Crónica de Burning: Eternos

27 diciembre, 2016 12:53 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Sala But, Madrid.

Ir a ver a Burning en directo siempre es un espectáculo. Da igual que el bolo empiece una hora después de abrir puertas (sin teloneros) o que tenga lugar un jueves laborable en la semana más concurrida del año para las clásicas cenas de navidad de empresa. La sala But se llenó para ver a una de las bandas más longevas y míticas de nuestro país. Y, por supuesto, los de Johnny no defraudaron.

En la última crónica que hice lancé una pullita en contra de la asistencia de niños de muy corta edad a las salas, a los que la música se la suele traer al pairo y que, en mi opinión, quitaba un poco de ese ambiente de concierto de rock. Planteaba la cuestión de si quizás el problema radicaba en que no había fijada ninguna edad mínima para asistir, algo que corroboré nada más entrar en But. Qué bonita estampa la de ver a padres, seguramente muchos de ellos ex melenudos, disfrutando en directo con sus hijos (ya en edad de apreciar la música) de muchas de las canciones que han marcado una época en la historia del rock nacional, y que forman parte de la banda sonora de la vida de un buen puñado de personas (entre las que me incluyo). Junto a esta gente que podríamos encuadrar en la franja de entre los treinta y los sesenta años aproximadamente, que eran lógicamente la inmensa mayoría, se avistaban grupos reducidos de chavales que apenas superaban la veintena, dignificando el legado de un grupo al que ya contemplan cuarenta primaveras, algo que su líder y único superviviente de la formación original, Johnny, se encargó de recordar en varios momentos del concierto.

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Precisamente arrancó el show con uno de los temas míticos de la banda, “Las chicas del drugstore”, lógicamente muy distinta de la versión original con Toño y Pepe Risi dentro del grupo (DEP) y con el público todavía un poco frío por la larga espera desde que entraron en la sala hasta que comenzó a sonar la música. Manteniendo el espíritu setentero de la banda, se presentaron tanto Johnny, piano, como las dos guitarras, Nico Álvarez y el mítico Edu Pinilla, y el bajo Carlos Guardado, con gafas de sol a pesar de que el concierto era en un lugar cerrado. El propio Johnny (Carabanchel) se encargaría, más adelante, de presentar a los componentes actuales del grupo, señalando el barrio de procedencia de cada uno de ellos; Nico de Usera, Edu Pinilla de Vicálvaro y Carlitos de Moratalaz. La formación la completaron dos baterías, con el uruguayo Kacho Casal en la principal, y Mike Slingluff al saxo.

Continuó el concierto con “Bestia azul”, temazo de su último disco de estudio ‘Pura sangre’ (2013), que poco a poco se está convirtiendo en otro de los clásicos de Burning a pesar de la distancia que lo separa de los anteriores. Con “Jim Dinamita” la gente terminó de encender una mecha que se mantuvo encendida hasta el final del bolo. Se sucedieron “Baila mientras puedas”, “Jack Gasolina”, “Entre tus brazos” y “Tú te lo llevas todo”, tras la cual Johnny, que alternaba piano con pandereta y voz solista, se dirigió al público para remarcar “lo que mola tocar en Malasaña”, zona a la que consiguieron trasladarse los Burning en los años ochenta y que supuso un sueño cumplido para la banda.

Previa “Águilas”, que contó con un solo maravilloso de saxo de Mike, llegó el momento piel de gallina y primeros ojos llorosos de algunos de los asistentes: “Qué hace una chica como tú en un sitio como este”, quizás la balada más conocida de la historia de la música en España. Casi sin tiempo para asimilar las emociones, llegó el momento de volver a mover el cuerpo con “Weekend” y “Rock’n’Roll Mama”, otro de sus clásicos del 78 y para la que hizo acto de presencia por la sala el humorista manchego Raúl Cimas, declarado acérrimo seguidor de la banda. Vuelta al ‘Pura sangre’ con “Todo a cien”, que contó con unos bises larguísimos (parte en la que quizás Johnny se encontró más cómodo de todo el concierto) y “Corre conmigo”. Entre medias de estas dos, otra de balada con “Huracán”, momento nuevamente muy emotivo en el que Johhny (¿amenazó?) con comernos el morro a todos. “Muévete en la oscuridad” y “Ginebra seca”, en la que se realizó la presentación de la formación antes mencionada y que terminó en sus bises con el estribillo del “(I Can’t Get No) Satisfaction” de los Rolling, dio paso a “Esto es un atraco” y “Es especial”. Con toda la gente en pleno éxtasis por lo que supuso la consecución de dos de sus temas más reconocidos, se marcharon al backstage durante unos minutos para, ante el griterío de la gente, volver con una botella de champagne bajo el brazo, cuyo contenido vertió Johnny sobre el público. Javier Andreu (La Frontera) saltó junto a ellos al escenario para aportar armónica y voz en “Mueve tus caderas”. Y claro, volvió el éxtasis.

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Un éxtasis que deceleró un poco cuando Johnny se atrevió con unas palabras en las que se planteaba si aquel momento, ante su gente y en su ciudad, podría ser el momento perfecto para decir adiós a una trayectoria de cuatro décadas, antes de arrancar con los primeros acordes de “Pura sangre”. Las dos horas de concierto llegaron a su fin con “No es extraño que tú estés loca por mí”, “Nena” y “Una noche sin ti”, coreada en su totalidad por el público mientras Johnny se aquejaba de la voz y se reverenciaba ante la gente que abarrotó la Sala But, en pleno corazón de su querida Madrid.

Lógicamente, los años no pasan en balde para nadie, y esto se pudo notar en algunos detalles de Johnny, como el tener que mirar el setlist al comienzo casi de cada tema o llegar tarde a la entrada de algunas canciones, además del tema de la voz antes señalado por él mismo. Pero es que ese sonido, esas maneras de Johnny, ese ambiente en la sala de gente rememorando los buenos tiempos (algunos con sus hijos) y disfrutando como auténticos veinteañeros.... son cosas muy difíciles de hacer llegar a través de un texto. Cada concierto es único, porque no sabes en qué momento puede llegar ese día en que Johnny diga “hasta aquí hemos llegado” y cuelgue el piano. De momento sabemos que eso no va a pasar, y es que Burning confirmó recientemente una ampliación de su gira ‘Vivo y salvaje’ por el territorio nacional durante la primera mitad del próximo año.

Mientras volvía a casa en el metro me asaltó la duda: ¿Habrá continuado Johnny con la fiesta en Malasaña o se habrá tomado unas cervezas en su bar de Aluche y a la cama? Cuarenta años del rock & roll. Dos leyendas que se quedaron en el camino y una tercera que sigue manteniendo vivo el espíritu de la banda en los últimos coletazos del 2016. Espero haber conseguido transmitir con estas líneas un 1% de lo que sentí yo esa noche… Pase lo que pase, hagan lo que hagan, eternos.

Texto: Manu Gamarra
Fotos: Charly Rock N’ Roll

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