DYNAZTY: UNA MUESTRA DEL POLVORÍN SUECO

El Balcón de la Lola, Bilbao
Espoleados por el éxito de Crashdïet o Hardcore Superstar, de unos años a esta parte los países escandinavos, y Suecia en particular, viven un renacer del glam metal que nada tendría que envidiar a la boyante escena angelina de hace casi dos décadas. Si nos fijamos por ejemplo en el número de bandas que salen hasta de debajo de las piedras cualquiera diría que la laca y el rímel han vuelto con fuerza para quedarse, pese a que su ámbito de actuación en ocasiones no sobrepase las fronteras circundantes.
Pero Suecia is different, aparte de los populares muebles del Ikea, también cuentan con un ingente producto nacional digno de exportar. Estamos hablando de Babylon Bombs, Crazy Lixx, Loud N’ Nasty y un largo etcétera que marearía a todo lector impaciente por lo que tampoco nos vamos a detener en ello, simplemente decir que hay grupos para dar y tomar, un universo en el que no resulta complicado adentrarse sabiendo distinguir el grano de la paja. No se puede esperar menos de un lugar en el que esa música llega incluso al hortera festival de Eurovisión en vez de los bodrios infumables que nos representan con indisimulado escarnio en este país de toros y pandereta.
Tras una extensa gira de punta a punta por la península llegaban a la capital vizcaína Dynazty, una válida muestra de lo que pueda dar de sí el polvorín sueco. Con apenas un par de discos y un tercero previsto para finales de febrero, ya puede decirse que pasarán a la historia al convertirse en los primeros en tocar en el legendario garito Whisky A Go-Go de Los Angeles sin haber editado antes ningún single en Estados Unidos.
Y qué mejor sitio para tocar un concierto glam que un antro en el que habitualmente la ambigüedad sexual impera cosa mala, el cartel que catalogaba a los baños como ‘zona peligrosa’ daba fe de ello. En este ambiente de tolerancia sin par, abrieron los locales Highlights con su hard rock de inspiración angelina. Ya llevamos años comiéndonos a Guns N’ Roses y sucedáneos, por lo que su propuesta tampoco nos sorprendió demasiado. Eso no quita para alabar las ganas que le echaron los chavales y el buen hacer en las versiones de Thin Lizzy “Waiting For An Alibi” y Queen “Tie Your Mother Down”. Necesitan todavía algo más de rodaje en el escenario.
Un periplo de hasta siete fechas puede dar mucho de sí, que se lo digan a los suecos Dynazty, que han conservado intactas las ganas de transformar cada recinto en una auténtica fiesta, aunque tampoco hubiera multitudes entre los asistentes. Pero los que allí se congregaron eran muy fieles, eso sí, por lo que la complicidad del público estaba de antemano asegurada.
Encendieron la mecha con “Sleeping With The Enemy” y siguieron repasando el reciente largo ‘Knock You Down’ en “New Sensation”. La energía desbordante se palpaba sobre las tablas, a escasos metros de las primeras filas. El cantante Nils Molin no tardó en desgañitarse con su tono chillón a lo Sebastian Bach mientras el guitarra Rob Love Magnusson ejercía de perfecto contrapunto y se lucía a las seis cuerdas en cuanto tenía ocasión, sin duda se trata de uno de los principales activos de la banda.
Uno de los momentos cumbres se alcanzó con la versión de Anna Bergendahls “This Is My Life”, interpretada también en la televisión sueca en un programa clasificatorio para el festival de Eurovisión y que cualquiera tomaría por una balada de la época gloriosa de Skid Row. Otra de las piezas más celebradas fue “Hunger For Love”, perfecta carta de presentación para los que quieran saber a qué diantres suenan.
Desde luego no inventarán la rueda en tan trillado género, pero en lo suyo se mueven con razonable soltura para dedicarles cierta atención. No obstante, unas mayores dosis de versatilidad les sentarían al pelo, pues a veces la sombra de Sebastian Bach, Rachel Bolan y compañía se vuelve demasiada alargada.
La festiva “Wild Nights” precedió a un breve solo de batería que no se hizo cansino y aprovecharon para presentar a la banda. El bajista entonces sufrió un pequeño percance al cargarse una de las cuerdas, así que no les quedó otra que pedir prestado el bajo a los teloneros, mientras el vocalista entretenía al personal con los recurrentes y graciosos ‘olé, olé, olé’. Una vez solucionado el inconveniente, guitarra solista y cantante se enzarzaron en uno de esos duelos tan popularizados por Deep Purple que consisten en imitar con la voz lo que el otro toque.
Un par de discos tampoco pueden dar para mucho, por lo que “The Devil’s Shake” del debut y la trallera “Throne Of China” enfilaban la recta final. Pero todavía les quedaban cartuchos en la recámara, por eso remataron con “Get It On” y ese potente estribillo, antes de noquearnos precisamente con “Knock You Down” y un “Bring The Thunder” que desató el agite generalizado. Si lo que buscas es pasar una velada entretenida sin mayores pretensiones, estos suecos son una buena alternativa.
Decía Alice Cooper en su  autobiografía ‘Golf Monster: How A Wild Rock N’ Roll Life Led To a Serious Golf Addiction’ que donde verdaderamente se distingue a un grupo profesional de uno amateur es en su actitud sobre el escenario. Pues bien, a pesar de que la media de edad de Dynazty ronde en torno a los 24 años, ya han aprendido en su escasa trayectoria a comportarse como profesionales de tomo y lomo. Merecen llegar a lo más alto.

Texto y foto: Alfredo Villaescusa

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