FITO & FITIPALDIS: Bizkaia Arena, Barakaldo

21 diciembre, 2009 3:25 pm Publicado por  – 2 Comentarios

La cuenta atrás

En esta vida parece que muchas cosas tienen los días contados. Las relaciones de pareja o amistad, el poder de ciertos políticos impresentables, la paciencia de la gente, en fin, que cada cual sume y siga. El cronómetro va avanzando mientras unos no se dan cuenta y otros miran hacia otro lado. Algunos intentan poner remedio por más que la mayoría no perciba el terremoto bajo los pies hasta que no es demasiado tarde.

Pues bien, toda esta reflexión apocalíptica viene al hilo de la actuación de Fito & Fitipaldis en Barakaldo. Pero pongámonos en situación: el bilbaíno hace ya tiempo que se convirtió en un ídolo de masas, con las ventajas e inconvenientes que implica. La principal pega para la mayoría, la creciente dificultad de poder verle en directo. Las entradas se agotan como los churros en varias localidades y en la capital hay programados hasta tres conciertos. Pocas estrellas pueden presumir de semejante tirón.

Ningún problema en este asunto y, por supuesto, rechazamos todas esas indocumentadas críticas que lo tachan de vendido, como si se hubiera caído de un guindo hace cuatro días o se tratara de la última estrellita de OT. Cualquiera con unos mínimos sabe que el de Zabala lleva currándoselo cierto tiempo en este negocio, haciendo simplemente la música que le gusta, hecho muy respetable en sí mismo.

Pero discrepamos completamente con el enfoque de los conciertos. Cada vez queda más patente que sus bolos se dirigen a un público de radiofórmulas, ese segmento neutro que lo mismo se coloca de espaldas al escenario que aprovecha el sarao para ligar o para pillarse una de esas borracheras molestas para el personal circundante. Vamos, igual que en las verbenas del pueblo.

Pasando por alto el palo de La Cabra Mecánica que no sirve sino para confirmarnos en nuestra tesis acerca del carácter ‘popular’ del evento, Fito & Fitipaldis abrieron la velada con “Antes de que cuente diez”, tema homónimo del último disco, y mantuvieron la atención con “Un Buen Castigo” y “Por la boca muere el pez”. Iba quedando claro que aquella noche habría un repaso exhaustivo a los trabajos más recientes. Reforzaron esta impresión las piezas siguientes: “Viene y va”, “Me equivocaría otra vez” o “Como pollo sin cabeza”.

Pese a que al principio hubo problemillas con la pantalla situada encima del escenario, la ejecución fue sencillamente impecable, con varios momentos de contener la respiración, como las jam sessions que se marcaba la banda al completo simulando el ambiente de un garito de jazz & blues de Nueva Orleans. Desde luego, Fito ha conseguido uno de los mejores grupos de acompañamiento de la historia del rock, con permiso de la estratosférica E Street Band de Springsteen.

Y estos resabios blueseros se contagiaban a cortes ya conocidos del estilo de “Quiero beber hasta perder el control” o el “Barra Americana”, donde salió Lichis, vocalista de La Cabra Mecánica, para producir el mismo efecto que si hubiera aparecido por allí Andrés Calamaro. Después de “Whisky barato”, una de las féminas que copaban las primeras filas le lanzó un sujetador y el pequeño respondió: ¡Que ya no tengo edad para estas cosas!

La rocanrolera adaptación de “Deltoya” precedió a “Tarde o Temprano”, ese corte de ‘Antes de que cuente diez’ cuyo inicio de saxo remite descaradamente al “It’s Only Love” de Bryan Adams. Y la peña desenfundó el móvil para “Soldadito Marinero”, que tanto en las tablas como abajo acabó en un desparrame total.

La banda se despidió por primera vez mientras seguíamos esperando “A la luna se le ve el ombligo”, “Ni Negro ni Blanco” o “Rojitas”, entre otras. Volvió, sin embargo, Fito en solitario para puntear en plan suave y deleitarnos por lo menos con un recuerdo a los Platero en forma de “Al Cantar”. De lo mejor del recital, sin duda, aunque podría haber escogido algo más movidito, teniendo en cuenta que nos hallábamos ya en la recta final. El dulce de “Abrazado a la tristeza” tampoco amargó, pese a preferir la versión de Extrechinato.

La tripleta tocó a su fin con un “Corazón Oxidado” impresionante repleto de imágenes coloridas en la pantalla y parones y acelerones que añadían dinamismo a la interpretación. Vuelta al camerino antes de que llegara la propina con el reivindicativo “Qué necesario es el Rock & Roll”, acompañado de fotos de portadas de AC/DC, Status Quo, Elvis y otros grandes, y “Acabo de llegar”, para terminar de una forma un tanto irónica.

Desde el punto de vista objetivo, un conciertazo de unas dos horas y media que por momentos puntuales bien merece la asistencia. Pero eso no quita esa sensación agridulce de estar asistiendo a la cuenta atrás de la desaparición de cierto tipo de espectáculo en sustitución de otro dirigido a las masas políticamente correctas que únicamente encuentran placer en los éxitos más recientes, sin saber que existen trabajos como ‘A puerta cerrada’ o ‘Los sueños locos’. Algo más equilibrado para la próxima, por favor.

Texto y fotos: ALFREDO VILLAESCUSA

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2 comentarios

  • JOSE MIGUEL dice:

    TOTALMENTE DE ACUERDO CON LA CRITICA DEL CONCIERTO, YO ESTUVE EN EL DE BARCELONA AUQUE NO TOCO ROJITAS,ESTUVO BIEN PERO COMO MUY BIEN INDICAS A PUERTA CERRADA Y LOS SUEÑOS LOCOS TAMBIEN EXISTEN Y PARA MI PERSONALMENTE LOS MEJORES DISCOS DE FITO.CURIOSO QUE CUANDO TOCO AL CANTAR HABIA PEÑA QUE SE PREGUNTABA DE QUE DISCO DE FITO ERA ESA CANCION.PENOSO

  • vedder dice:

    pues si falto ni negro ni blanko(cancion muy rokerilla) o yokse otras tantas mejores,por kreo k el disco anterior a este es demasiado komercial y kreo k tendria k volver a knciones mas blues y rokabylis de antaño,joer fuie el dia 28 y kaunto pijerio habia los tipikos pijitos yniñas tontisas k vas a lucir modelito,me entro gnas de decir venir a un puto koncierto d metallica o inflames y ya vereis komo os pateamos el kulo bonito jaaja me refiero k esa gent elo mismo ve a alejandro sanz k a fito en fin niños pijos viva el jodido rock y metal

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