BLUES PILLS: BLUES PILLS
3 noviembre, 2014 1:53 pm 1 Comentario
Nuclear Blast
10/10
Quién iba a decir que de un evento en apariencia trágico podría surgir algo tan bueno. El dicho popular aquel de que cuando una puerta se cierra otra se abre cobra más sentido que nunca en este caso. Una guitarra volando, quince puntos de sutura y la huida ipso facto de la sección rítmica de Radio Moscow posibilitaron la existencia de este combo transnacional cuyos componentes apenas superan la veintena, a excepción del jovencísimo guitarra Dorian que cuenta con la tierna edad de 19 primaveras.
Pero a estos muchachos no les ha dado por moderneces propias de nuestra era, sino por lo vetusto, ese blues rock poderoso que hacían antaño figuras de la talla de Cream, Led Zeppelin o Fletwood Mac en sus comienzos. Añadamos ahora un punto soul a lo Aretha Franklin con la desgarradora fuerza de Janis Joplin, reflejado en esa inconmensurable vocalista que es Elin Larsson, toda una revelación y sin duda una de las señas de identidad del sonido de la banda.
Tras un aclamado EP de estudio y otro de canciones en directo, se atreven por fin con un debut que seguramente colmará con creces las expectativas depositadas en ellos tanto por medios especializados como por público. En la inicial “High Class Woman” ya establecen unas coordenadas que irían entre el poso psicodélico de unos Radio Moscow, que no llegaría a desbarrar en ningún momento, y un cierto enfoque comercial que pone de relieve su maestría compositiva, pues no suenan a nada en concreto, pero a la vez suenan a todo. Los clásicos, se entiende.
Eso se palpa a la perfección en “Jupiter”, que empieza con wah wah a lo Hendrix y termina con un solo de órdago que eleva al jovenzuelo Dorian a los altares, aunque su prodigiosa labor a lo largo del plástico es digna de enmarcar. Del mismo modo que la de la cantante Elin, consagrada como dama del blues auténtico de copa y puro en “River” y “No Hope Left For Me”. Faltan palabras para describir semejante obra maestra, pues si los temas antes mencionados derriten, “Astralplane” te funde lentamente igual que un cigarrillo reposando en un cenicero. Y llegamos al colofón con un “Little Sun” que por intensidad y épica podría asemejarse a un cruce entre “Stairway To Heaven” de Zeppelin y el “Free Bird” de Lynyrd Skynyrd. Casi nada.
Quizás algunos piensen que tanta hipérbole sea injustificada y únicamente responda al fervor del momento. Tal vez sea cierto, aunque tales sospechas tienen fácil solución: escuchar el disco del tirón y entonces entender por qué entraría de largo en la categoría de mejores lanzamientos del presente año. Unas píldoras que te transforman.
ALFREDO VILLAESCUSA
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1 comentario
El álbum la verdad no se como será de bueno pero la portada es acojonante con ese rollo hippy como las primeras portadas de dicho estilo de los años sesenta!!!