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Crítica de Beggar’s House: Behold The Monster

Portada del disco de Behold the monster Beggar's House

portada-beggars-houseLengua Armada
7,5/10


Como caerte en una ciénaga pantanosa sienta la escucha de este nuevo arañazo de los atroces Beggar’s House.

Stoner saturado, rock alternativo, supuración guitarrera; o lo que es lo mismo, un almizcle exquisito de Queens Of The Stone Age, los Fu Manchu menos lisérgicos y los Stone Temple Pilots más rasposos.

De primeras te sorprende, te sacude y te mece hasta que has derivado a su cueva y ya no hay vuelta de hoja. Y lo hacen con la fugaz pista que da nombre al LP y la segunda de la fila, una “Growing” que sin voz y con algún que otro arreglo que se cuela por ahí, suena a Corrosion Of Conformity que tira para atrás. Buena señal.

En “Lone Wolf” es donde se hace más presente la abusiva escucha que han debido hacer de los trabajos de Josh Homme y no solo con las Reinas.  Otra de las que molan de verdad es “Mesala”, más cadente, casi compulsiva en la retiración del machacón riff. Lustrosísima.

“Crap” se sale un poco de la línea general y suelta aires roqueros más básicos, demostrando que su desenvoltura en cualquier ámbito es un hecho. Y la hardcoreta de poco más de minuto y medio “III” nos reafirma en nuestro pensar. En los últimos estragos colocan “Tha haze”, setentera y rollo Nirvana a partes iguales. El broche lo pone “Brain Damage”, en ocho minutos de concienzuda notoriedad.

No es de oído fácil, pero si andas con las orejas abiertas y dispuesto a disfrutar del intelecto de estas bestias, te vas a llevar una alegría.

Javier Pérez

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