víctor, que se mueve lo justo por el momento. De la primera de su último disco ‘Inmortal’ pasan a la antepenúltima de su cuarto disco, la titulada “Nuevo Mundo”. La pasión se enciende, Pablo y sus manos a la guitarra no paran de animar al publico a cantar, no sé si con él o con Víctor, ya que no paraba de cantar cual cantante, sin dejar ni un momento de menear sus manos a la guitarra. Mientras tanto Roberto se despojaba de su melena hacia atrás para dejar que mientras sonaba su despampanante bajo, bien contundente, sus cabellos danzaran a sus anchas al son el ritmo.

“Buenas noches, hermanos”. Así nos metía un poco más en el bolsillo Víctor, bueno, con eso y sus historias variopintas, por ejemplo que en su tierra hace mucho frío y no sabían cómo iban a llegar a Madrid, pero tenían claro que sin duda no se quedarían sin venir; de hecho lo hicieron el jueves debido a las múltiples entrevistas y grabaciones que un grupo de su talla, con 8 álbumes grabados y un sinfín de conciertos a sus espaldas, se ha ganado a pulso. Como os decía Víctor tan majo como siempre, según pasaban las canciones y hasta el final fue de lo mas dicharachero, la verdad que tener esa sonrisa hablando de tu vida delante de algunas personas que no conoces personalmente no me resulta fácil, pero él lo tiene más que dominado.

Las imágenes de la pantalla se van cambiando, unas veces el nombre del grupo en distintos colores como en cada portada de sus discos, y otras las letras de las canciones alimentando la interacción con el público. Pasan las canciones, Pablo y Roberto demuestran gran compenetración, echan a andar a la vez para intercambiarse el lado del escenario y que se les pueda observar desde todos los ámbitos. Víctor se acerca a Roberto para cantar a su lado, mientras Pablo juega con la guitarra mostrándosela al público sin dejar de tocar. En general Roberto es un no parar de hacer movimientos grotescos con la cabeza, lo que ahora se denomina headbanging, pero animado por la situación Pablo no se detiene y hace de las suyas también con su testa.

Sin duda me llama la atención muchísimo la entrega de un público que coreaba todas las letras, imitaba los distintos instrumentos, alzaba los cuernos y era generoso con los aplausos. No noté una bajada acusada en su fervor, unas veces unos daban más y otras veces otros, pero todos daban algo. Claro está que son numerosos los seguidores que tiene ganados este grupo de Asturias, así que no me sorprende para nada el festivo ambiente que se concentraba en cada rincón de la sala. Recordemos también que en el Rockferéndum de esta casa el pasado mes, fueron ganadores de cuatro trofeos; al mejor álbum, la mejor canción, el mejor cantante y el mejor batería.

El show continúa y Rafa se levanta de su asiento para mirar al público con una sonrisa. Empieza “Siempre”, todo un himno que no ha dejado de sonar en esta gira, y donde Roberto señala a alguien entre el público para dedicársela, un gesto precioso. En “Aire” pude notar como los técnicos de sonido alzaban el volumen de las teclas de Santi para darle ese protagonismo que creo justo y necesario, pues desde que salió a las 20:28 es pura vehemencia y entrega a las teclas, además me gusta el protagonismo que reciben los músicos que están más al fondo del escenario.

Santi se queda solo de repente en el escenario, tocando a sus anchas y recogiendo el cariño de los asistentes. Víctor nos va cediendo estrofas de todas las canciones, es revitalizante ver coreando a tanta gente a la vez, con más o menos aciertos en tonos vocales, pero entregándose vivamente. “Contra el viento” nos muestra unos compases más pesados donde Pablo y Roberto García saben cómo hacernos esa pesadez fluida.

Me he podido dar cuenta, que en Warcry existen muchas referencias y alusiones, pero que la del fuego está muy presente, fuego y calor; en pantalla, en iluminación, en lirica, en escenario, en portadas, en todo.

“Alma de conquistador” sonando y Pablo diciéndonos que no se nos oye, que gritemos más, quiere sentir nuestras voces tan dentro que no se oiga ni su guitarra, bonita forma de dejarnos afónicos por unos días. Rafa es imparable, cada platillo que tocaba creo que se le quedaba corto, para mí que si le ponen más platos o más timbales, él los toca sin problema alguno. Sin duda su rapidez hace que piense que tiene dos manos más ocultas o un tercer pie, extraordinario.

“El amor de una madre” fue de las más entrañables a nivel sentimental, nos puso la carne de gallina a todos los allí concentrados. Una de mis favoritas, “Amistad”, nos mostró las fuertes cuerdas vocales de Víctor, quien apenas tuvo algún problema para cantar, se le entendía bien y sus finales gritones nos encantan, creo que es una de las mejores voces de este estilo en el panorama nacional. No paró de dar las gracias a los asistentes y peculiar fue este comentario: “Si estamos aquí, no es porque seamos buenos, sino porque vosotros hacéis que esto sea posible, estar aquí en una segunda fecha, dos meses después de la anterior… muchas gracias. Bueno y también somos buenos, ¡qué leches! Si vosotros estáis ahí es porque somos buenos, así que muchas gracias, todos somos buenos”.

Santi y Víctor se quedaban solos, bajo una luz tenue, para el empiece de “Un poco de fe”, una balada con matices de metal muy bien llevada y con gran calidad acústica gracias a los técnicos que aguantan este huracán musical. Pablo, que no para de animar, está terminando la canción y se pone la guitarra en el cuello, en la espalda, a ciegas la termina.

Rafa por momentos parecía estar rodando un videoclip, con el ventilador, el pelo al aire, y esas zarpas y garras castigando la batería, brutal es poco. En una de las veces que Víctor se disponía a decirnos algo, Pablo le interrumpió con la melodía del inicio de la mítica canción “Oliver y Benji”, y le siguieron todos, total que Víctor tuvo que decir “Venga, ahora en serio” para que empezaran otra de sus canciones.

En un descanso Pablo jugueteó con el majestuoso Paranoid de Black Sabbath y todos nos quedamos atónitos, pendientes de ello, pero fue solo un gag sin continuidad.

Roberto es un fiel templario, tan pronto se arrima a Pablo para fundirse en unos guitarreos de cuerdas finas y gordas, como se pone de espaldas solamente observando a Rafa, como si tocara para él solo, también está la opción de exhibir su capacidad más que palpable al bajo lo más cerca del público posible (poco más y se tira encima de nosotros).

Víctor García

Víctor García

Un epinicio sin duda alguna “Devorando el corazón”, donde Pablo no dejó de regalarnos riffs. Amenazantes con irse, pero no, de nuevo salen, con un contundente “Huelo el miedo”, que viene acompañada del videoclip del mismo donde el protagonista es Christian Gálvez, muy atento en la sala al concierto del grupo.

Esto es toda una fiesta, nadie quiere irse a pesar de no haber tenido descanso quitando el parón que acabo de comentar, ni nosotros, ni ellos, pues si no estaba uno en el escenario estaba otro, y así se turnaban para refrescarse un poco el calor e hidratarse.

Para mí la sorpresa de la noche fue “Capitán Lawrence”, la que como el mismo Víctor señalaba no tocaban desde hace bastante. El temblor tan controlado de su voz, el rugido sin miedo, el ímpetu al interpretar, hace que la admiración por este vocalista crezca. Roberto y Pablo hacen de las suyas, Rafa parece una fiera contenida y Santi eutróficamente menea la cabeza y sonríe, mas todos los asistentes no dejamos de sorprendernos con esos desgarros tan buenos de Víctor García.

De nuevo el juego de que se despiden con acordes de “Oliver&Benji” de nuevo, todos nos reímos al ver la sonrisa inocentemente tierna de Pablo hacia Víctor mientras la toca.

Nada de irse, un grupo de tu talla tiene que tocarnos más, tiene que tocar clásicos, tiene que tocar las míticas que todos esperamos. No, no se pueden ir.

“Tú mismo” eso es, gran canción que todos coreamos hasta la última baqueteada de Rafa. Se marcharon del escenario y todos los presentes animábamos a salir a los cinco componentes una vez más al grito de “Nada hay bajo el sol que no tenga solución”, cosa que al final fue fallida puesto que nos hicieron esperar un poco más para su aparición, donde Pablo aparecía el primero con un solo, luego Santi y así sucesivamente hasta completarse el quinteto. Empezaron fuerte “Luz del norte”, me encanta ese Rafa tan energético, tan bestia, tan sentimentalmente entregado a su instrumento. Víctor deja paso al centro a Pablo. Un sello, una de esas que acompaña a los chicos desde que salió, es “El guardián de Troya”, con un Roberto más notable en cuanto a sonido. Los riffs de Pablo en el tramo final me hacen estallar en un eufórico grito y Víctor sigue dejando claro que su puesto de ganador del trofeo al mejor cantante es cosa del trabajo bien hecho y de unas cuerdas vocales que parecen estar sacadas del mismo Valhalla.

Para terminar un concierto en el cual el tiempo nos volaba entre melodías, se decantaron por “Hoy gano yo”, canción donde el frontman nos señalaba para decirnos que todos habíamos ganado esa noche, ellos, nosotros, nosotros y ellos.

Se despidieron entre aplausos y gritos de “Otra, otra”, que lamentablemente no llegó.

Creo que fue un concierto directo, completo, sentimental, con todo el heavy en los corazones, el metal que todos teníamos se fundió esa noche para ellos, salimos de allí sintiéndonos vivos, sintiéndonos inmortales.

Dijeron de volver quizás pronto, estaremos atentos a ello.

Texto: Caperucita Rock

Fotos: Alfonso Dávila

SET LIST: Quiero oírte – Nuevo mundo – La muerte de un sueño – Venganza – Contra el viento – La carta del adiós – Cobarde – Siempre – Coraje – Alma de conquistador – Aire – Espíritu de amor – Ardo por dentro – El amor de una madre – La maldición del templario – Amistad – Un poco de fe – Huelo el miedo – Devorando el corazón – Capitán Lawrence – Tú mismo ---- solo de guitarra – Luz del norte – El guardián de Troya – Hoy gano yo.

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6 comentarios

  • Juandie dice:

    Pues como sigan realizando conciertos como el de aquella noche en la Riviera seguro que vuelven pronto para hacer la tercera fecha en la capital ya que por calidad y temas hay pocas bandas en nuestro país que estén a su altura.El único problema que hubo esa noche en Madrid fue la prohibición a los menores de 18 años cuando en recintos de bakalo y toda esa mierda dejan entrar a chavales muchos mas jóvenes a "disfrutar" de pastillas y su mierda de "música" mientras a los chavales jóvenes que aman el buen heavy metal siguen jodiendole con no entrar a disfrutar de buena música.Una INJUSTICA por parte de los FACHAS de Madrid!!!

  • Nightfire dice:

    Menudo concierto, sigo con la voz tocada, pero valió la pena
    El público como siempre dando todo y los del escenario permitiendonos hablar con ellos con gestos entre canciones...
    El setlist me gustó bastante (pese a que no tocaran Nana) y pensado en aquellos que repetimos.
    Simplemente genial

    Y Juandie, en la sala no pudieron entrar menores porque aquí en Madrid en las salas de fiestas o salas de conciertos por seguridad no pueden. Si quieren que entren menores que hagan el concierto en un recinto tipo Vistalegre o el Palacio de los deportes. Pero si vas a la sala We Rock o la Excalibur, que son de rock y metal, tampoco pueden entrar (en discotecas no lo sé porque no he pisado una en mi vida y dudo que alguna vez lo haga, pero no deberían dejar entrar a menores tampoco).
    Y también desde la desgracia del Madrid Arena están especialmente cuidadosos con esos temas (de hecho creo que la bajada de aforo repentina del anterior concierto de Warcry en La Riviera se debió a que se acercaba el aniversario del suceso y los inútiles de la Comunidad de Madrid tenían que dar ejemplo para limpiar su imagen)

  • Enrique dice:

    Ayer fue una noche inolvidable, no hay mejor manera de afrontar un comienzo de año tan impredicible. Hicieron que el público se vaciara y lo dieron todo, durante esas casi tres horas no existió nada fuera de allí.

  • jacobo dice:

    genios y figura reyes del metal

  • David Barcelona dice:

    He estado este año en todos los conciertos de la gira,exceptuando Bilbao y los festivales.
    El del sábado fue uno de los mejores,por cantidad y calidad.
    Además la combinación de clásicos con canciones del ultimo disco me parecio equilibrada(de hecho ,en el anterior en la Riviera,tocaron alguna más del ultimo disco,incluida Mi tierra)
    Nana no la han tocado en toda la gira( a no ser que me pillara meando...)
    Por cierto ,aunque es más caro,recomiendo probar alguna vez,las entradas vip o Meet and greet.La experiencia de estar con el grupo antes del concierto,hablar con ellos,hacerte fotos,etc es única.Son muy amables y cercanos.Esta vez no hubo prueba de sonido por lo que alargaron más el rato con los que alli estabamos.
    LARGA VIDA A WARCRY!!

  • Es una banda como la copa de un pino, estuve en su concierto en La Riviera el pasado 8 de noviembre y fue genial. Me encantan. 🙂
    ¡¡Larga vida al heavy metal!! \m/ \m/

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