Crónica de Fernando Bazán: Talento inclasificable

27 abril, 2017 5:50 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Costello, Madrid

Él mismo, ni más ni menos. Parecido a muchos y diferente a todos. Así es este artista onubense, que recaló en Madrid el miércoles de una semana complicada como es la posterior a semana santa para desenvainar en el escenario de la céntrica Sala Costello las variopintas composiciones que construyen su último disco, ‘Abiogénesis’, cuya presentación en vivo alcanzará un punto álgido el próximo 18 de mayo en el Gran Teatro de Huelva.

Acompañado de dos aventajados guitarristas, un atento bajista y un firme batería, Fernando Bazán se plantó sobre el tablado dando buena cuenta de su inabarcable descaro desde el primer minuto. Con una presencia escénica descomunal, casi desconcertante teniendo en cuenta las dimensiones reducidas del tablado y el lamentablemente escaso público presente, el vocalista se presentó junto a su guitarra para dar comienzo al show con “Absurdo”, primero de una larga lista de temas con un denominador común impepinable, el expresivo y enjundioso contenido de sus elaboradísimas letras.

Los elementos disparados en el concierto de un artista que tira mucho de efectos de sonido y pasajes de teclado fueron una constante durante toda la velada y adquirieron un gran protagonismo justo después, cuando una larga serie de cortes de radio precedió a “Da igual”, un alarde de efectividad en clave de spoken word que desemboca en un pegadizo estribillo arropado por la garganta de todos los presentes. La letra, una vez más, no tiene desperdicio ninguno.

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Muy comunicativo con el público, Fernando Bazán le agradeció su venida un día tan complicado e hizo gala de su afilado sentido del humor antes de afrontar con ostentoso desparpajo la cabaretera “Por el balcón”, aliñada con un buen puñado de simpáticas y elocuentes poses por parte del protagonista. Al ritmo de la rumba más rockera sonó a continuación “Salí a la calle”, otra gran demostración de creatividad letrística con un mensaje siempre en las antípodas de lo baladí. Ironizó con la ausencia de gente que hay en la calle en Zamora en el mes de enero con afable acidez antes de presentar al primer colaborador de la noche, José Ruiz, cuyo canal de YouTube recomendó y que, una vez halló la letra sobre el atril mientras bromeaba, cantó en “Rumbita triste”.

Fernando-Bazan-4Con surrealismo a punta pala, Fernando Bazán comentó que tenían en el ordenador “unas chicas desde California, Estambul”, aludiendo a las voces femeninas en off que gritaban: “¡¡¡Amnesia!!!”, antes y durante la canción a la que el alarido presta su nombre. En este punto hacía rato que el más avezado crítico musical se habría perdido por completo a la hora de catalogar la propuesta en liza sin enrollarse como una persiana o ramificarla durante diez minutos. Es fácil, no le des más vueltas: inclasificable. Si no me crees, escucha un disco de seguido y me lo cuentas.

“Amigos, ¡yo me cago en el amor”, proclamó Bazán antes de otra descarga de ingenio en forma de canción, “En el amor”, que dio paso a la grandiosa “Algo estamos haciendo mal”, otra combinación entre sustancial spoken word, con un discurso realmente curioso, y un estribillo que una vez es escuchado, se queda adherido a la mente cual lapa. Acto seguido, “Franky” nos hizo añorar la presencia física de un teclista, si bien el escenario no daba para mucho más.

Fernando-Bazan-3“No tengo alma” sonó desnuda y acústica, abarcando todo el protagonismo el artista, que acto seguido nos conminó a no fiarnos de la gente en “Mentiras”, con otra letra de sobresaliente. Fue entonces momento de presentar al resto de integrantes del grupo, uno de cuyos guitarristas tocaría con los sevillanos The Strangers en pocos días y aprovechó para darle bombo al concierto, así como a la los responsables del sonido.

El concierto iba aproximándose a su conclusión pero aún quedaban en el cargador algunas excelentes balas líricas y musicales como “A los locos”, con la participación como invitado de Antonio Hernando. Fue sucedida por “Solos”, en la que Fernando, en muchos tramos del concierto sin guitarra, empuñó por vez primera la eléctrica invirtiéndose los papeles con sus guitarristas, que interpretaban sendas acústicas. Evocó a continuación con tono hilarante la situación en la que “uno va a trabajar pronto por la mañana y en el metro ve cada señor maleducado y cada piba que flipas”, momento en el que, en palabras del autor, “te dan ganas de sacar el bate y la porra”, todo antes de apelar a nuestra solidaridad para que comprásemos alguno de los parches solidarios cuyos beneficios destina a tres ONGs con diferentes objetivos, entre ellos las personas necesitadas en Guatemala o en el Sáhara Occidental. Ahora sí, sonó “Desde por la mañana”, otra pieza colmada de sagacidad, sentido del humor y surrealismo. Con un trasfondo de swing, cada uno de los músicos tuvo la oportunidad de lucirse de lo lindo, todos a excepción del bajista, que aprovechó su momento para tirar de cachondeo andaluz y hacer un solo… de voz.Fernando-bazan-2

Retomaron el pulso rumbero con “Para siempre jamás”, en la que el spoken word vuelve al primer plano, para despedirse con “En el borde del abismo” y la sensacional “Otro maldito viernes”, de nuevo con voz narrativa sobre una guarnición musical y con una frase escalando sobre las demás: “no hay futuro”. Por el contrario, Fernando Bazán tiene mucho, muchísimo futuro si sigue exhibiendo con tamaño descaro y originalidad el tremendo talento que la música y la pluma han depositado en él. Lo que parece claro es que nunca pondrá diques de contención estilística a su creatividad.

Texto y fotos Jason Cenador

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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