Crónica de la primera jornada del Primavera Sound 2017: Maratón musical
2 junio, 2017 5:08 pm Deja tus comentariosParc del Fórum, Barcelona.
La primera jornada 'oficial' de este año se despierta con 14 escenarios que aparecen en el dossier y un nuevo emplazamiento para conciertos secretos. El Primavera Sound ya no necesita demostrar nada. Es uno de los cuatro referentes mundiales en la lista de Coachella y los primos Reading/Leeds. Así pues programa bandas y grupos de toda índole acogiendo público de géneros dispares. La gran sorpresa de este año es que la semilla que plantó en 2006 Lemmy con Motörhead ha crecido de forma exponencial. Y si en ediciones anteriores disfrutamos de lo lindo, pero en dosis menores, este 2017 será un desfase para los amantes de la negra vestimenta y los sonidos guturales.
Llegamos al recinto del Fórum a las 19:00, justo para ver a los chilenos Adelaida destrozar el escenario Night Pro y encender la mecha necesaria para aguantar hasta altas horas. El trío recuperó, en un curioso momento y guiño al público, la melodía de Twin Peaks. Potencia y resolución en formato reducido. Visitamos el nuevo escenario Mango para escuchar los compases finales y la ovación de una audiencia ya creciente con Triángulo de Amor Bizarro. Fuimos a disfrutar de Julia Jacklin en el pequeño pero acertado escenario Adidas Originals. Demasiado azúcar en unas guitarras con riffs resultones y, cuanto menos, acertados. Nuestros planes se truncaron al saber que Arcade Fire harían un secret show en el escenario Primavera. Nos aproximamos a las inmediaciones y nos acompañó como BSO el proyecto This Is Not This Heat. Vimos colas y un escenario adjunto cuál cuadrilátero de la saga Rocky. Se leía en todas las esquinas EN. Nadie de la organización soltaba prenda pero ver a Gabi Ruiz, la batuta del PS17, en sus cercanías y en buena posición nos hizo decidirnos a entrar. Rebautizados como Everything Now, su nuevos single, hicieron un set sin pretensiones y desnudos de sus artificios habituales. Me hicieron dibujar una sonrisa que hacía tiempo no despertaban en mí. Broken Social Scene (escenario Ray-Ban) y sus dos últimas canciones sirvieron de melodía para acompañar nuestra cena y digerir la comida antes de encarar el estruendo de GOJIRA en el escenario Primavera. La primera fecha europea de la gira MAGMA dejó alucinados a hipsters y presenció una buena marea negra de heavies en el asfalto del Parc del Fórum. Los franceses son unos perfeccionistas y girar con bandas como Lamb Of God, les ha hecho escalar en poder y técnica. Sin fisuras.
Tom Araya/Foto: Sergio Albert
Y llegó el momento de la noche. Bon Iver regresaba al festival con su proyecto principal. Justin Vernon tocó gran parte de su repertorio actual y dejó la canela de hits para el final. El listado se filtró unos minutos antes y decidimos acercarnos a los The Afghan Whigs de Greg Dulli que, pese a mostrar un estado de forma mejorable, tiene en su haber un repertorio desgarrador. Más tarde, pudimos saludarlo y es todo un gentleman pese a la oscuridad de sus letras.
Win Butler/Foto: Eric Pamies
Señoras y señores, SLAYER en una hora desmanteló el escenario Mango donde años atrás, Nine Inch Nails nos dejó estupefactos. Su potencia, su determinación, su superioridad y toda su entereza fueron la música perfecta para los walls of death que más han marcado la historia del festival. Tocaron quince minutos menos de lo anunciado, pero tuvieron suficiente para dejar una marca imborrable en la historia del evento. La única pega seria que nos visitasen con más frecuencia. Necesarios se queda corto. Tras ellos bebimos de la nostalgia de The Damned (adidas originals) que cobran protagonismo por su historia en sí y porque en la gira actual de Guns N' Roses se oye 'New Rose'. Un chupito de Dave Vanian y Captain Sensible, y un trago de The Black Angels (Ray Ban), nos dieron el empujón definitivo para afrontar la recta final de la noche más larga de las tres jornadas. Queríamos ver a los Converge de Jane Doe y a los industriales Skinny Puppy, pero todo el mundo habla de King Gizzard & The Lizard Wizard. Tres canciones sirvieron para callar mi boca. Gran propuesta que merece de gira en salas y llenos totales. “Flying Microtonal Banana” (Heavenly Recordings, 2017) merece un castillo. Bravo por los de Melbourne.
Nos despedimos cojos y cansados con un Jacob Bannon descafeinado. Tal vez por la hora del concierto. El sonido de la banda tenía empaque, la voz no conseguía destrozar nuestros tímpanos. Las expectativas altas juegan malas pasadas. Quizás la vez que los vi en el Resurrection estaban muy cabreados y se comieron con patatas al personal, alcanzando la gloria. Casi 200 artistas en una semana. Decenas de kilómetros andados durante noche y día. El Primavera cumpla la mayoría de edad. Nos hacemos mayores.
Texto: El Nerdo
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