UNISONIC + LORDS OF BLACK: EL IDILIO MUSICAL DE HANSEN Y KISKE
9 diciembre, 2014 6:24 pm 1 Comentario+NIGHTFEAR + TAKEN
Sala Tótem, Villava (Navarra)

Lords of Black|Foto: Pedro Alonso
Aunque ya era la segunda vez que venían por aquí, para muchos acérrimos del metal alemán todavía sigue siendo un sueño hecho realidad poder ver en directo a Michael Kiske, el vocalista que buscó un retiro voluntario en plena juventud cuando gozaba del éxito que le proporcionaba Helloween a comienzos de los noventa. Tras incontables proyectos y colaboraciones, Unisonic se ha convertido en su banda referencia, donde se beneficia del apoyo que le brinda el guitarrista Kai Hansen (Gamma Ray), su antiguo compañero en las ‘calabazas’, y uno de los grandes artífices del ascenso del metal europeo des de finales de los ochenta.
El engranaje del grupo no solo consta de la dupla Hansen/Kiske. La sección rítmica compuesta por el bajista Dennis Ward y el batería Kosta Zafiriou, ambos compañeros durante muchos años en Pink Cream 69, y el segundo guitarrista Mandy Meyer (Krokus, Gotthard, Asia…) completan una formación que se desliza a medio camino entre el heavy melódico y el power metal. Recalaban en Villava presentando “Light Of Dawn”, su segundo lanzamiento, con la vitola de ser una banda nueva a pesar de tener músicos de mucho peso en el continente.
Tras haber girado por Europa junto con sus compatriotas y colegas Edguy, Unisonic acudían a España en una mini gira exclusiva de tres fechas. No hay que olvidar que fue la pertinaz insistencia de Tobias Sammet para contar con Kiske en su banda Avantasia la que consiguió que el cantante dejara de hibernar alejado de los focos. Este periplo por España lo han hecho acompañados de la última sensación estatal; Lords Of Black, y de los madrileños Nightfear. En la Tótem se sumaron los locales Taken para completar lo que parecía más un festival que un concierto.
Los navarros tuvieron la difícil misión de abrir un cartel de cuatro bandas, pero lo hicieron con una buena dosis de power metal muy melódico y bien trenzado instrumentalmente. Taken salvaron con nota su concurso en la noche dominical.
Tras ellos, saltaron Nightfear, quienes se encuentran en pleno proceso de grabación de su segundo disco, “Drums Of War”. Aunque también practican power metal, su estilo es diferente al de Taken. Ellos sonaron menos melódicos y más técnicos o incluso progresivos. Además, tenían ciertos ramalazos que se acercaban al thrash. Combinaron canciones todavía inéditas como “The Prophecy” o “Sands Of Fire” con las de su primer disco, como “Nightmare”, que el cantante Lorenzo Mutiozabal presentó como oscura y cañera. Nightfear derrochan juventud y cualidades para salir adelante, aunque lógicamente la situación de la escena no se lo pondrá nada fácil.
En tan solo unos meses y con un disco como bagaje, Lords Of Black han sabido alcanzar una repercusión notable. Si hace poco ejercieron de teloneros de Gotthard, ahora tenían una nueva reválida con Unisonic. Y su progresión se pudo ver entre ambas giras con apenas unas semanas de distancia. Tuvieron que sufrir unos acoples que no mermaron la calidad de un grupo sustentado en la portentosa voz del chileno Ronnie Romero. Acólito de Dio, destacó en los temas potentes que encadenan heavy, power y elementos progresivos, todo ornamentado por colchones de teclado grabados.
Repasaron el disco homónimo con temas como “Lords Of Black”, “Nothing Left To Fear” o “The Grand Design”. Se agradeció escuchar más matices de la voz de Romero en una canción melódica como “Forgive Or Forget”. Tony Hernando se contorsionaba junto a Ronnie, bien respaldados por el bajista Víctor Durán y el batería Andy C. Esgrimieron su energía en “At The End Of The World”, se extendieron en el último corte de su disco y homenajearon en el cierre al genial Ronnie James Dio con una versión de “We Rock” y unas pantallas en las que proyectaron su imagen. Lords Of Black han completado un gran año, que deberán refrendar con nuevos proyectos para 2015.

Unisonic|Foto: Pedro Alonso
Unisonic: nostalgia y futuro
Ya pasadas las once de la noche, los alemanes se enfrentaron a la audiencia navarra, que había ganado en número de espectadores a Barcelona y Madrid. Un accidente en escena en Alemania dañó la rodilla de Michael Kiske que ahora tiene que salir a cantar con un aparatoso sistema de protección, y lógicamente bastante impedido en cuanto a movimientos se refiere. Apostaron fuerte de entrada con dos de las mejores canciones de su segundo lanzamiento: “For The Kingdom”, el tema que encabezó su EP de adelanto, y la pegadiza “Exceptional”, protagonista de su videoclip.
La pena de no poder ver a Michael Kiske en plenitud de condiciones se disipó al descubrir el potencial de una voz rica en matices y colores, un eco que a muchos les devolvió a la infancia y adolescencia de aquellos añorados “Keepers”.
A la derecha de Kiske se alzaba un Kai Hansen, cuya sonrisa indeleble y su carisma infinito le convierten en un foco de atención constante. Y eso que en Unisonic tiene el respaldo absoluto del sensacional guitarrista Mandy Meyer, de escuela y poses clásicas, que solventaba buena parte de las rítmicas y los solos. Volvieron al debut con “Never Too Late” para recuperar la nueva obra con “Your Time Has Come”. La sección rítmica compuesta por Ward y Zafiriou es garante del peso de la actuación pero poco dada al protagonismo. Hay que recordar que Dennis Ward es la mente que teje los hilos de Unisonic tanto en cuanto a la composición como a la producción se refiere.
Regresaron al debut con “Star Rider” y “My Sanctuary” para después relajarse con “When The Deed Is Done”, donde Kiske tuvo oportunidad de lucir todo el recorrido de una voz que se nota que no se ha quemado en la carretera durante estos años.
Mandy Meyer evidenció que juega un papel importante con un solo de guitarra tras acabar el tema, paso previo a la interpretación de “Souls Alive” con un Kiske soberbio y una banda intensa que alcanzó uno de los mayores clímax del concierto, de nuevo con Meyer como protagonista en el solo.
Tras “King For A Day”, llegó el momento más ansiado por el grueso de la legión metálica navarra. Kiske recordó que Hansen y él pertenecían a Helloween hace 25 años y entonces fueron artífices de lo que se acuñó como “new wave of European heavy power metal”. “March Of Time” sonó a gloria para los fans del metal alemán, con un Kiske muy notable pero que tuvo ciertos problemas para llegar a las partes más altas.
La rodilla de Michael ya pedía descanso y tuvo que sentarse en un taburete para acometer “Over The Rainbow”, donde sobresalió por un par de alaridos increíbles. La complicidad entre Hansen y Kiske fue constante en todo el show demostrando que han recuperado la química musical, además de una buena amistad. Kiske, como frontman, es poco ortodoxo y disperso, pero muy cercano con los fans. Les da la mano y hasta firma autógrafos durante la actuación. Fue una pena no poder verle en plenitud física. Ni corto ni perezoso se marcó el “Love Me Tender” de Elvis con total precisión. “Siempre quise ser Elvis, pero ahora me parezco a Rob Halford”, espetó en clara alusión a su cabeza rapada. Aunque también algunas poses con los dos brazos asiendo el micro recordaban a las del cantante de Judas Priest.
Kai Hansen asumió el liderazgo con un solo muy ‘Purpleliano’, amagó con el “Mistreated” y fraseó con Kiske a lo Gillan/Blackmore, antes de la interpretación de “Throne Of The Dawn”, del nuevo disco. A Kiske le traicionó el subconsciente al presentar “We Rise” como “Rise And Fall”, el mítico tema de Helloween.
Se retiraron de escena para volver con el bis más esperado: “I Want Out”, del “Keeper Of The Seven Keys Part II”, cuyo videoclip fue precisamente filmado en Navarra en 1988 aprovechando su participación en el Monsters Of Rock. Insertaron fragmentos del “Running Free” de Iron Maiden, del “I Was Made For Loving You” de Kiss y del “Breaking The Law” de Judas Priest. Kiske también vio difícil emularse a sí mismo en las partes altas de “I Want Out”. Cerraron el concierto con “Unisonic” completando una buena actuación.
Mandy Meyer sorprendió por su clase y técnica, Kai Hansen solo necesita tirar de carisma y Michael Kiske fue el gran protagonista de la noche, aunque la pena fue que su rodilla no nos permitiera verle en plena forma. Peculiar en sus modos y con una voz soberbia, disfruta entre los fans lejos de aquellas fobias que le apartaron de la música hace mucho tiempo. A sus 46 años está en condición de poder mirar al futuro para desarrollar una larga carrera.
Texto y fotos: Pedro Alonso
UNISONIC SET LIST
“For The Kingdom”
“Exceptional”
“Never Too Late”
“Your Time Has Come”
“Star Rider”
“My Sanctuary”
“When The Deep Is Done”
“Souls Alive”
“King For A Day”
“March Of Time”
“Over The Rainbow”
“Throne Of The Dawn”
“We Rise”
“I Want Out”
“Unisonic”
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1 comentario
Quizás MICHAEL KISKE no fuera el de los ochenta pero hay que admirar que tanto UNISONIC como las bandas restantes estuvieron a la altura en su concierto navarro además aparte de KISKE estos UNISONIC respiran calidad por lo cuatro costado y prueba de ello fueron los muchos temas que se tocaron esa noche en dicho concierto!!!