TAIFA EN EL FESTIVAL MALLORCANNABIS NOCHE DE ROCK

17 septiembre, 2012 11:21 am Publicado por  1 Comentario

Ni en tiempos de esta pestilente crisis la obesidad mental de los habituales “milikis” del oficio del no dejar vivir pueden enturbiar la trayectoria cultural de un país que para muchos sigue siendo esa camisa blanca a merced de esa putita morbosa, presente en   todos los tiempos, que jamás se despojara de su indumentaria verde. Y es que si la primera edición de este festival que rinde tributo a la Marihuana fue lo suficientemente notable como para repetir experiencia, la segunda aventura con el mismo pretexto fundamental de congregar a los fieles del Cannabis y de la música volvió a hacerse notar en el corazón de Mallorca a lo largo de tres jornadas en las que sin lugar a la duda ha habido y de todo y para todos. Y es que para esta segunda tirada de uno de los eventos más relevantes de la época estival balear, los ingredientes de semejante cóctel cultural contaban con todos los condimentos que puede requerir un festival que se precie. Si a la diosa sustancia cannábica, reina, señora y protagonista de este ritual le sumamos la aportación musical, la valoración es excelente y más aún, si el Rock campea a sus anchas en una noche en la que por mérito y derecho propio adquiere todo el protagonismo. Y esa noche llegó de la mano de tres bandas que colocaron al Rock en el sitio que le corresponde, y más en concreto los consagrados Taifa que lo tenían todo a favor para jugar en casa a placer para vencer por goleada a un buen número de curiosos que se dieron cita en el concierto bajo el legado de la duda en lo que a las posibilidades de la banda de Luis Massot concierne.

Los grandes Taifa, una banda que con humor soporta atributos procedentes del imperio de esa ignorancia que forma parte del escudo de este país, y que trae consigo comparaciones con otros grandes grupos tales como; Medina Azahara, Triana, Mezquita, Cai, Imán y... Seguro que más de uno dirá que Luis Msasot está influenciado por Tangerine Dream, Cerebrum o Adrian Belew ¿a que sí? así vamos... Pero a lo que voy, ellos fueron los encargados de abrir fuego en una noche en la que la que el respetable tenía las expectativas  puestas en la banda que encabezaba el cartel, Barón Rojo. Pero ni Barones, Dylan, los Stones o el mismísimo Zappa si retornase al mundo de los vivos haría temblar al luchador trío mallorquín, quienes con toda la ilusión del mundo ofrecieron un recital que en su mayor parte, estuvo trazado por los temas que integran su más inminente publicación discográfica, el disco más significativo, personal y directo que hayan hecho hasta el momento, y que de buen seguro servirá para aclarar toda duda existente en algunos gorditos mentales a los que mucho me temo que ni ''Corporación'Mentalestética'' podría arreglar.

Con todo a punto para dar inicio a la esperada noche de Rock, a las 20:30 Horas Luis Massot (bajo y voz), Toni Medina (batería) quien ahora más que nunca, asume su groove trasladándolo con valentía hacia métricas más irregulares, y Miguel Maya, el miembro elegido para el show en sustitución del colosal guitarrista Víctor Arco suben al escenario para arrancar su brillante actuación. Lo hacen con Persiguiendo Una Mentira,  pieza que sirve de sorprendente aperitivo a los curiosos de la primera fila y resto de asistentes que más de un caso jamás han tenido contacto con el directo de Taifa, mientras que los seguidores habituales del trío, reciben con entusiasmo y aceptación el primer fogonazo de la que en ese momento se perfilaba como una gran noche de Rock. Con este primer tema comienza el pertinente calentamiento de motores y procediendo su actuación con dos extraordinarios temas como Algo Más Que Respirar y El Color De la Libertad, se aprecia el papel que desempeña Miguel Maya en la guitarra, haciendo olvidar por momentos a Víctor Arco. El joven Miguel  cumplió con una notable faceta en resolución, técnica y ejecución, controlando y asumiendo de forma sobresaliente su papel sobre el escenario mientras que por otro lado la caja y el bombo del Kit usado por  Toni, piden a gritos un poco más de cuerpo y desahogue respectivamente, mientras que el sonido está prácticamente a la altura de las circunstancias permitiendo al público disfrutar de lo que está resultando un gran concierto. Y es que, pocas armas son las que Taifa emplea para introducir en su bolsillo a un entregado respetable, que con entusiasmo recibe piezas del calibre de; Las Torres De Babel, La Casa Del Olvido, Sin Saber Por Qué o la entrañable ¿Dónde Están Mis Sueños? que emotivamente hace las delicias de fans y curiosos albergados a pocos metros del escenario del cálido festival. Entusiasmo a golpe de corazón con unos Taifa  que le dan un acertado equilibrio a los temas que configuraron su Set List y con un  Luis Massot en estado pleno y puro que desarrolla magistralmente su faceta vocal, demostrando con toda claridad el por qué es uno de los vocalistas de mayor peso en el panorama del Rock nacional. Su actitud ante el micro ligada a su reconocida capacidad de interpretación y versatilidad vocal hacen de él mucho más que un frontman. Transcurridos cuarenta y tres minutos lo peor estaba por llegar, y hablar de lo peor no es hablar de otra cosa más que del fin de la aportación de mallorquines al festival, Restaban escasos cinco minutos para que Luis, Toni y Miguel le sacasen el mayor partido posible al tema que definitivamente cerraba su actuación. Y así llegó Una Razón Para Vivir, perpetrada con fuerza, llena de vitalidad y al igual que el resto de las ocho piezas que la banda ofreció en su descarga, reflejaba en toda regla la personalidad, firmeza y elegancia que una banda de este calibre es capaz de plasmar en vivo. Tan sólo cuarenta y cinco minutos de Show han servido para emocionar a sus fieles y cerrar alguna boca expuesta a saborear alguna mosca.

Trío de Ases que una vez más ponen de manifiesto quién está campeando orgullosamente en Mallorca, una buena parte del sur de la península y Marruecos y de buen seguro, mucho antes de lo que lleguemos a imaginar, tendrán el mérito que les corresponde ocupando un lugar justo y merecido en el Rock de un país, que al margen de haberse apeado de la mochila del colosal Labordeta y seguir mostrando ese lado pestilente cuando se le observa de perfil, cuenta con un potencial cultural que jamás ha tenido que envidiar ni lo hará, a un maremágnum de propuestas de diversa procedencia que en la actualidad el mejor de los casos... Nos llegan a duras penas a los tobillos.

Texto: Arnie “'Drummer” Álvarez

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • juan diego dice:

    Gran expectación por ver a una de nuestras grandes bandas de aquí y encima juegan como locales.Me gusta el nombre del festival y por supuesto los TAIFA!!!

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