Crónica de Babymetal en Boston: Satisfacción y confusión

Muchos no conocerán esta banda nipona; la suelen llamar banda “idol”. Lo que pareció una broma de hace pocos años cuando salieron con el video “Gimme Chocolate” es ahora una verdadera sensación mediática que ha llegado hasta salir en hora punta en el programa americano “The Late Show” de Stephen Colbert recientemente. Es complicado describirlos, pero personalmente creo que son un batido de música anime, power metal a lo Dragonfoce y momentazos death metaleros, todo ello edulcorado con una parafernalia temática basada en el dios zorro del metal (lo cual acompaña la versión alternativa de hacer los cuernos que las cantantes reproducen), que puede ser lo más cercano al fanatismo manowariano que algunos pudieron sufrir (un servidor incluido) en tiempos mozos. ¿Confundido? Yo también, pero seguro que, como yo, algo de interés os estará despertando en el cuerpo.

Babymetal venía de Nueva York de comenzar su gira americana presentando su último disco titulado “Metal Resistance” (¿qué os dije?). Boston fue una fecha añadida a posteriori de anunciar su gira (visto que han ido dejando sold out casi todas las salas durante las primeras fechas) y dado que el interés era muy grande, lo que menos se esperaba es que la sala no estuviera sold out. Llenazo. Casi 2000 personas.

Fotos no estaban permitidas, así que tuve que dejar a mi compañero de juergas y conciertos en casa afilando las lentes. Los periodistas tenían acceso a una sección que ofrecía una vista perfecta desde el primer piso. No hubo banda telonera, lo cual creo que es petición explicita de la banda (creo que no habría grupo telonero para cuadrar con esta banda, así que mejor). ¿El concierto? Pues, aunque me cueste decirlo, tras verles en Londres en 2014 y ahora en 2016, voy a tener que abrir mi corazón y compartir con los lectores del MariskalRock que me parecen: a) profesionales de arriba abajo; b) músicos técnicamente impresionantes; y c) reyes de gestión de marca de banda. ¿Entonces? Muchas bandas de la escena deberían aprender a saber ejecutar como esta gente ejecuta sus conciertos, sea como sea el estilo que tocan, y sea o no algo que te pueda gustar o que esté dentro de los límites de la música rock y metal.

Con unos 45 minutos de retraso, motivados por un problema técnico, el concierto comienza con “Babymetal Death”, canción perfecta que sirve de introducción instrumental, con la banda de músicos en el fondo y dejando paso a las tres jóvenes cantantes para que ocupasen la parte frontal de la escena. Son una cantante principal, Sumetal, y dos baliarinas-cantantes, Yuimetal y Moametal, quienes principalmente dan apoyo de baile y espectáculo a Sumetal.

El público es una mezcla de adolescentes enloquecidos porque pueden ver a sus ídolos japoneses (como si sobre una serie manga fuese el asunto) acompañados de sus padres con caras algo descuadradas, así como metalheads en toda regla que podrías  encontrar haciendo headbanging con Slayer y Iron Maiden. Perdidos aquí y allí hay chicas vestidas de lolita, así como algun que otro disfraz de Pokémon o Power Ranger. Muy apropiado para la noche.

Van descargando temas como “Doki Doki morning”, “YAVA” y “Awadama Fever”. Las coreografías están perfectamente coordinadas y combinan bailes de lo más cursi de adolescentes alocadas como headbanging cute (lo siento, no hay palabra en español para traducir esto literalmente, si bien lo más cercano sería “headbanging lindo”) acompañando a los riffs de guitarra y bombazos de la batería de la banda.

Los músicos se marcan una canción de solos. Os pongo en situación. Los músicos de la banda llevan todos una especie de kimono blanco que conjunta con sus caras completamente maquilladas de blanco y ojos negros (al estilo del niño de la famosa película The Ring). Estos músicos son los metaleros de la banda y los que componen toda la música, y como tal, se marcan una canción de solos de cada instrumento: dos guitarras, bajo y batería. Muy a modo de una banda de culto. Solo os digo que muchas bandas potentes actuales querrían tener el nivel de ejecución que esta tiene en directo.

El festival sigue con la parte interesante del concierto. Más de la mitad llevamos y un servidor ha podido contar al menos dos pogos por canción y crowdsurfing a niveles extremos. Boston está entregada y completamente vendida al poder de Babymetal. Yo también, y lo firmo donde se me diga.

Ahora sí, los bombazos del grupo llegan. “Karate” enloquece al público, “Megitsune” es una metralleta metalera endulzada por la voz de Sumetal, y “Gimme Chocolate!!” ofrece la mejor oportunidad para hacer cantar al público.

Parón y el grupo vuelve con “Road to Resistance”. La mejor comparación que se puede hacer con este tema es decir que podría encontrarse en cualquier disco de Dragonforce: solos a velocidades extremas y melodías de los más pegadizas.

Termina esta bacanal musical, artística y teatral. ¿Satisfecho? 100%. ¿Confuso? 100%. Me cuesta admitir que este grupo tenga temas que quiera escuchar y re-escuchar. Los temas tienen ingredientes de casi todos los estilos que adoro. La voz femenina en japonés me hace sentir como un niño cuando veía Bola de Dragón. A nivel de ejecución y actuación, el grupo es perfecto. La imagen que venden es la imagen que ofrecen, y la explotan por todos sus ángulos. ¿Buen concierto? 100%. Os emplazo a darles una escucha.

Texto: Javier Sanz Fernandez
Fotos (Londres): Amuse Inc.

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