TAIFA: “PRESENTAREMOS EL DISCO EN TÁNGER Y TETUÁN”

En perfecta armonía conviven en su arte el rock progresivo, el heavy metal, el flamenco y la música del Magreb. ‘Despertando el Silencio’ es el tercer esfuerzo de estos mallorquines comandados por el bajista y cantante LUIS MASSOT, que es quien contesta a las preguntas de JUAN DESTROYER.

¿Por qué ‘Despertando el silencio’?

“‘Despertando el silencio’ es un llamamiento a despertar de este estado social y cultural en que hemos vivido en los últimos tiempos, a darle un vuelco a todo y volver a activar nuestra imaginación, nuestros sueños, a creer en un futuro. Es también un llamamiento a despertar de la monotonía musical reinante, a volver a apuestas arriesgadas, como en los ’70 y ’80, a usar la imaginación más que repetir clichés.

Sinceramente cuando oímos lo grabado no sabíamos cuál podría ser la respuesta del público, pero era el disco que queríamos hacer y teníamos que ser honestos con nosotros mismos y con quien lo escuchara. Tal vez habría sido más sencillo sacar un producto más común, pero eso no va con nosotros. Nos enorgullece ver la excelente respuesta que estamos obteniendo con este atípico trabajo, señal de que el público quiere oír cosas nuevas”.

¿Cuáles son las localizaciones del videoclip del tema homónimo?

“El vídeo ha sido realizado entre Mallorca (en el idílico entorno de “Raixa”) y Marruecos, en Tánger y Tetuán exactamente, aprovechando la grabación de las colaboraciones en ese país. Hemos tenido el honor de que fuera filmado por el prestigioso fotógrafo Pep Bonet, Sandra Almazán y Joana Pinar.  El resultado es una visión muy cercana a lo que es Taifa en directo. También podéis encontrar en nuestra web www.reinodetaifa.com otro vídeo de cómo fueron las sesiones de grabación con los músicos marroquíes y las de la banda”.

¿Es cosa mía o habéis endurecido un tanto vuestro sonido? En algunos temas diría que el heavy metal le ha ganado claramente la partida al progresivo.

“La diferencia con los anteriores trabajos es clara, endurecer el sonido era una pauta que ya nos habíamos planteado al empezar a componer y cuando Víctor Arco (guitarrista) entra en el grupo la cosa toma su rumbo natural, debido a que él había estado tocando en bandas de metal extremo. Sin olvidar a Antonio Fructuoso (productor) que ha sabido captar el sonido contundente de la banda y lo ha fusionado a la perfección con el resto de colaboraciones más folclóricas sin perder ni un ápice la peculiar sonoridad de éstas. Creemos que esta es una evolución lógica que ya empezaba a verse en el anterior trabajo, podríamos definir nuestro sonido como “Metal progresivo con raíces”. Es obvio que en cuanto a sonoridad distamos ya bastante de otros grupos del llamado rock andaluz, aunque reconozcamos haber bebido de ellos”.

¿Cómo recrearéis en directo canciones como por ejemplo “Todo mi existir” que tiene una parte con piano y palmas? Eso por no hablar de las que tienen instrumentación arábiga como “Nana de plata”.

“Pues igual que venimos haciéndolo sin ningún problema con ‘Alhambra’. Esas colaboraciones forman ya parte del sonido de Taifa y son tan imprescindibles como la banda en sí. Debido a la falta de infraestructura para poder llevar a la orquesta andalusí, los músicos gnawas o la parte flamenca de Ricardo de la Concepción, lo suplimos con samples de la grabación. Sin embargo cuando la ocasión lo permite contamos con esos músicos en directo, como ya hicimos en la presentación del disco en la kasbah de Chefchauen (Marruecos) donde tocó con nosotros Reda, el principal violinista de la orquesta andalusí Abnae Ziryab que participa en este disco.

“Nana de plata”, sin embargo no fue concebida para el directo, no pensábamos que una soleá tocada con laúd y darbuka tuviera la aceptación que está teniendo, por lo que tendré que ponerme de nuevo con el laúd” (risas).

Por cierto, ¿cómo entráis en contacto con los músicos marroquíes participantes? ¿Es difícil la comunicación artística más allá del idioma?

“Debido a nuestros viajes y actuaciones por ese país, tomamos contacto con algunos músicos para asimilar el elemento andalusí e incorporarlo a nuestra fusión. En nuestro anterior trabajo ya tuvimos la suerte de contar con el violinista Nourdine Chkara y en este nos atrevimos con una orquesta al completo. Al grupo Gnawa decidimos incluirlos en las colaboraciones ya que solíamos hacer jammings con ellos por simple disfrute.

La comunicación es especialmente complicada con el elemento andalusí (el gnawa es más básico y rítmico), debido a la complejidad melódico-armónica de esa música, pero la predisposición de los músicos ha sido excelente y a la vista está que hemos superado todas las dificultades para llegar a conseguir el trabajo que presentamos”.

Tengo entendido que volveréis a salir a tocar fuera, ¿cierto?

“Para nosotros cada actuación es “salir fuera”, ya que al estar en una isla no tenemos otra opción. Para Taifa es vital cada viaje, somos una banda de directo, el contacto con el público es la recompensa por un trabajo previo y lo disfrutamos al máximo. Cada actuación es una aventura diferente de la anterior, la emoción de no saber nunca lo que va a ocurrir.

Queremos llevar por todo el territorio nacional este nuevo trabajo y en breve estamos invitados a presentar el disco en Tánger y Tetuán, las ciudades que han visto nacer este disco. Esperando poder contar con los músicos que colaboraron con nosotros para dicho evento. ¡Estáis invitados!”

Tomáis el rock de los anglosajones, el flamenco del sur de España y la música árabe del norte de África, ¿nunca os ha dado por traer algo del folclore balear hasta vuestra propuesta?

“Nosotros no entendemos de fronteras en la fusión de nuestra música, creemos en una cultura mediterránea común más allá de las zonas políticas e idiomáticas. Es evidente la semejanza entre una “tonada” del campo Mallorquín, una “toná” o un martinete flamencos con algunos cantos andalusís, por lo que ya estamos fusionando con varios aspectos de esa cultura junto con el elemento anglosajón del rock.

No somos tan solo una banda de rock con una voz aflamencada, hay todo un proceso de investigación y asimilación para llegar a componer una seguiriya eléctrica (“Falsa realidad”), un tema de metal por bulerías (“Todo mi existir”) o la ya comentada “Nana de plata” por soleá”.

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