Simple Plan + Ghost Town: Sueño adolescente
1 marzo, 2016 6:21 pm Deja tus comentariosSant Jordi Club, Barcelona.
La gira "Taking One For The Team Tour" nos ha permitido tener a Simple Plan en nuestro país cuatro años después de su última actuación. El sábado se levantó aparentemente tranquilo, pero después de casi 100 días sin llover, se nos presentó el día más lluvioso de la Ciudad Condal en mucho tiempo. Algún fanático asistente estaría pensando que el cielo lloraba de alegría por volver a tener por estos lares a los canadienses más pop que ha dado el punk de los últimos quince años.
Valga la redundancia, muchas precipitaciones han caído desde su debut. Y es que Simple Plan sacaron su primer disco en 2002 pero, como banda, empezaron ya incluso antes del nuevo milenio (1999). Pierre Bouvier, entrevistado por Juan Destroyer apenas dos días antes, tiene la misma edad que el que aquí suscribe. Una auténtica locura.
A diferencia de Madrid, los teloneros The Bottom Line y Ghost Town pudieron actuar. Debido a las anunciadas inclemencias meteorológicas, llegamos tarde para disfrutar de los primeros pero pudimos catar cuatro canciones de los creadores de ‘You’re So Creepy’.
Curiosa propuesta llegada desde Los Ángeles y bajo el auspicio de un sello tan emblemático como Fueled By Ramen. Aunque su futuro es incierto, no les vi nada especial o que no se haya inventado ni manido en millones de ocasiones por tantas otras bandas, mejores y con más carisma, en un pasado no muy lejano.
De todos modos, fue interesante poder calentar nuestros húmedos cuerpos al ritmo de sus cánticos y sencillos.
Minutos después de las 21:30 salieron a escena los protagonistas de la velada. Aunque seguramente hubieran reventado un Razzmatazz, el aspecto del anexo al Palau Sant Jordi no mostró la presencia de momentos históricos. Todos estábamos deseosos de clásicos pero el quinteto quiso llevarnos a su terreno y enseñarnos sus nuevos cortes. Así pues, como en las dos noches anteriores, empezaron con el tema "Opinion Overload". Avivaron el fuego del público ya entregado con un hit definitivo como es "Jet Lag", para a continuación no bajar el ritmo y darnos una lección de saltos utilizando como BSO "Jump", la cual nos trasladaba hasta su debut.
Aprovechando el discurso de Pierre Bouvier, y que era noche de sábado, los acordes finales fueron poseídos por The Black Eyed Peas y una versión de su archiconocido "I Gotta Feeling". La fiesta siguió gracias a "I’d Do Anything" y estalló el éxtasis. Le siguieron "Boom!" (otra de las novedades del set) y "The Rest Of Us", sin duda singles secundarios, para terminar con la resolutiva "Welcome To My Life", una de las primeras canciones que incluso los varones cantaron a pleno pulmón. A continuación, una de cal y una de arena: "Your Love is a Lie" (premio Kerrang! 2008 al mejor sencillo) y una de 2016, "Kiss Me Like Nobody's Watching’. Esta última acabó siendo completada por dos versiones actuales: "Uptown Funk" de Bruno Mars, corte que se alzó como vencedor en los pasados Grammy, y "Can't feel my face", de otro fenómeno mainstream como es The Weeknd.
Tras el momento radio-fórmula, apostaron por recuperar dos piezas festivas marca de la casa. Sonaron los SP más cercanos de la mano de "Can't Keep My Hands off You" y del single por excelencia: "Summer Paradise", un canto al sol y el buen tiempo que nos hizo olvidar el tiempo que nos esperaba fuera y que se amenizó con pelotas de playa gigantes.
Súbito cambio en el guión. Todos esperábamos que sacaran la reciente "Farewell" junto a Jordan Pundik, cantante de New Found Glory, una de las mejores canciones del álbum número cinco del combo. En su lugar prefirieron tocar "Nostalgic", pieza de menos octanaje y siguieron, a modo de compensación, con "Crazy" (2004), para dar continuismo al concepto de nostalgia. Nos rendimos a sus pies y también nos desgañitarnos con "I’m Just a Kid", tema perfecto para acabar el show oficial. Con este gesto de volver al principio de todo se despidieron de nosotros de forma momentánea.
Apenas un minuto pasó de su salida del escenario, cuando nos metimos de lleno en los bises. Cuatro canciones que demostraron lo que ya sabíamos antes. El tiempo pasa para todos, pero Simple Plan siguen igual. Al menos la imagen que tenemos de ellos. Con su nuevo disco aportan poco remarcable a su lista de éxitos, pero les permite seguir haciéndonos disfrutar y nos vuelven a demostrar que no han sido unos "One Hit Wonders". A pesar de los años, que pesan y mucho, todavía les quedan fuerzas y ganas de estar en boca de todos, aunque ahora también hagan de padrinos de otros combos más jóvenes. El concierto fue un perfecto resumen de lo que son ellos en 2016. No están igual que antaño, pero conservan cierto parecido a lo que eran hace doce años, con "Shut Up!" y "Perfect World"; no se han alejado de lo que fueron hace un lustro con "This Song Saved My Life", y no olvidan ni cómo ni cuándo empezaron. Cerraron el show con la misma canción que cierra su disco ‘No Pads, No Helmets... Just Balls’ de 2002: "Perfect". En resumen, noventa minutos de celebración para la noche de un sábado cualquiera. Para sus seguidores, un plan perfecto.
Texto y foto: Pau Peñalver
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