THE ANSWER: EL ETERNO RETORNO

13 enero, 2012 2:30 pm Publicado por  3 Comentarios

Kafe Antzoki, Bilbao

Había una vieja teoría occidental postulada por primera vez por el estoicismo que defendía que cada cierto tiempo el mundo se extinguía para volver a crearse y así poder repetir los mismos actos una vez más. Este pensamiento fue profundizado posteriormente por Nietzsche en La Gaya Ciencia que aseguraba que no se repetían solo los acontecimientos sino también los pensamientos e ideas. Una fotocopia del pasado con todas las de la ley, vamos.

Pues bien, aquella noche revivimos al milímetro las sensaciones que nos dejaron los irlandeses The Answer en su anterior gira. Puede que todavía en su discografía les falte una reafirmación a la altura de su debut, pese a que ‘Everyday Demons’ y ‘Revival’ no sean malos trabajos, pero en lo que refiere a su directo no han perdido un ápice de fuerza y siguen contando con un ímpetu arrollador que seduce sin igual a los amantes del rock añejo.

Jugaban en campo favorable, no se trata de simple casualidad que el País Vasco siempre figure en su agenda en cada presentación de álbum, al margen de grandes festivales como el Azkena o discretos pueblos del estilo de Oñati, ambos lugares que han contribuido a engrandar la reputación del combo por estos lares. Pero al principio parecía que la asistencia no estaba asegurada, únicamente unos pocos fieles poblaban la sala. Menos mal que finalmente esa costumbre tan vasca de llegar en el último momento posibilitó que se creara el ambiente necesario que la ocasión requería.

Sin teloneros de por medio, se conoce que la gente se lo tomó con tranquilidad y hasta bien entrado el recital no se pudo afirmar que el Antzoki estaba tan petado como en ocasiones precedentes. A este respecto hay que añadir que había partido del Athletic en San Mamés y no fueron pocos los que esperaron a que terminara el choque para acercarse allí.

Pocos minutos antes de las diez, las luces se apagaron y una peculiar intro dio la bienvenida a The Answer, que despegaron definitivamente con “New Day Rising” y no bajaron el pistón en “Come Follow Me” y su himno “Under The Sky”. Apostaron fuerte y por ello ganaron ovaciones del respetable desde temprano.

El vocalista Cormac no paró quieto un momento, con esos movimientos casi epilépticos que te llevan hasta la década de los grandes dinosaurios del rock. Si se dice que todo arte nace de la imitación, este pelirrojo irlandés reproduce a la perfección los gestos y ademanes del carismático Robert Plant. Y no anda tampoco escaso de poder para dirigir a las masas. Aparte del consabido numerito de descender las escaleras y sumergirse en el mar de fieles, consiguió que el personal secundara su disparatada proposición de sentarse en el suelo en plan comuna hippie antes de levantarse de golpe y gritar puño en alto. No era de extrañar que la peña estallara en aplausos con esa manera tan brava de romper el hielo.

Aunque su legado no sea demasiado extenso, le saben sacar bastante partido a sus tres plásticos mediante cortes que enganchan como “Vida (I Want You)” y ese pegajoso na na na o el espiritual “Preachin’” del debut que ya se ha convertido en un clásico en sus conciertos. Prueba de que son un grupo a la vieja usanza está en el hecho de que saquen de vez en cuando a relucir material aparte de los discos oficiales, como “Faith Gone Down”, incluida en el segundo CD de la edición especial de ‘Revival’ y que se antoja un certero testimonio de los tiempos que corren. Una delicia que Cormac supo aderezar a ritmo de harmónica.

El repertorio, por tanto, escorado a su obra más reciente, con cumbres del calibre de “Nowhere Freeway”, con ese estribillo de aroma sureño, el evocador slide de “Trouble” o los riffs deudores de los Zeppelin más pesados a lo “When The Levee Breaks” en la inmensa “Tornado”, que devino en un corto interludio instrumental a cargo primero del bajista Micky Waters y luego del guitarrista Paul Mahon que se explayaron sin ombliguismos ni aburrir al personal.

Nada mejor que “Too Far Gone” para recuperar el punch de antaño y evitar que decaiga la fiesta. Y si encima lo rematan con “One More Revival”, uno de los cortes más redondos de su último plástico, poco más cabe esperar. Alargaron la pieza y Cormac aprovechó para presentar a la banda, sin olvidarse de mandarnos cantar una vez más el estribillo antes de pirarse al camerino.

Volvieron con “Evil Man”, de su reválida, y no desperdiciaron la oportunidad de darse un nuevo baño de masas, con el vocalista bajando las escaleras por enésima ocasión. La recepción fue tan espectacular que no tuvieron otra alternativa que agradecer el recibimiento dispensado, está claro que cuando vienen es a mesa puesta. Quizás debieron elegir para finalizar por todo lo alto algo de mayor relevancia, pero “Waste Your Tears” también vale para un descosido, especialmente llamativo fue cuando pararon abruptamente para preguntarnos si estábamos preparados antes de retomar el estribillo con fuerza y Paul Mahon pusiera el broche desbarrando de lo lindo con sus punteos.

En conjunto, un total de 14 temas que a un servidor le supieron a poco, eso o igual que el tiempo se esfumó volando gracias al buen hacer de los irlandeses. Cumplieron su eterno retorno y provocaron las mismas emociones que en su pasada gira, esto es, una banda que en directo adquiere una fuerza incontestable y a la que no cabe perderse vengan las veces que vengan.

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

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