Por qué Rock In Rio es más importante de lo que crees
Blog: Mariano Muniesa
23 enero, 2017 1:22 pm Deja tus comentariosHoy es una franquicia que ha perdido prácticamente todo lo que tuviera algo que ver con su espíritu original, pero en 1985, en su primera edición, y aunque ya algo menos en 1991 y 2001, los tres primeros grandes festivales Rock In Rio que acogió la ciudad brasileña son ya capítulos muy significativos de la historia del rock, en donde se vivieron momentos inolvidables, conciertos apoteósicos y que, sobre todo, resultó crucial para que América Latina entrase en la escena internacional de los grandes conciertos. Y desde nuestra revista, nunca dejamos de estar presente, en especial a través de Mariskal Romero, en esas históricas citas.
ROCK IN RIO: CUANDO AMÉRICA LATINA SE PUSO EN EL MAPA MUNDIAL DEL ROCK
Un 23 de enero de 1991, Guns N' Roses, Judas Priest, Megadeth, Queensrÿche, Sepultura y Lobao lo dieron todo en el Estadio de Maracaná: una excusa perfecta para desentrañar el desarrollo de este importantísimo evento.
1985: LA UTOPÍA HECHA REALIDAD
El primer Rock In Rio, celebrado en enero de 1985, el más recordado y que ha quedado para la historia como el más grande por muchos conceptos, fue el sueño de un ambicioso y visionario empresario, Roberto Medina, que quiso que el Brasil de los años 80 entrase en el mundo del rock aprovechando que tras la caída de la dictadura militar que llevaba 20 años acaparando el poder. Tanto el ansia de libertad del pueblo, como el final de las restricciones que los sucesivos gobiernos militares imponían a toda actividad cultural que pudiera ser considerada “subversiva”, harían posible que el país se abriera al exterior. No fue casualidad que aquel primer Rock In Rio tuviera lugar justo en enero de 1985, cuando el país celebró sus primeras elecciones democráticas en 21 años.
Se construyó en la localidad de Jacarepaguá, al noroeste de Río, un formidable recinto al que se bautizó como “Ciudad del Rock”, con capacidad para 250.000 personas que se llenó hasta los topes los diez días (11 – 20 enero ) que duró aquel primer festival, con lo que se calcula que la asistencia global supero el millón y medio de personas. En un clima de alegría por la libertad recuperada, fiesta e ilusión, en pleno verano austral, mucho de lo mejor del rock mundial en aquel momento proporcionó a Rock In Río la vitola de uno de los acontecimientos más fastuosos de la historia del rock de los años 80, con un acusado protagonismo del heavy metal; además de Queen, Yes, Rod Stewart, James Taylor, George Benson o The B-52,
AC/DC –que dieron allí el último concierto de la gira mundial de ‘The Flick Of The Switch’- Iron Maiden, Scorpions, Whitesnake y Ozzy Osbourne hicieron actuaciones que enloquecieron al público brasileño que convirtió en una inmensa fiesta aquel evento, en el cual también figuras de la música nacional, como Gilberto Gil, Os Paralamas Do Suceso o los “Baron Rojo” brasileños, Barao Vermelho, tuvieron la oportunidad de hacer conciertos ante una audiencia absolutamente masiva.
Fue con diferencia el mejor organizado, el que concitó más nombres de verdadero relieve y a partir del cual, Brasil y más tarde, a medida que Argentina, Chile o Uruguay iban liberándose de sus regímenes de dictadura militar, entraron en la escena internacional del rock. Años más tarde se supo que se ofreció a Paul McCartney participar, pero que no hubo acuerdo económico debido a las astronómicas cifras que el ex – Beatle pedía por su actuación; también se contactó con los Rolling Stones, pero ante la situación en aquel momento de broncas, discusiones y enfrentamiento entre Mick Jagger y Keith Richards, que por aquel entonces ni siquiera se hablaban, resultó imposible que los Stones hicieran una tregua para poder formar parte de aquel inmenso acontecimiento.
1991: DEL SUEÑO A LA PESADILLA
La segunda edición de Rock In Rio no tuvo ni el glamour, ni la brillantez ni la excelente organización que caracterizó al primer festival. En 1991, la situación política y económica en Brasil era muy conflictiva. La delincuencia y la violencia dominaban la escena y la atmósfera idílica del 85' era tan solo un lejano recuerdo. Esta vez el festival no volvió a la “Cidade do Rock”, sino que hacinó a miles y miles de personas en el estadio de Maracaná, que no estaba lo suficientemente habilitado como para poder acoger a aquella multitud durante diez días.
Para colmo de males, en enero de 1991, en medio de una atmósfera internacional muy conflictiva, se desató la I Guerra del Golfo, en la que Estados Unidos dirigió una vasta operación militar contra el ejército de Irak, que había ocupado el emirato de Kuwait en agosto del año anterior. Las amenazas de grupos extremistas islámicos de atentar en occidente como respuesta a la agresión militar americana y la propia incertidumbre a todos los niveles que se había generado con el inicio de la guerra hicieron que muchos grandes grupos cancelasen su actuación o rechazasen las ofertas que desde el entorno de Roberto Medina se les hizo para participar. De tal suerte, y aún cuando hubo una nutrida presencia de celebridades del pop tales como Prince, A-ha, George Michael, Lisa Stansfield o The New Kids On The Block, del mundo del rock solo destacaron Joe Cocker, Santana, Billy Idol, Judas Priest –de quienes no se recuerda una actuación memorable en aquel show- Sepultura y Guns N’ Roses, de quienes por el contrario si hubo críticas muy favorables sobre su concierto.
2001: ENTRANDO EN EL SIGLO XXI
La tercera edición del Rock in Rio se realizó los días 12, 13, 14, 18, 19, 20 y 21 de enero de 2001, justo diez años después y en esta ocasión sí volvió a ser una inmensa, emotiva y magnífica fiesta del rock. Se volvió a una “Cidade do Rock” ampliada, mejor acondicionada, en donde se celebraron conciertos sensacionales. A destacar muy especialmente la impresionante actuación de Iron Maiden, plasmada en el gran disco en directo y DVD ‘Rock In Rio’, y en donde una vez más, grandes estrellas del pop como Britney Spears, Oasis, REM o N’Sync, compartieron cartel con Papa Roach, Silverchair, Foo Fighters, Sheryl Crow, Foo Fighters, Sting, Red Hot Chili Peppers, de nuevo Sepultura –profetas en su tierra- Deftones, Queens Of The Stone Age, los ya mencionados Iron Maiden, Halford y un sucedáneo de Guns N’ Roses, con un Axl Rose con evidentes problemas de pérdida de voz, sobrepeso y en definitiva, falta de forma tras ocho años sin subirse a un escenario –aquel fue el primer concierto que G N’R dieron desde 1993. En opinión de muchos medios que cubrieron el festival, defraudaron a la gran mayoría.
A partir de 2004, Roberto Medina sacó de Brasil Rock In Rio transformándolo en una marca comercial, una franquicia que se ha llevado a Argentina, Estados Unidos, Portugal y España, pero como decía Rudyard Kipling… esa ya es otra historia.
Mariano Muniesa
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