Bajolicencia

Sin oficio ni beneficio

Autoproducido (2019)

Por: Borja Díaz

7

Estos madrileños vuelven a la palestra con ‘Si oficio ni beneficio’. Como ellos mismos definen a Bajolicencia, es una gran familia. Por eso los cambios en la formación para este trabajo se han sucedido, con miembros que ya estuvieron en el grupo, o cercanos al mismo, y que han decidido sumar sus instrumentos para la ocasión. Es el caso de Jaime a la trompeta, César a la guitarra y Chema a la batería. Pero todo ello repercute en un trabajo ecléctico, lleno de variedad, y por supuesto, cargado del humor y la crítica social que siempre les ha acompañado. Y eso que solo han pasado dos años desde su anterior trabajo.

Los vientos siguen siendo protagonistas ya desde el inicial “Si te dicen que caí”. El rock domina este tema directo, ideal para comenzar. De manera festiva arremete “Cuesta abajo”, y según va avanzando me recuerda al punk rock más amable de grupos como Boikot o Silencio Absoluto. En él la batería toma las riendas marcando el ritmo a seguir. “Sin oficio ni beneficio” pisa el acelerador con continuos parones que la vuelven frenética. Ojo al solo de guitarra, sencillo pero efectivo, como si de un tiro directo la cabeza se tratara.

Los cambios de tercio se suceden y tras un inicio más rockero nos dejan un toque blues en “Sangre y cocaína”, mostrando influencia al más puro estilo ZZ Top. En “Dana” vuelve ese toque punk rock tipo Siniestro Total, con los vientos dando un toque sugerente al estribillo.

La canción más larga de este trabajo llega con “La justicia”, que cuenta con un inicio calmado, con el punteo de la acústica mezclándose con la guitarra eléctrica. Mucho sentimiento en un tema que te atrapa y te sumerge en su atmósfera según va subiendo la intensidad con el paso de los minutos. Después de las emociones, “El escribano” vuelve con los ritmos rápidos,  un solo potente y una letra crítica con todos aquellos que no saben mirar más allá de su ombligo.

“El tren” comienza de una forma tan rítmica, que cuando nos damos cuenta estamos contagiados de su sonido pegadizo. Por el otro lado ataca “Pólvora”, con un sonido potente, cercano al heavy y con una letra muy reivindicativa. El mejor resumen de este trabajo podría ser el último tema, “El laberinto”. En sus múltiples recovecos nos encontramos con partes pegadizas, redobles de batería y continuos acelerones, y un sonido trepidante antes del solo. Un gran final para un disco que ya solo nos queda ver cómo defienden en directo.

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