PELIGRO MARTÍNEZ: ¡FUE ESPECIAL!

17 abril, 2013 10:18 am Publicado por  2 Comentarios

Teatro Arteria Campos, Bilbao

Los verdaderos homenajes, al igual que las sinceras muestras de cariño, no se piden ni se exigen, sino que surgen porque sí, en un arrebato incontrolable de espontaneidad. Son cosas que forman parte del ADN de cada cual y en el momento adecuado suben hasta la superficie para dejar constancia del terremoto emocional que provocó en nosotros cierta persona, grupo o artista concreto. Un poso que por más que pasen los años nunca se diluirá y entrará a engrosar la biografía del corazón.

Si alguien de verdad merecía rendir tributo a los carismáticos e inigualablesBurning esos eran los portugalujos Peligro Martínez, unos veteranos con nombres ligados a Extremoduro que a pesar de contar con un único álbum en estudio tienen ya el culo pelado con trayectorias personales que se remontan hasta los días del ‘rock radikal vasco’. Por eso, cuando les llegó el turno de participar en ese ciclo que el Teatro Arteria ofrece a bandas locales para reverenciar a sus ídolos la elección estaba clara.

Y a pesar de un recinto tan selecto, con servilletas colocadas boca abajo cada pocos metros en la barra, esa noche tendría un marcado sabor castizo y de chulería madrileña pasada por el tamiz del macarrismo universal, al fin y al cabo, quinquis hay en todos lados. Hubo los que acudieron más por colegueo que otra cosa, como quedó patente en la primera parte del recital, pero también estaban algunos impacientes que esperaban con ansia los temas de Burning y cuando aquello comenzó se acercaron a las primeras filas con fervor de auténticos fans.

Pero antes los Peligro Martínez nos ofrecerían un bolo de una hora en el que repasarían su debut discográfico ‘Rompe el Cerdo’. Calentaron al personal bien de entrada con “Rota la Garganta” e “Inténtalo Tú Por Mí”, su peculiar adaptación del ‘La Grange’ de ZZ Top. Quizás no estuviéramos acostumbrados a un volumen tan moderado en el que incluso se podía hablar sin dificultad, es de recibo empero mencionar la calidad cristalina del sonido, a pesar de que hubiéramos preferido una mayor dosis de decibelios.

El cantante Txortxe, con su descaro y cuelgue habitual, ya puso los puntos sobre las íes al asegurar que “nosotros somos Peligro Martínez y vosotros no”. Sus cualidades vocales puede que no sean para lanzar cohetes, pero es innegable su entrega e ímpetu a las tablas, provocando continuamente a la concurrencia para que nadie quede indiferente, que es lo peor que puede pasar en un concierto.

Rememoraron la importancia de la amistad en “Buscando un Amigo”, donde su armonicista se lució de lo lindo, y esas juergas noctívagas que terminan por la mañana en “Un Lunes Pasao por Agua”. Por si a alguno le entraba la tentación de dormirse, Txortxe se paseó entre el respetable animando el cotarro y saludando a conocidos, rompiendo pues la a veces infranqueable barrera entre artistas y público.

Y el punto romántico llegó con “Vivir Sin Ti”, que sirvió de excusa para que el frontman se la cantara a su parienta a pocos metros antes de que se fundieran en un emotivo beso, hasta el más macarra se derrite en un instante así. Y en muchas ocasiones íntimamente ligado al amor aparecen los celos, motivo principal del tango de navaja y despecho “Muchacha”, un género canalla por el que no ocultan sus simpatías los portugalujos. Sin abandonar los arrabales ni las armas blancas, en “Los 40” reflexionaron sobre el paso del tiempo también a ritmo bonaerense.

El colofón a su repertorio propio no podría entenderse sin la festiva “Johnny Zurracapote” y la tonadilla optimista “Todo Va bien”. Previamente, el simple gesto del bajista Félix de encenderse un cigarro en escena desató una oleada de imitadores deseosos de emular tan proscrito acto y el personal de seguridad tuvo que darse un garbeo informativo por la muchedumbre recordando la prohibición. La verdad es que con tanto himno a la farra descontrolada y al alcohol a borbotones se echaba en falta la presencia de la nicotina.

Tras una breve pausa, para muchos venía lo mejor de la velada: el homenaje a Burning, que empezó con la artillería pesada de “Ginebra Seca”, con Félix a la guitarra haciendo unos punteos de escándalo y demostrando su valía como multiinstrumentista, no en vano se encuentra en la nómina de los colaboradores en directo de Extremoduro. Y de tocar el cielo se antojó asimismo la inmensa “No es extraño que tú estés loca por mí”, con unos punteos una vez más magistrales y captando en esencia el espíritu canalla y políticamente incorrecto de la original.

En un contexto semejante no podría faltar la balada “Una noche sin ti”, que la peña entonó con la devoción necesaria y Txortxe insufló por su parte el sentimiento debido con su idiosincrasia particular. La sesentera composición de Shadow Morton “Give Him a Great Big Kiss” que los de La Elipa titularon “Es Especial” desató bailoteos rockabillys por el recinto, a la par que nos retrotraía hasta la época del pop chicle de los grupos de chicas, pues el mencionado tema fue popularizado en su día por The Shangri-Las antes de que el ‘maldito’ Johnny Thunders le añadiera una vuelta de tuerca.

Y durante “Balada para una viuda” se produjo una escena inédita ante la que los propios asistentes tuvieron que frotarse los ojos: el mismísimo Johnny de Burning estaba ahí como uno más disfrutando de la reinterpretación de ese impresionante legado del que ha sido partícipe. Y por supuesto no tardó en subirse a las tablas para echarles una mano en el inmortal “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?”, con un vacile tremendo entre el susodicho y el Txortxe.

Volvieron con “Jim Dinamita”, no sin antes ensalzar Johnny ese “sentir para vivir” de la velada y asegurar que “Peligro Martínez se queda en su corazón”. Con “Esto es un atraco” fue el acabose, con ambos voceras compartiendo micro, y ya el “Mueve Tus Caderas” resonó en cada garganta del recinto. Semejante inolvidable cita merecía sacar champán, literalmente, y el portador de la leyenda no se cortó a la hora de pillar una botella, agitarla y derramar el contenido ante la devota parroquia, igual que si estuviera en uno de sus conciertos.

En definitiva, una ocasión única y probablemente irrepetible que les coloca el listón muy alto para futuros bolos y que permanecerá en la memoria del mismo modo que esos sucesos marcados a fuego que elevan el espíritu y se pegan al alma. En todos los sentidos, ¡fue especial!

ALFREDO VILLAESCUSA

Redacción
Etiquetas: , , , ,

Categorizado en:

Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *