CRÓNICA DE LA PRIMERA JORNADA DEL SWEDEN ROCK FESTIVAL

5 junio, 2015 6:17 pm Publicado por  1 Comentario
David Bower de Hell en Sweden Rock Festival de 2015

David Bower (Hell)

De nuevo en tierras nórdicas, un año más nos sumamos a las huestes que viajan hasta el sudeste de Suecia para viviry disfrutar de uno de los mejores y más atractivos festivales del mundo, el Sweden Rock Festival.

Como es habitual desde hace más de dos decenios, las verdes llanuras de Norje/Sölvesborg, la inmensidad del espacio destinado al festival, se llenan de legiones de roqueros provenientes de los cinco continentes, se dan cita la primera semana de junio para celebrar uno de los acontecimientos de rock más intensos, cualitativos e internacionales; y nosotros, cómo no, fieles a querer aportaros puntual información de lo mejor de nuestra música, no faltamos a una cita que año tras año se hace ineludible gracias a la gran fiabilidad de un festival recomendable y adictivo al 100%. Eso sí, cada vez más caro, al menos para nosotros, humildes habitantes de la península ibérica…

Banderazo de inicio  

Como cada año el festival se abre con una fiesta previa, un día en el que se propone un extra a las tres maratonianas jornadas de casi catorce horas de Rock n Roll sin paréntesis, y como cada año, este día sólo tres de los cinco escenarios se ponen en activo para hacernos entrar en calor, y nunca mejor dicho, ya que la temperatura este año aquí no pasa de los 18 grados. Lluvias intermitentes, rachas de viento moderadas y algo de previsión de que jueves y viernes el sol nos dé un respiro y sus rayos nos recarguen de energía… This is Sweden, my friends!

Como decía y como es tradicional, el primer día de SRF sólo tres de los escenarios son los que acogen los conciertos: el menor, el ‘Rockklassiker’, este año formado por una gran carpa y con cambio de ubicación, que ha mejorado el entorno versus su pasada situación, así como la calidad del sonido y la oferta de puestos de comida y merchan a su alrededor; El ‘4 Sound’, escenario que hace cinco años se dedicó a la memoria de nuestro añorado King of Rock n Roll, Ronnie James Dio; y el mayor del día, el ‘Sweden Stage’, púlpito desde el que años pretéritos hemos disfrutado el cierre de este primer día con actuaciones memorables como las que propusieron: U.D.O., Edguy, Uriah Heep o Queensryche…

A las 15:30 el 4 Sound inauguró el festival de forma tranquila, con el blues, el folk, el country y el hard de Kee Man Hawks como portada. El show de esta banda novel en el panorama -pero que ya cuenta con un buen trabajo como presentación, ‘Heading For The Sun’, y ha abierto para Dan Baird (Georgia Satellites)- se basó en temas tranquilos y muy guitarreros, que a base de convencimiento propio supieron llegar y hacernos disfrutar en un inicio algo relegado, pero efectivo.

Tras ello, caminamos hacia el escenario mayor, el Sweden Stage, donde se nos proponía algo poco usual en los escenarios principales del Sweden, una banda de tributo. En este caso la antaño ganadora del clásico concurso de bandas de tributo, los también suecos Hazy/Dizzy. A pocas fechas de las resacas de los conciertos que los maestros AC/DC dieron en nuestro país, y la muestras de entrega que nos proponen otros homenajes a los australianos (The Bon Scott Band, Sin City o The Highway To Hell Band), Hazy/Dizzy se quedan bastante atrás con respecto a lo mostrado en ese sentido en el panorama hispano. Aun así, buenas ganas son las que propuso el cuarteto sueco, que con más actitud que acierto hicieron calentar las gargantas con un setlist en el que destacaron por motivación los himnos: “Thunderstruck”, “Shoot To Thrill”, “Dirty Deeds”, “Rock or Bust”, “Bad Boy Boogie” o “TNT”, quedando otros del repertorio como: “Whole Lotta Rosie”, “Highway To Hell” o “For Those About To Rock” mucho más relegados de lo que nos hubiera gustado escuchar y disfrutar…

De nuevo camino hacia el 4 Sound, esta vez para volver a reencontrarme con unos clásicos de la escena sueca, los ya veteranos Abramis Brama que con la intensidad de un Stoner basado en el sonido setentero (Black Sabbath, Led Zeppelin y guiños a Deep Purple) saciaron las ganas de disfrute que me quedaron ante las anteriores propuestas. Intensos, con buenas sensaciones y una gran pasión, sobre todo por parte del lisiado cantante Ulf Torkelsson, Abramis Brama nos transportaron a la parte más densa y pétrea del Rock n Roll asaltándonos con temas clásicos como: “Mamma Talar”, “Vad Jar Ser” o más recientes como el que da título a la recomendadísima obra que editaron el pasado 2014: ‘Enkel Biljett’.

¡Sensacionales!. La cosa se iba calentando y ya frente al Sweden Stage otra de las bandas de las denominadas de nueva hornada iba a protagonizar uno de los pocos shows en los que las nuevas tendencias tienen representación en el SRF, un festival en el que la buena música, sea del estilo que sea, siempre tiene cabida. En este caso fue el Nu Metal el partícipe de la intensidad propuesta por el cuarteto Lillasyster, banda que sin avergonzarse muestra su debilidad por formaciones al estilo de Korn. Convencieron a una audiencia que fue subiendo de intensidad a medida que los temas más enérgicos de los escandinavos iban escalando, recogiéndose los momentos punta de la actuación con la destilación de temas como: “Total Panic”, “Hardrock”, “Sa Javrala Bra” o especialmente mi favorita, “Kräkas”. No me preguntéis por la versión que hacen del “Umbrella” de Rihanna, por favor…

Ya con el cuerpo repuesto a base de unas cervezas y con remordimientos de conciencia por el sablazo que el consumo de el dorado líquido tiene en el festival (7€ aprox), regresé al ‘4 Sond Stage’ para desnucarme con la propuesta que los reinventados Hell hace unos años que nos dispendian. Parece mentira cómo una banda clásica puede dar tanto de sí en cuanto la barita de un mago como lo es Andy Sneap les pone la punta encima. Aunque, si bien Andy ha sido en gran medida el artífice del retorno y buena evolución de estos clásicos de la NWOBHM, para nada se puede despreciar la actitud, siempre teatral y positiva, que ejerce David Bowel como frontman, y cuya voz consigue elevar al registro de himnos temas como: “The Age Of Nepharious”, “Darkhangel”, “The Quest”, “Plague And Fyre” u “On Eart As It Is In Hell”, himnos que hicieron venirse arriba a la banda y con ella nuestros brazos. Gran lección de Heavy Metal de base.

Con las vértebras ya recuperadas del headbanging y la sangre recorriendo de nuevo mis brazos, era hora de seguir con las emociones que nos proporciona el Rock n Roll clásico, en este caso el de unos Quireboys que nunca nos dan la opción al defraude. Spike y sus chicos tampoco dejaron lugar a la duda. La fiesta sobre el Sweden Stage fue inmensa, Spike estaba… bueno, además de algo pasadito de birras, espléndido, su voz mejoraba con el paso de los minutos y de las cervezas ingeridas. Los sorbos caían en su garganta al ritmo que las nuestras los necesitaban para seguir la amplitud de himnos como: “Roses And Rings”, “Mona Lisa Smiled”, “The Whippin’ Boy”, “I Don’t Love You Anymore”, “Hey You”, “7 O’clock” o “Sex Party”... Comunicación y Rock n Roll se unen siempre a la rasgada voz de un Spike que nunca decepciona y siempre nos deja con las ganas de más.

Spike (Quireboys) en el Sweden Rock Festival de 2015

Spike (The Quireboys)

Pocas, muy pocas, son las ocasiones de poder disfrutar de uno de los grandes nombres del Rock n Roll como lo es el de Jon English. ¿Recordáis Jesuchrist Superstar con “Heaven On Their Minds”…? Fue por eso –no por la canción, sino por la falta de oportunidades de verle- que no quise perderme su actuación y decidí retrasar mis ganas de desbarramiento para el concierto de final de jornada; el de los daneses D-A-D. Antes; pasando de largo del 4 Sound Stage, no sin mucha pena ya que a la misma hora iban a actuar los pasionales Evergrey, arribé al Rockklasiker Stage, lugar en el que el motivado Jon nos propuso un concierto de corte intimista sobre las tablas del cubierto escenario, un espacio que se llenó con un pleno cómodo para disfrutar del Rock n Roll, el Folk, el AOR y hasta de partes de Pop Rock de forma tranquila y relajada, teniendo como pretexto hits como: “I’m A Survivor”, la inevitable versión del “Turn The Page” de Bob Seger, la también versión del “Behind Blue Eyes” de The Who, o sus clásicos “She Was Real”, “Heaven On Their Minds”, “Against The Wind” o el superhit “Six Ribbons”.

El de Jon fue un buen concierto, que me sirvió para reconducir las fuerzas y disponerlas para el asalto final, que como apunté se dio en el espacio del Sweden Stage con unos D-A-D a los que les faltó su extremo bajista Stig Pedersen, quien hace pocas fechas se rompió un brazo durante una actuación en Copenhague y ha tenido que ser sustituido por el guitarra Dane Soren Andersen (en esta ocasión su posición en la banda es la de bajista). Daren es ya conocido por haber estado acompañando a Mike Tramp, y seguro que no tanto, por conducir a su propia formación: los intensos Electric Guitars. Cumplió con el cometido propuesto, pero seguro que todos echamos mucho de menos los gestos, los cambios de indumentaria y los bajos de dos cuerdas de un Stig que siempre supone un contrafuerte en los directos de unos D-A-D, que en esta ocasión, y a mi humilde parecer, no acertaron en la elección del setlist. Padeció la falta de esos clásicos que nos dejan tan afónicos y desvaídos que incluso Carpanta nos daría parte de su cena para reponernos. Los hermanos Binzer, Jesper y Jacob –cantante y guitarras, respectivamente-, supieron reconducir la falta de la simpatía de Stig por la enérgica puesta en escena de Dane y creyeron oportuno dar algo de contundencia a su directo, apostando en el set más por temas de gran intensidad y alargados -como lo fueron: “Overmuch”, “A new Age Moving In”, “Reconstrucdead” o “Monster Phylosophy”-, que por sus clásicos; aunque sí comparecieron, lo hicieron demasiado espaciados entre sí. Sonaron “Jihad”, “Girl Nation”, “Grow Or Pay”, “I Wan’t Wath She’s Got”, “Laugh And A ½” (interpretada con los dos hermanos con acústicas y a capella), o “Craziness”. El clima (frío, lluvia y algo de viento), la hora, la falta de Jesper y la pasividad del público nórdico en nada ayudaron a que los temas más poderosos de los daneses motivasen lo merecido por una banda que se entregó, y que incluso llegó a quemar la batería de Laust Sonne tras su solo, pero que no consiguió llegar fácilmente a una audiencia que prefirió los éxitos del inconmensurable ‘No Fuel Left For The Pilgrims’ o el grandioso ‘Riskin It All’ para apoyarles. Por mi parte, y como siempre ha sido cuando he tenido la oportunidad de verles, me lo pasé muy bien con ellos; aunque esperaba ese “Camping In Scandinavia” con el que hace unos años D-A-D hicieron enloquecer a todos los que estábamos ante el Rock Stage, en lo que fue uno de los mejores conciertos que he visto en ese escenario. Final de una muy buena jornada que esperemos vaya en in crescendo en los tres días que aún restan.

Texto y fotos: Josep Fleitas        

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pues para ser su primera jornada de tan prestigioso festival pocas bandas de renombre actuaron aquel dia excepto los grandiosos ingleses QUIREBOYS que siempre están a la altura ya sea en una sala de nuestro país o en cualquier festival europeo junto con el resto que en sus estilos tampoco estuvieron nada mal según he leído.Espero que el segundo dia sea algo más fuerte en su cartel!!!

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