HARDCORE SUPERSTAR: "SPLIT YOUR LIP"

Nuclear Blast
(9/10)

Los experimentos con gaseosa, dice la sabiduría popular. Y es que a algunas bandas los bruscos golpes de timón les sientan como una patada en sus mismísimas partes. ¿Para que cambiar cuando llevas más de una década ofreciendo un personal hard rock macarra con tintes contundentes que recuerdan al thrash metal? Si en el anterior disco ‘Beg For It’ quizás se les fuera demasiado la olla en su aproximación a los sonidos más duros, con ‘Split Your Lip’ los suecos vuelven sin estridencias a esos derroteros sleaze deudores de Hanoi Rocks marca de la casa.

Despejan de un plumazo las dudas sobre la dirección musical ya desde el primer corte con “Sadistic Girls”, pura declaración de intenciones y con unos gritos desgarradores de Jocke Berg escuela Sebastian Bach que son una delicia, “Guestlist” no desmerece en absoluto con su pegadizo estribillo y “Last Call For Alcohol” es un temazo de los pies a la cabeza, con reminiscencias de su celebrado himno “We Don’t Celebrate Sundays” y con visos de convertirse en un futuro clásico de cara al directo.

A veces les reprochan a estos chicos su falta de variación, pero si alguien se queda con ganas de buscar emociones nuevas, puede probar con el ritmo medio reggae endurecido de “Moonshine”, los guturales finales de la festiva “What Did I Do” o la delicada balada acústica en plan Faster Pussycat de “Here Comes The Sick Bitch”, título romántico donde los haya.

En consonancia con su trayectoria pasada, Jocke Berg y compañía siguen reinventándose con cada trabajo, añadiendo matices a su música y convirtiendo la escucha en una especie de aventura de desenlace imprevisible, aunque con unos mínimos asegurados. Si no se trata de su mejor álbum hasta la fecha poco le falta.

El único punto negativo de este lanzamiento quizás estaría en la producción, que para el palo en el que se mueven se antoja demasiado edulcorada y habría demandado un sonido más sucio, no tan pulido, que tampoco son señoritas de pitiminí. Eso no desmerece en absoluto el resultado, que no baja de la categoría de excepcional. Imprescindible para amantes del rock n’ roll visceral y barriobajero, el de verdad.

ALFREDO VILLAESCUSA