Crónica de Devin Townsend Project + Leprous: Talento desbordante
31 enero, 2017 6:40 pm Deja tus comentariosTrix Antwerpen, Amberes (Bélgica).
Por fin llegó una fecha que había estado esperando desde hacía ya tiempo: el día del concierto del maestro Devin Townsend en Amberes (Bélgica), la primera parada de la gira europea del conjunto canadiense.
Una banda como Devin Townsend Project necesita unos teloneros acordes a su nivel. En este caso fueron los noruegos Leprous quienes tuvieron el honor de abrir la noche.
Para aquellos que no la conocen, es la antigua formación de acompañamiento del multiinstrumentista Ihsahn, también conocido por ser el líder del grupo de black metal Emperor. Sin embargo, han conseguido labrarse su propio nombre en el mundo del metal progresivo y vanguardista gracias a dos discos fenomenales: 'Bilateral' (2011) y 'The Congregation' (2015). Así que, en mi humilde opinión, igual que hay muchas bandas sobrevaloradas, esta es una de las que están subestimadas.
Esta vez los noruegos fueron los únicos encargados de abrir para Devin, ya que en los siguientes conciertos Between the Buried and Me también lo hará. Con 45 minutos por delante (o al menos así lo indicaba el cartel que había al entrar en la sala), inician el set con “Foe”, uno de los mejores temas de su álbum 'Coal' (2013). Es ideal para ir calentando a la gente, ya que aparentemente muchos de los allí presentes no los conocía. Relativamente tranquila y con una pizca de melancolía con la que el cantante y líder Einar Solberg exhibe todo su talento.
Después de este relajado arranque, el set continuó con una serie de sencillos presentes en el último LP de la banda, "The Congregation", que optó a los Premios Grammy noruegos, los Spellemannprisen. El sonido de los instrumentos y las voces sonaban casi como una reproducción, puesto que el único indicio que hubo de directo fue el rumor de la audiencia. Poco a poco fue quedando cautivada por la calidad y quedó demostrado con una sala atiborrada que pasaba de ir al bar por mucho que los que estuviesen actuando fuesen los teloneros.
A las 21:15 de la noche llegó la hora para el maestro: el momento de arrancar la gira europea de 2017. El lugar ya estaba completo y unas 1.100 almas esperaban impacientes el concierto de Devin Townsend Project. El escenario estaba decorado con sobriedad y con una pintura del artista Anthony Clarkson detrás de la batería. La reproducción dejaba ver a la diosa Gaia sentada en posición de loto sobre el mundo, sosteniendo un sol en una mano y una luna creciente en otra, con un cordero en su regazo y unos cuernos de búfalo en su cabeza; una imagen un tanto religiosa o espiritual que me hace pensar principalmente en imágenes del hinduismo. Delante de ella, se sentaba el excepcional batería canadiense de padres holandeses Ryan Joost van Poederooyen.
El propio Devin Townsend subió al escenario con una chaqueta de traje y su inseparable guitarra personalizada Framus, dotada de un triángulo invertido iluminado por debajo del puente y el logotipo de Devin Townsend Circle a la altura del traste 12. Una vez que saludó al público y recibió un dibujo de una aficionada en la primera fila, arrancó el show con "Rejoice", una de las más famosas canciones de 'Blue Sky', el penúltimo disco del conjunto.
Tras poco más de diez minutos pudimos escuchar la primera canción del nuevo álbum 'Transcendence', a la que siguió "Stormbending" y "Failure", con las que el líder se explayó con toda su potencia vocal. Siguieron con una mezcla de temas de diferentes épocas de la carrera de Sr. Townsend, entre otras, "Hyperdrive" (lamentablemente sin la deslumbrante Anneke van Giersbergen al micrófono) y la magnífica "Where We Belong" de 'Epicloud', la única de este CD que tocaron.
El público estuvo entusiasmado desde el momento en el que dio comienzo la actuación, y no es para menos si tenemos en cuenta el estilo característico de Townsend: un muro de sonidos dramatizados, atmosféricos, sinfónicos, progresivos y sobreproducidos acompañados de una voz que alcanza cinco octavas.
Justo después de pasar la mitad del set oímos la a veces teatral "Planet of The Apes”, que se extendió tanto tiempo que llegó a salir humo de la guitarra de Townsend, que se decantó esta vez por la inmensa Ziltoid V Framus de siete cuerdas con luces LED en las partes laterales.
Después de "Ziltoid Goes Home" tuvimos la oportunidad de escuchar por primera vez en la historia de la banda "Suicide" en directo, un tema del final de su periodo de Strapping Young Lad, la anterior formación. Tres cortes siguieron para cerrar el set, tras los cuales el cantante agradeció al público haber acudido.
En resumen, en este concierto pudimos ver a un Devin Townsend mucho más humano y comunicativo que en giras anteriores. Llegó incluso a informar a los presentes de que se sentía algo débil debido a un largo viaje, pero esto no impidió que saliese unos minutos después para emprender la ronda de bises con “Ih Ah” y “Higher”. Al salir me tropecé con varios músicos conocidos y no me sorprendió en absoluto que todos ellos hubieran flipado con lo que habían visto esta noche.
Texto y fotos: Hughes Vanhoucke
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