Crónica del Faan Fest: Hijos de Iggy

22 septiembre, 2015 1:36 pm Publicado por  6 Comentarios

Recinto Festivo La Ería, Oviedo

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Iggy Pop

“Elige un futuro, elige la vida”, rezaba ese famoso soliloquio que abría la película ‘Trainspotting’, basada en el inmortal debut literario de Irvine Welsh. Todo un tratado de autodestrucción en el que contrastaba la vida de los adictos a las drogas con la de esas personas normales que se quedan en casa los sábados viendo deuvedés y cuya máxima aspiración es pasar horas y horas interminables en un centro comercial junto a otros congéneres aborregados como ellos. ¿Quién quiere realmente esa agonía?

La voluntad de diferenciarse de la mayoría dominó desde bien temprano la trayectoria de James Newell Osterberg, más conocido por su alter ego Iggy Pop. Fue de los primeros a finales de los sesenta, junto con Jim Morrison, en lanzarse a la muchedumbre desde un escenario y no dejó de cultivar esta estrambótica afición hasta que en 2010 un accidente le obligó a replantearse el asunto por una temporada. La fe del converso no duró demasiado, ya que en su actuación de Madrid de ese mismo año incumplió su promesa. Y en la actualidad, a sus casi setenta palos, sigue arrojándose a la piscina de fieles con un entusiasmo realmente adolescente, como vimos aquella noche en el Faan Fest.

Menudo cartelón se había preparado para la segunda edición de esta cita que coincidía en plenas fiestas de San Mateo de la localidad ovetense. Auténtica diversidad estilística que se palpaba en la fauna variopinta que pululaba por el recinto: un número considerable de camisetas de La Iguana conviviendo junto a tropas de Turbojugend (club de fans de Turbonegro), un tipo maquillado con bolso de mano y hasta una superwoman que transformaba las cañas de cerveza en katxis. Y a nuestra fotógrafa también la invitaron a bebida, por cierto.

Todavía el ambiente se encontraba a medio gas con los locales Helltrip, que tampoco gozaron de un sonido óptimo, con la voz un tanto baja en comparación con el resto del conjunto. Su hard rock macarra con toques de rock urbano no era la bomba, pero valía para ir entrando en materia ante la avalancha que se avecinaba.

Atronó un descomunal riff a lo “Children of the Grave” de Black Sabbath con el que los bilbaínos The Wizards nos sumergieron en la sinfonía de su universo plagado de chamanismo, canciones de las de antes y una actitud en escena que dejaría para el arrastre a cualquier otro grupo de revisionistas. Su cantante Ian Mason agitó la cabellera desde el inicio, bebió de una botella de whisky como un quinqui y reivindicó el satanismo descuidado, aunque el personal no conectó demasiado con su onda. De hecho, tuvo que preguntar  “¿Estáis vivos o qué?”.

Viejos conocidos en el País Vasco tras ganar la última edición del certamen Villa de Bilbao, lo cierto es que nos moló infinitamente más su bolo en fiestas hace un mes escaso. No obstante, parecía complicado lidiar con la frialdad congénita de los lugareños, por lo que demasiado hicieron dadas las circunstancias. El que aún no haya escuchado temazos como “Cimmerian Lard” está perdiendo el tiempo.

Los argentinos afincados en el Botxo Cápsula fueron los que consiguieron sacar la espada de Excálibur y que aquello se asemejara por fin a un concierto y no a una congregación de gatos de escayola. Salvo que uno tenga horchata en las venas, resulta complicado contenerse ante ese animal desbocado que es el vocalista y guitarra Martín Guevara, otro que también entiende a la perfección lo que implica subirse a las tablas. “La comunicación es peligrosa, la penetración es peligrosa, la fornicación es peligrosa…”, repetía con aire mesiánico a lo Jim Morrison mientras los fieles despertaban de su letargo y se entregaban a su ceremonial de sudor y rock n’ roll.

Cierto es que lucen más en salas y distancias cortas, pero fue un bolo incendiario, con agallas, un in crescendo de punteos al tuétano y ruido escuela The Stooges que acabó envuelto en un mar de acoples. Apoteósico, de los mejores directos que se pueden ver hoy en día.

Habíamos catado a los incombustibles Diamond Dogs hace apenas una semana, por lo que tampoco nos detendremos demasiado en su actuación, que siguió al milímetro los parámetros de la gira. Alternaron cortes nuevos como “Stop Barking The Wrong Tree” con clásicos tipo “Goodbye Miss Jill” y tampoco podría decirse que adecuaron el repertorio para un festival. Más de lo mismo, pero con menos tiempo. Su sabor añejo quizás no era lo idóneo después de un par de platos tan contundentes.

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Turbonegro

Desde que se pirara Hank Von Helvete perdimos un tanto la pista a Turbonegro y al contemplarlos de nuevo en directo entendimos por qué. No nos convenció en absoluto el rollo medio harcoreta de Tony Sylvester ni los temas de su último trabajo en estudio ‘Sexual Harassment’, aparte de que su incontrolable y cansina verborrea cortó de un plumazo cualquier intento de dinamizar el asunto.

Tuvieron sus momentos con la tralla punkarra de “All My Friends Are Dead” o himnos del calibre de “Get It On”, que sonarían bien hasta tocados con castañuelas, pero otros como “Wasted Again” o “Fuck The World” perdían bastante fuelle respecto a las versiones originales. Irregular repertorio, por tanto, aunque consiguieron levantar de lo lindo a la afición con “Age of Pamparius”  o el derroche autodestructivo “TNA (The Nihilistic Army)”. Que vuelva Hank y su tripón.

Cualquier cosa que te hayan contado antes respecto a Iggy Pop podrá parecer simple exageración hasta que no compruebas con tus propios ojos cómo un señor de casi 70 tacos se mueve frenéticamente cual presa de un ataque epiléptico y se golpea el pecho como si fuera Tarzán. Sí, la Iguana de Detroit es una verdadera especie en peligro de extinción, todo un prodigio de la supervivencia que no ha perdido un ápice de aquel descomunal ímpetu de sus años mozos. Tal vez ya no se raje con botellas rotas o le dé por vomitar en escena, pero en algún momento es necesario pasarse del whisky al vodka por motivos de salud, como hizo Lemmy Kilmister, otro colega de su quinta.

Lejos quedaba la gira del ‘Brick To Brick’ cuando recaló en la extinta sala La Real de Oviedo hace más de dos décadas. Aquella noche elevó de inmediato los ánimos con “No Fun”, perteneciente al mítico debut de The Stooges de 1969 y parte fundamental de la historia del rock con mayúsculas. Sin despegarse de esa época, el inmortal “I Wanna Be Your Dog” fue coreado por las entregadas masas a pleno pulmón mientras Iggy blandía el cable del micro como si de un látigo se tratara. Sadomasoquismo escénico.

Enfilado con los temas populares, arremetió con “The Passenger”, otra que todo quisqui conoce gracias a la peli ‘Trainspotting’ antes mencionada y que sonó algo más cabaretera que en estudio. Y en la misma banda sonora también se encontraba la vitalista “Lust For Life”, tras la cual La Iguana tuvo un arrebato sentimental y dedicó un “te quiero, baby” a la audiencia. Hubo una breve concesión a la modernidad con el aire 007 de “Skull Ring”, de aquel disco homónimo en el que se rodeó de jovenzuelos llamados Green Day o Sum 41.

Y glorificó la pederastia en “Sixteen” antes de arrojarse agua por encima. Con una banda de acompañamiento en un muy segundo plano, era impresionante comprobar que el estado vocal de “Mr. Pop”, como lo llamaban los Turbonegro, iba parejo a su forma física, fibroso hasta la médula y que nadie ni por asomo asociaría a la senectud o cualquier tipo de declive. Debe tratarse del mismo pacto con el diablo que ya han suscrito Keith Richards o Lemmy.

La seminal “1969”, que versionaran incluso Sisters Of Mercy, sirvió para que se encendiera de nuevo la corriente en el cuerpo de Iggy y en “Sister Midnight” adoptó la pose de Cristo crucificado mirando al cielo. Lo suyo es lo contrario al postureo, y si en “Real Wild Child (Wild One)” presume de salvajismo, no debería extrañar que el tipo cogiera carrerilla para lanzarse sobre la multitud y levantarse con el dedo en alto gritando “fuck”. Imposible mayor autenticidad.

La vertiente canalla anduvo representada por “Nightclubbing”, pura poesía sobre el hecho tan mágico y rutinario de ir de bares. Echamos de menos “Cry For Love”, pieza que a día de hoy los tipos con criterio todavía siguen pinchando en los garitos góticos, pero nos valió de todas formas el himno a la decadencia “Some Weird Sin”. Un repertorio sin migajas.

Para los bises reservó otro pedazo de historia, “Raw Power”, corte homónimo del influyente redondo de 1973 que impactó en su día a una larga generación que incluye a Steve Jones de Sex Pistols, Nikki Sixx de Mötley Crüe, Morrissey y Johnny Marr de The Smiths, Def Leppard, Guns N’ Roses… La lista es inabarcable. Y en ese también inmortal “I Need Somebody”, que podría haber cantado Jim Morrison, se acercó al burlesque y al canalleo con una clase sin igual.

La guinda a un recital de casi hora y tres cuartos solo podría llegar de mano de un clásico absoluto del calibre de “Down On the Street”, referencia fundamental que abre ‘Fun House’, otra laureada obra con una cohorte importante de seguidores, caso de Nick Cave, Jack White, Joey Ramone o Henry Rollins, entre tantos otros.

Ya lo advirtió el cantante de Cápsula durante su actuación: “Todos somos hijos de Iggy”. Una descendencia que hace tiempo superó la barrera artificial que impone la edad y pasó al terreno de lo inmaterial y lo inmutable de las leyendas del rock. Un limbo que hace suyas aquellas enseñanzas del gurú Bukowski  que decían que estamos aquí para “reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”.

Texto: Alfredo Villaescusa
Fotos: Marina Rouan

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Esta entrada fue escrita por Redacción

6 comentarios

  • Juandie dice:

    Menudas bandas según he leído se dieron cita en dicho festival celebrado en la capital asturiana dando muy buenos shows cada una en especial ese rey de PUNK como es IGGY POP y sus buenos músicos que a pesar de su edad sigue dando clases en directo de maestria con esos temazos tanto de los STOOGES como de su etapa en solitario y por eso arrasa allá a donde les llaman.La única pega a leer dicha crónica que pongo es porque coño VILLAESCUSA critica la actuación de TURBONEGRO porque ya no esté en la banda HANK VON HELVETE.Que no esté desde hace unos años en la banda HANK no quiere decir que los TURBONEGRO hagan conciertos "pésimos" coño!!!

  • x x x dice:

    PERO QUE CANTIDAD DE CHORRADAS PONES , AGUILILLA.

  • Anónimo dice:

    el voceras de iggy pop se a vuelto un poco friky

  • Juandie dice:

    Y me lo dice el más IGNORANTE AMARGAO (xxlll) de toda la peña que opina por aquí cosa que él no hace.Espabilate ya PRINGAO (xxlll)!!!

  • adgonzal dice:

    Lo has clavado!. No puedo estar mas de acuerdo con la crónica. Después de ver a Cápsula cualquier cosa parece poco. Que alguien me diga un grupo mejor que este en directo.

  • talion dice:

    nosotros fuimos desde sestao y debimos de vivir otro concierto,no demasiado contento co9n esta crônica y las fotos me parecen sacadas de la wikipedia

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