DREAM THEATER Adelanto desde Wembley del Progressive Nation Tour

Asistimos este pasado sábado en Wembley (Londres) al adelanto del PROGRESSIVE NATION TOUR, la gira que encabeza Dream Theater con Opeth y que pasará el próximo 23 de octubre por Madrid y el 24 por Barcelona.

POR: ÑAKO MARTÍNEZ
FOTOS: DANNY SERRANO

DREAM THEATER
OPETH
BIGELF
UNEXPECTED
Wembley Arena, Londres (UK)

Eso es lo que sabe hacer perfectamente Dream Theater, encontrarle el término medio al asunto. Por eso, salvo excepciones más consagradas como la de Rush (sus inspiradores), hoy por hoy los de Nueva York tienen un poder de convocatoria inusitado para una música como la suya. Pero es que repito, Dream Theater sabe encontrarle el término medio al asunto, y ahí es donde reside la virtud. La virtud de tener una capacidad para tocar sus instrumentos que sirve de clase maestra para miles de aficionados, y la virtud de conseguir crear canciones y melodías que sirve de regocijo para los otros tantos miles. El resultado está en las 8.000 personas que acapararon la mitad de Wembley Arena, en una Inglaterra que está terminando de sucumbir a los encantos musicales de los Theater, algo que en España ocurrió hace ya tiempo, tal vez con el disco ‘Train Of Thought’, que fue el primero que vinieron a presentar a un estadio, el mismo al que vuelven por ejemplo en Madrid, en La Cubierta de Leganés (23 de octubre, 24 Barcelona).

Después de escuchar versiones en country de sus propios temas, se apagaron las luces con la consiguiente algarabía. Comenzaron a sonar los primeros compases de la canción con la que están abriendo toda la gira ‘Progressive Nation 2009’, y con la que abren su nuevo disco, ‘Black Clouds & Silver Linings’. Un tema con todos los ingredientes de su creatividad. Melodía, pegada, agresividad y técnica. Más de 15 minutos de gloria. Con un sonido impecable, tres pantallas (una a cada lado y otro detrás de Mike Portnoy) y un escenario trabajado, el teclista Jordan Rudess y el guitarrista John Petrucci se enzarzaban en el primer pique sano de la noche en su particular guerra de solos. No sería el único, ni mucho menos. Este tema, que es ideal para el comienzo, tiene a cinco minutos del final una estrofa con una voz gutural. Pues bien, ¿quién mejor para cantarla que Mikael Akerfeldt de Opeth?. La desaparición en escena de un sobresaliente en toda la noche James Labrie, que aparece con una larga gabardina que oculta su en la medida de lo posible sus kilos de más, hace que Mikael salga con los brazos levantados hasta el centro del escenario y meta las voces con un gruñido final. No sería la única colaboración de la velada.

En lo referente al set list, una de las ventajas de ver a Dream Theater es que lo cambian constantemente de una ciudad a otra. Lo único que mantienen es el comienzo, con la mencionada “A Nightmare To Remember”, y el cierre con “The Count Of Tuscany”. El resto es totalmente diferente. Así que verles en Madrid y repetir en Barcelona no va a ser ninguna locura, ya que fácil que te cambian seis o siete temas. El repertorio va saltando constantemente a lo largo de prácticamente toda su carrera, así que todos los públicos se sentirán queridos.

Ya que no tiene mucha lógica detallaros lo que fue pasando tema a tema porque es posible que en España la cosa sea diferente, os comentaré los principales momentos más destacados. Como es costumbre, molan las partes en las que el teclista Jordan quiere cobrar su protagonismo y se pone en primera línea del escenario con un teclado colgado al cuerpo para marcarse un solo. Lo hace varias veces en la noche. Hay otro momento espectacular. Ya cerca del final es el turno para que Portnoy demuestre porqué es el batería más respetado de la noche. Merece la pena pagar la entrada por verle tocar. Es un juguetón con mucho sentido del humor (siempre ha sido el más cercano a los fans), vacila con la cámara que le proyecta en las pantallas, juega con las vaquetas, colabora en las voces y se pone de pie mientras sigue tocando. Pues bien, cuando le llega su momento coge el micrófono y dice que tiene un kit de batería demasiado grande para él. Quiere invitar a unos amigos a tocar. Así van desfilando de uno en uno los baterías de Unexpected, Bigelf y Opeth, que se sientan a su lado para tocar con él. Aquello retumba. Pero retumba mucho más cuando terminan tocando los cuatro músicos juntos hasta que Portnoy se va al centro del escenario para encender a las masas. Es un momentos muy bueno.

El único pero se lo pondría en el tema elegido para cerrar, “The Count Of Tuscany”, con un comienzo precioso en la guitarra de Petrucci, pero quizás algo demasiado pesado para lo que se entiendo por un final de concierto. Aunque esta es la gira del Progressive Nation y las cosas son así, inesperadas.

He comenzado por Dream Theater mi crónica porque sin duda son los grandes protagonistas del evento, pero no vamos a desmejorar a las otras tres bandas, sobre todo a Opeth. Reconozco que pensé que Opeth serían mejor tratados en cuando a escenario. Su puesta en escena es algo sosa para un escenario tan grande y para un pabellón. Sin embargo, pronto te das cuenta de que es que en realidad Opeth se sienten cómodos así. Tan solo tienen una lona negra a sus espaldas y Mikael se dirige a las miles de personas (una de las cosas buenas del público inglés es que como no hace botellón, suele estar pronto dentro del recinto) como si estuviera en una sala de 300. Ha conseguido convertir Wembley en un pequeño local, con el calor del personal, que interacciona con el cantante cuando hace algún comentario irónico. Seis temas sabe a poco, sin duda, pero los han tocado con muchísima intensidad.

Los otros dos acompañantes son completamente desconocidos en España. En relación con el Progressive Nation Usa el cartel cambia, a excepción de los americanos Bigelf, que se mantienen. Una banda inusual que lo mismo te suena a King Crimson, los Beatles, Black Sabbath o Mars Volta. Dan un gran espectáculo, aunque es recomendable escucharse antes algo de ellos para que no te pillen a medias. Unexpected son de Montreal, Canadá, y van más en el rollo de Opeth. Con un bajista que lleva un instrumento de no se cuantas cuerdas (yo creo que más de ocho), y voces femeninas, la banda da un show progresivo con muchos tintes extremos y de Black metal.

En cualquier caso, es un cartel que va a gustar a todos, a los que sean músicos por la increíble capacidad de las cuatro bandas, y a los que solo busquen la efectividad de las canciones. Ahora solo falta que a raíz de aquí, primero el Rock o el metal progresivo no se miren como ese género para tipos aburridos, y si luego conseguimos que por fin Portnoy monte esa banda que se rumoreó con Mikael Akerfeldt y Steve Wilson (Porcupine Tree), pues ya nos sale redonda la jugada.

SET LIST DREAM THEATER (Atención, sujeto a cambios en cada ciudad)
A Nightmare To Remember
The Mirror
Lie
Solo de teclado
Prophets Of War
Wither
The Dance Of Eternity
Solo de batería
Take The Time
BIS
The Count Of Tuscany

SET LIST OPETH
Windowpane
The Lotus Eater
Harlequin Forest
April Ethereal
Deliverance
Hex Omega

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