OBÚS: LOS QUE MÁS

Kafe Antzokia, Bilbao

Lo más selecto del metal de casta bilbaíno y de alrededores se dio cita en el Kafe Antzokia para darse un baño de nostalgia al son de Obús. La banda madrileña, que nació en el epicentro de la movida heavy de los ochenta, se resiste a convertirse en pasto del recuerdo y venía presentando un nuevo disco, “Cállate”, como ya hicieron a comienzos de la década con “Desde El Fondo Del Abismo” y “Segundos Fuera”.
Ya era conocido que sólo el 50% de los Obús clásicos están involucrados en esta nueva andadura, el cantante Fortu Sánchez y el guitarrista Francisco Laguna. Sin embargo, no decreció el interés de la parroquia bilbaína que daba color al Antzokia mientras un inmenso telón con el nombre de la banda impedía ver los preparativos del show.
Sin teloneros de por medio, los cuatro músicos salieron espídicos al encuentro de sus fans y derrocharon más entrega y energía en los primeros temas que muchas bandas jóvenes en toda su carrera. Era el décimo y último concierto de la gira de presentación del disco y querían aprovecharlo a lo grande.
Fortu, como siempre, volcándose en su papel de frontman de libro y la banda haciendo poses de puro heavy. Las únicas melenas eran las del vocalista, pero los cánones metálicos no faltan en sus movimientos y su puesta en escena, por algo les avalan 30 años de experiencia. Hay que sumar el mérito de la enérgica sección rítmica con el bajista-productor Fernando Montesinos y el batería Carlos Mirat.
Los clásicos se recibían con gran jolgorio: “La Raya”, “Autopista”, “El Que Más”… himnos que son parte del acervo metálico popular. No desmerecían las nuevas canciones del reciente disco, como “Él Es Rock & Roll” o “Mi Amigo El Diablo”. Paco Laguna se lucía en los solos, mostraba hechuras clásicas y gran complicidad con su compañero de fatigas.
A falta de una tirolina como las de Kiss, Fortu subió a lomos de un roadie que le llevó en volandas hasta una barra situada en frente del escenario. Pidió un whisky con hielo al camarero y lo brindó a la afición, menuda figura.
Heavy a más no poder sonó “Pesadilla Nuclear”, los fans corearon “Te Visitará La Muerte” y con “Va A Estallar El Obús” nos trasladamos mentalmente a Vallecas a comienzos de los ochenta. Ya el concierto había pasado a categoría de fiesta con un Fortu que daba mucho juego al público. Había hasta quien le emulaba desde un lateral del escenario.
Más pedazos de historia del heavy ochentero cayeron a continuación: “Dinero, Dinero”, “Sólo Lo Hago En Mi Moto” o “Vamos Muy Bien” con el vocalista dando de beber a los fieles de una botella. Obús “el qué dirán” se lo pasan claramente por la entrepierna.
El solo de batería de Carlos culminó con un juego de percusión muy vistoso en el que colaboró toda la banda. No faltaron los agradecimientos, las presentaciones con un Fortu haciendo el pino demostrando buena forma y un final de fiesta con “Esta Ronda La Paga Obús”.
El cantante seleccionó a los fans más entregados y les subió a escena uno a uno. Juntos arremetieron con este clasicazo de los últimos años. Hubo cantantes improvisados, uno de ellos por cierto se sabía la letra y lo hizo ciertamente bien. De auténtica locura los últimos compases del show acabaron con una explosión de confeti, globos gigantes y peña desmadrada por doquier. Obús habían completado su objetivo al 100% y habían vuelto a ganar por K.O.

Texto: PEDRO ALONSO