MAGGOT BRAIN + LOVE DIVISION: MAGIA ROCK’N’ROLLERA
24 mayo, 2010 11:15 am Deja tus comentariosSala Gruta ’77, Madrid
Descubrí a los cacereños Maggot Brain el junio de 2009 cuando presentaron su disco ‘Land’ en el Gran Teatro de Cáceres, y enseguida me cautivó su buen hacer, su actitud sobre las tablas y su capacidad de crear música que bebe (pero que sobre todo respeta y venera) de los maestros del rock, el funk y el soul. Once meses después tuve la oportunidad de volver a verles y como cabía esperar tenía muchas y altas expectativas sobre ellos… y me alegro de decir que cumplieron con creces tanto las mías como las del público que abarrotó la sala.
Antes habría que mencionar a los teloneros, los madrileños Love Division, quienes por su parte nos presentaban su primer disco autoeditado, ‘The Velvet Revolution’. Su propuesta musical es difícil de catalogar ya que maman de diversas fuentes: desde The Who y The Beatles (de quienes versionearon “The Seeker” y “Helter Skelter” respectivamente) hasta New Model Army, y desde The Stooges y Social Distorsion hasta Queens of the New Age y The Hellacopters. Una banda ecléctica, con clase y tablas (llegaron a grabar un EP en el legendario club neoyorquino CBGB’s antes de su cierre definitivo) y que promete crear olas de expectación entre los seguidores del rock. Muy recomendables.
Los cacereños por su parte, nos mostraron que lo suyo es el escenario: desde el principio su frontman Carlos Macías salió con ganas de comerse el diminuto escenario de la sala, derrochando actitud y carisma mientras le veíamos bien arropado por el resto de la banda que le proporcionaba un colchón sonoro también ecléctico y de buen hacer. Lástima que el escenario de la sala sea tan pequeño ya que la banda no podía moverse todo lo que podía y tampoco pudimos disfrutar a 100% de Las Brainettes, las tres coristas guapas y solventes, quienes añaden un extra toque de soul en temas como “Extreme and Hard Boogie”, “Road to the Bayou”, “Drunk as a Hobbit” y “Long Distance Call”. Mención aparte merece el teclista Abraham Benítez, quien aporta en la banda una variedad de paisajes sonoros que abarcan desde la psicodelia sesentera de unos The Doors hasta el jazz funk setentero (la banda tomó su nombre del titulo de un disco de 1971 de los legendarios Funkadelic) y el rock sureño. Como una buena fiesta de rock que era aquella no podrían faltar las versiones que nos hacen botar como locos: el medley “Won´t Get Fooled Again” y “Behind Blue Eyes” de los inevitables The Who y con un Carlos respetuoso hacia el gran Roger Daltrey a quien no quiere copiar sino homenajear, “Tatto’d Lady” del añorado irlandés Rory Gallagher y con un Jesús Dorado grande en la guitarra, “Eat the Rich” de Aerosmith y “Alive” de Pearl Jam. Un concierto que sació nuestra sed para el buen rock’n’roll, pero que pronto nos hará desear volver a verles por estos lares pronto.
Por cierto, el día siguiente tuvieron que volver a Cáceres para recoger el Premio Sonora (los premios musicales de la Comunidad de Extremadura) para el mejor directo del año. Aunque no necesitábamos confirmación oficial de algo que ya conocíamos, esta mención es una buena manera para cerrar esta crónica.
Texto y Foto: YORGOS GOUMAS