FESTIVAL NO SOMOS POCOS

30 octubre, 2012 3:35 pm Publicado por  3 Comentarios

Sala Fanatic de Sevilla

Esta inesperada visita de Sphinx a Sevilla para algunos de nosotros significaba algo más que un concierto. Se trataba de palpar y ver con nuestros propios ojos, que la formación más duradera (el Mark II haciendo similitudes con Deep Purple) estaba más que engrasada y con más ganas que nunca. De eso ya dieron claras muestras en el festival Leyendas de este año y lo pudimos comprobar in situ los que tuvimos la suerte de estar allí esa noche.
El festival fue organizado por la asociación ROCK U.P.O creada en la universidad sevillana Pablo de Olavide y los encargados de abrirlo fue la jovencísima banda local Ekkadon (con una media de edad aproximada de 23 años) que por desgracia no pude presenciar. Me llegaron no obstante informaciones de su buena actuación con su descarga de metalcore bien elaborado con letras en inglés, dando buena muestra de lo que ya grabaran el pasado año con su disco debut “All your lies are coming true”. Y se repite la historia con otro ejemplo de calidad pese a su juventud que de momento no tienen la repercusión que merecen. Ojalá algún día todo eso cambie y lleguen arriba. Años tienen por delante…
Legendaria fueron los segundos en descargar ya con el lastre del retraso que se produjo de una hora al comienzo. El ex-vocalista de Atalaya, José García (grupo de Cádiz) es la voz de esta banda que no dista en nada del estilo de aquellos, decantándose por un clásico heavy metal en castellano bien ejecutado. A su favor cabe decir lo compacto que sonó el grupo y las tablas que lleva adquiridas José, notándose también en su muy mejorada interpretación a cada concierto que pasa.
Otros sevillanos, NochEterna, también bastante jóvenes, fue el tercer grupo de la velada. Su estilo navega entre el heavy clásico y el thrash en castellano y al igual que los dos grupos anteriores me sorprendieron por su buen hacer, destacando la labor de su guitarrista, llevando de forma más que meritoria el peso del grupo. Son cinco componentes, llevando un teclista con ellos, que en el momento en que encuentren la fórmula idónea para componer podrá tapar el vacío de no tener un segundo guitarrista y liberar al que hay con colchones de teclado. Si en esta profesión no influyera la suerte, les garantizaría un buen futuro.
Vengala se subían a las tablas pasadas la 1 de la mañana, y entre ese hándicap y ser un grupo de versiones, quizás no obtuvieron la atención que toda banda merece por subirse a un escenario. Descargaron un corto set, al parecer por problemas de garganta de su vocalista, que dicho sea de paso demostró tener un buen torrente de voz. Como anécdota contar que en un momento de la actuación, el cantante le rapó parte del pelo a uno de sus guitarras… ¿?
Al cabo de unos minutos los protagonistas de la noche. Los gaditanos Sphinx abrieron el concierto como lo hacían en su primera gira, con el tema de su primer disco “Ángel sin piedad”. Desde el principio se notaba la sintonía de la formación, conectando con el público y bromeando entre ellos. “Condenado a vivir” y “Maldita ilusión” hacían que la garganta de Manuel Rodríguez terminara de ponerse a punto, haciéndonos ver que está en perfecta forma, logrando lo que ningún otro cantante ha conseguido con un servidor: tener que ponerme un tapón (de manera suave) en uno de mis oídos para amortiguar lo que, parecía, iba a romperme el tímpano. Impresionante lo de este hombre. Con un listado más corto de lo acostumbrado por tratarse de un festival, hubo cabida para todos los discos, escuchando entre otros “Destino sin fe”, “Dulce veneno” o “Esclavo de tu maldición” (esa que aún persigue a Manuel…). Como cualquier banda, tienen temas más populares que otros y entre ellos está (al menos para mí) “Recluso 943” en el que, tal y como hiciera desde el inicio del concierto, Manuel no se ahorró ninguno de los agudos, dejando claro lo comentado arriba sobre su voz.
Para el final, “A las puertas del infierno”, contra el maltrato, y otro de los clásicos, “Momentos de lucidez”, con una gran interpretación por parte de la banda al completo y despidiéndose al borde del escenario con Manuel sentado en un monitor dando los últimos gritos, con Justi, Pepe y Santi a sus espaldas.
Tras la tempestad viene la calma, dicen... Esa noche no había concesiones para nada de eso. Volvieron con un alegato a todo lo que nuestra sociedad actual está sufriendo por sus gobernantes y los que lo permiten, con una letra con la que cualquier bien nacido se siente identificado; “No”, que logró que todos corearan casi al completo el estribillo encontrándonos como nos encontrábamos en la recta final de la actuación. “Destino” fue el tema que precedió al que da nombre al grupo y que jamás podrá faltar en un concierto suyo: “Sphinx”, sonando de maravilla, como la pieza indispensable que es. Gran noche de heavy metal en Sevilla, de la que pudieron disfrutar unas doscientas personas que tuvieron el acierto de no perdérsela.

Texto y foto: Jesús Manuel García Barba

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • juandie dice:

    Por ahí se empieza todo y además con los grandes SPHINX como cabezas de cartel.Se nota que hay buena salud rokera en sevilla!!!

  • Jose Alberto dice:

    Soy el baterista de vengala y aviso de que no tocamos poco solo por el vocalista que tenia problemas de garganta, si no que además eramos los que de menor tiempo disponiamos... Y me gustaría aclarar que solo tocamos dos versiones, todos los demás temas son propios de la banda. Slaudos.

  • Wilifloski dice:

    El miembro mas viejo de Ekkadon no pasa de los 20 años,eso de que la media de edad del grupo es de 23 es un patinazo. La crónica tiene muchos fallos de información

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