SANTELMO: “VAMOS A LUCHAR A MUERTE”

5 marzo, 2012 6:52 pm Publicado por  1 Comentario

De una conversación con JERO RAMIRO pueden salir infinidad de temas interesantes. El maestro de la guitarra, curtido en mil batallas durante décadas de honesto servicio a nuestro heavy metal, integra y lleva la batuta de SANTELMO, un proyecto que tiene en su segundo disco, ‘El Alma del Verdugo’, la consolidación absoluta y la garantía de que tienen mucho que decir. Para JASON CENADOR siempre es un inmenso placer departir con el que fuera también guitarrista de Saratoga, Santa o Ñu, lo cual se refleja en esta completa e interesante entrevista.

¿Os habéis esforzado mucho en conservar la identidad que forjó Santelmo con su debut?

Sí. Lo que pasa es que la composición ha sido un poco accidentada por mi parte. He hecho las canciones, pero como hemos tenido sucesos, que se iba un cantante y cogíamos a otro, y que a última hora Jaime nos tuvo que abandonar; entonces retomábamos la composición, la dejábamos, volvíamos a ensayar lo antiguo para tocar en directo con la nueva gente, cuando estaba todo relajado volvíamos otra vez a retomar la composición… Es mi manera de componer realmente,  tampoco me he tenido que esforzar demasiado. Si es cierto que hay tres o cuatro temas donde he intentado sacar de Nacho, el nuevo cantante, un poquito más de sí mismo, el mayor provecho. Había temas que hice para el primer cantante y claro, no tienen nada o tienen muy poquito que ver en su estilo, aunque Nacho puede cantar perfectamente en la otra onda. Se siente mejor en otros ambientes. Pero realmente, yo me pongo a componer y ya está. Cuando empezamos con Santelmo, en directo hacíamos temas tanto de Santa como de Saratoga como de Santelmo… y tocados todos, uno detrás de otro, con la misma banda; no había tanta diferencia, a pesar de los veinte años que había entre unos y otros. La trayectoria que lleva Santelmo hasta ahora de un único compositor, en mi caso, también favorece lo que estamos hablando, porque es la misma persona la que hace las canciones.

También había una intención plenamente consciente de mantener la personalidad de la banda, ¿verdad?

Sí, eso está claro. Sobre todo que hubiera un nexo de unión con el primer disco.

¿Es premeditado el carácter ochentero de las composiciones? Es mucho mayor que en las canciones de la última etapa de Saratoga.

Si te fijas, en los primeros tiempos de Saratoga, en los discos ‘Mi Ciudad’ o ‘Saratoga’, aunque no había órgano Hammond; sí nos decían que sonaba ochentero. Entonces eran los primeros noventa casi, pero bueno, eran ochenteros. En los últimos tiempos de Saratoga estábamos varios compositores, cada uno tenía su propia visión y entre todos intentábamos darle una identidad a la banda, que es lo que sucedió. En ‘Tierra de Lobos’, por ejemplo, había temas que casi eran Pantera, más por influencia de Leo, de los temas que hacía. En cierta manera, yo me veía un poco intentando adaptarme a esa vorágine de estilos y de cosas que no conocía.

¿Te costó?

Sí, me costó muchísimo. Me costó tanto que casi, casi me decidía a olvidarme de esos temas. Llegó un momento en el que ya estaba haciendo unos arreglos de guitarra y una serie de cosas que desconocía y con las que no me sentía identificado. No quería que fueran por ahí los tiros. Eso y otras muchísimas cosas más me hicieron replantearme mucho la continuidad en la banda. Volviendo a lo que decíamos antes, yo empecé en esto en los setenta, a mediados o finales, y maduré en los ochenta, es cuando yo y mucha gente crecimos musicalmente y nos formamos. Fueron los grandes años y no creo que vuelvan nunca, desgraciadamente. Pero eso fue así, entonces mi estilo es ese. Otra cosa es que yo de vez en cuando escuche algunas bandas de power o de thrash que me gustan mucho. Ahora mismo estoy escuchando una banda que se llama Amaranthe y me tiene flipado, pero flipado. A mí me encanta. Yo lo veo y alucino, pero claro, a la hora de componer no es mi estilo, me veo totalmente fuera de lugar. Me encanta escucharlo, pero cuando compongo me olvido de todo y lo que hago es ponerme la guitarra y empezar a hacer cosas. Lo que me gusta me lo voy quedando y lo voy desarrollando. Algunas veces suena más hacia uno u otro estilo por que escucho en esa época, es inevitable, pero yo intento mantener mi estilo. Si pudiéramos juntar y tocar de seguido todos los temas que he compuesto en varias bandas, muchos de ellos se acoplarían perfectamente.

Se ha hablado mucho de lo que aporta de novedad Nacho, el nuevo vocalista, pero centrémonos esta vez en los giros en cuanto a lo musical que tiene este álbum con respecto al primero.

Hay algunos temas como “Ana y el Verdugo” o “La Vida a Sangre Fría” en los que Nacho ha hecho la melodía de la voz y se nota muchísimo, el que le conoce de otras bandas nota su influencia. También lo ha hecho en “Entre las Sombre” y sobre todo en “Él”, que es muy cañera y extraña. Ahí ha dado un toquecito muy personal suyo, supongo que en próximos discos quizá lo veremos un poco más desarrollado. A mí y a toda la banda nos hubiera gustado mucho más haber tenido más tiempo para haber madurado todo. Lo que pasa es que llegó un momento en que nos teníamos que fijar unos plazos en concreto y no había más remedio que mantenerlo. Yo siempre estoy componiendo, siempre tengo balas en la recámara.

Sigues siendo el principal compositor de la banda.

De momento, prácticamente sí. No es una cosa forzada, ellos en cualquier momento pueden hacer temas, por supuesto. Pero hasta el momento no ha surgido así. También hemos tenido muchos imprevistos de miembros que se iban, y no nos hemos asentado hasta ahora como una banda sólida.

Hay mucha diversidad entre los temas. Por ejemplo, encontramos “Ana y el Verdugo”,  que es bastante powermetalera con ese estribillo tan grandilocuente; “Él”, que es particularmente cruda; y también un medio tiempo muy tierno, “Hasta el Fin del Mundo”. Es un disco que mantiene la esencia pero que ostenta mucha variedad.

Sí, siempre lo he buscado así. Intento hacer los discos como me gusta escucharlos a mí. Pongo especial interés en que los tiempos no se repitan en exceso y si se repiten, que las canciones no vayan unidas, pues es una cosa inevitable que le pasa a todo el mundo. Intento tocar varios palos, y un buen abanico de opciones, ser versátil. Si me pongo a hacer una canción, echo un vistazo a las que he hecho antes para no repetir ciertas cosas, ciertos tiempos, ciertos tipos de estructuras…

¿Qué mensaje extraemos de la historia de Ana Bolena y hasta qué punto es conceptual este trabajo?

No es un disco conceptual, lo único es que sí tiene cierta similitud la portada, bueno, la idea es esa, con el concepto del tema “Ana y el Verdugo”. Pero luego, en los demás temas, no es un disco que hable todo el rato sobre las esposas de Enrique VIII, que eso ya se hizo, y muy bien además, pero no. La idea surge a partir de que yo tengo en la cabeza una frase que es “el alma del verdugo”, no sé por qué, no sé si por la película de Berlanga; y estaba intentando hacer algo con ella. Se lo dije a los miembros de la banda, que estaba mirando si hacer una canción y demás. De repente apareció en la tele ‘Los Tudor’, la serie, que a mí me encantó y me gusta mucho el tema histórico en ese plan; y vi el concepto de Ana Bolena, el verdugo, toda la que se armó sacando a Inglaterra de la iglesia católica…. Y sobre todo el rollo del verdugo. Cómo ve a su reina, que se la tiene que cargar sabiendo que es inocente. El tema “Ana y el Verdugo” va más enfocado a los sentimientos del verdugo o de los verdugos, si es que los tienen y si es que existen verdugos ya, supongo que los habrá en lugares como Estados Unidos. No irán con capuchas ni con hachas ni nada de eso. Cómo alguien se puede tranquilamente dedicar a eso. Tiene que ser durísimo, y si no es durísimo, de qué está hecha esa persona. En este caso, el personaje de la canción es todo lo contrario, se queda obsesionado con la idea y se convierte en una pesadilla para él el pensar que ha tenido que ajusticiar a una persona inocente tan importante y que si no, se lo cargaban a él. Es solamente un tema, lo que pasa es que nos sirvió ya para que José Manuel Paz, que es el teclista del grupo, desarrollara y creara todo el concepto de la portada que ya fue siguiendo adelante como ‘El Alma del Verdugo’, lo que sujeta el verdugo es un corazón en forma de mujer.

Desde una perspectiva metafórica, ¿Quiénes son los verdugos de la sociedad actual?

Joder, ¡hay tantos! Yo me quedo con aquellos que no dan la cara nunca, por ejemplo del que habla el tema “Él”. Realmente, “él” es el dinero, pero el dinero no se mueve solo, hay gente que maneja los hilos y que luego ponen a otros para que den la cara. Y bueno, llámese bancos, llámese los políticos que consienten lo que hacen los bancos… Yo creo que, más aún en los tiempos que vivimos, más verdugo que esos no hay nadie. Además no tienen ningún tipo de sentimiento, ya lo estamos viendo día a día.

Es reseñable la violencia policial que hubo hace unos días en Valencia, por ejemplo.

Pero no es nada nuevo, están ahí desde hace muchos años. Ahora no son los militares ni nada de eso, pero casi que estos son peores. Y el poder financiero, que está detrás de ellos.

En este contexto social y de crisis, en el anterior disco dedicasteis específicamente a ello un tema, “Años de Plomo y Fuego”. Seguimos en las mismas, ¿no?

Seguimos… ¡peor! O sea que no ha servido de nada la canción (risas). No la han escuchado estos cabrones. Pero bueno, ya nos avisaron de que esto va para largo, y mientras lo podamos contar, vaya. Desgraciadamente, siempre va a haber un motivo lo suficientemente cabrón y asqueroso para hacer una canción como esa.

Era muy rabiosa, recuerdo aquello de “hay que salir a reventar…”

Claro, tío. Y de hecho, de vez en cuando mira los indignados, la de gente que había. Lo que pasa es que todavía somos muy complacientes y muy conformistas. Pero bueno, con la próxima canción a ver si conseguimos que la gente mueva el culo.

La portada del disco, con el cuadro de El Bosco ‘El Jardín de las Delicias’ incluido, es muy majestuosa. ¿Qué busca transmitir?

Simplemente el sentimiento del alma del verdugo. En un lado tiene un colgante con las siglas de A.B., que es Ana Bolena, no Ana Botella (risas). En el cuadro de El Bosco se hace una referencia al bien y el mal. El Jardín de las Delicias creo que es de esa época, se pintó entre los 1400 y los 1500. Pero vamos, te respondería mejor José, que es quien la ha diseñado. A mí me gusta mucho. Lo que pasa es que la gente enseguida ha dicho: “¡Uy, esto es de power metal!”. No sé por qué.

Tiene buena consonancia con el tema que abandera el disco, “Ana y el Verdugo”.

Sí, con esa sí. Es muy curioso el tema. Además ha sido toda una valentía ponerlo como single, como primer tema de adelanto y como el corte que abre el disco. Ya va entrando, pero tiene cinco tonalidades distintas, ojo con el tema. La estrofa está en una, el puente está en otra, el estribillo en otra, luego sube un tono al final… Es un tema intenso y denso a nivel compositivo y yo sabía que iba a chocar mucho a la gente de primeras. Por ejemplo, el primer disco de Santelmo entra muy fácil, a la primera, y en este caso, ya que habíamos cambiado de cantante, mejor empezábamos con este tema para que fuera un cambio total, no se note tanto el cantante sino que diga todo el mundo: “¡Pero esto qué es, se ha vuelto loco!”. Pero bueno, luego ya escuchando el disco, como tú has dicho, tiene muchas conexiones con el primero.

¿Qué encontraremos en el repertorio de vuestros futuros conciertos? Este disco íntegro, muchos temas del anterior…

Íntegro es difícil, depende donde toquemos. Por ejemplo, el concierto de Caracol del 10 de marzo va a ser bastante un reflejo de lo que es la banda actual y de ‘El Alma del Verdugo’, eso está claro. Pero evidentemente vamos a tocar bastantes temas del primer disco y otras cuantas sorpresas.

Para los nostálgicos, ¿Van a caer canciones de proyectos anteriores como Saratoga, Santa o Ñu?

No creo. Yo creo que ya Santelmo tiene una identidad propia, ya no tenemos que hacerlo. Ya lo hicimos en su día, cuando empezó Santelmo, con temas como el “Reencarnación” de Santa. No lo sé, todavía estamos trabajando en el set-list, pero vamos, lo veo difícil, porque yo creo que Santelmo ya tiene unos seguidores y tampoco nos apetece mucho. Una cosa es que yo  venga de donde vengo, pero en el grupo somos cinco personas y a la gente le apetece tocar los temas que ellos han grabado y con los que se sienten más identificados. No creo que Santelmo tenga que tirar de eso.

Sugerencia de aquellos que nos quedamos prendidos de tu álbum en solitario, ‘Tenebrarium’: ¿Un solo con alguna de aquellas canciones?

Bueno, sí. Vamos a hacer una instrumental, lo que pasa es que no sé si será del ‘Tenebrarium’ o de alguna cosa más por ahí. Pero igual sí, igual metemos alguna cosita de ese disco.

¿Sientes Santelmo como una banda perfectamente apuntalada a día de hoy, como un proyecto con visos a llegar al nivel de consolidación, de éxito y de longevidad que llegaron otros proyectos grandes como Saratoga?

O Santa también. Dicen que no hay dos sin tres, ¿no? Vamos a ver si tengo tiempo todavía. Yo sí, y mis compañeros también, lo sentimos como una banda totalmente consolidada. Lo que pasa es que claro, está todo tan extraño, hay tanta crisis y tanta historia que es muy difícil pelear. Vamos a ver qué tal responde el público, vamos a ver qué tal va la contratación, que también está fatal porque los ayuntamientos no tienen ni un duro y tienen deudas por todos los sitios. La banda, todas las bandas, se tienen que hacer empresa, con lo cual si la gente no va, peligra mucho todo. Vamos a ver qué tal, el sentimiento nuestro es que vamos a luchar a muerte, la banda está establecida y está súper sólida. Lo único es que con todo lo que llevamos, tampoco me atrevo a poner la mano en el fuego (risas). Creo que sí, que ahora está enfilado ya, con este disco se ha consolidado la banda como algo serio para tener en cuenta. Hace un año llenamos Caracol y no había disco nuevo, simplemente era un concierto en Madrid.

Y hace unas semanas, en la presentación en Ritmo & Compás, la gente respondió muy bien siendo un lunes.  La gente se mueve por Santelmo.

Sí, era gratis pero era un lunes y un mini concierto. Tenemos muchas esperanzas y estamos muy ilusionados. Pero bueno, siempre hay que ser precavidos y seguir aguantando con lo que te caiga. No queda otra.

Ya que hemos tratado acerca de las dificultades que existen en la actualidad en el mundo de la música, que comentabas que los ochenta no volverán y que estamos pasando por una época de muchas turbulencias en este ámbito, ¿Qué hay que hacer para que tanto los consumidores de música, que ansían acceder asequiblemente al arte y reclaman su derecho de acceso a la cultura; como también los artistas, que merecen retribución y compensación, tanto social como económica, por su trabajo y poder vivir de él; vean satisfechas sus pretensiones?

Yo veo una solución, que es que alguien con poder se encargue de anular de una vez por todas que la música sea gratuita. A lo mejor estoy diciendo una barbaridad, pero la música tiene dueño como tiene dueño un coche, una barra de pan o todo. Yo eso de que una persona le dé a un botón y tenga gratis todo lo que tiene dueño no lo veo, tío. Es mi opinión personal. Una cosa es que tenga mi trabajo quien yo quiero gratis, vale, pero quien yo no quiero, no. Eso tiene que acabar, y si no acaba seguiremos así aguantando viendo cómo se desmorona toda una industria.

¿Cuál es la receta para conciliar las dos posturas?

Es que no hay manera. Es que no la hay ni para mí ni para nadie. Es como si te encuentras un coche en la calle con las llaves puesta y como está ahí con las llaves puestas, te lo llevas. Está con las llaves puestas, ¡pero no es tuyo! No quiere decir que por eso te lo tengas que llevar. Y encima el dueño ve a la policía y les dice: “¡Oiga, que me están robando el coche!” Y dice la policía: “No está muy claro que sea un robo”. Eso es lo que está pasando con la piratería. Si te fijas, cada vez salen menos cosas. Y se dice: “No, si lo que importan son los conciertos”.

Bien es cierto que muchos de los que asisten a ellos actualmente, sobre todo gente joven que no puede permitirse costearse un disco a los precios actuales, acuden porque antes han podido escuchar ese trabajo gracias a habérselo podido descargar de internet.

Sí, es fenómeno. Pero si yo toco y van treinta mil personas a verme pero vendo mil discos, la compañía que me ha grabado el disco tiene que cerrar, y entonces ¿qué hago? Es la pescadilla que se muerde la cola. A mí va venir gente a verme, pero yo no tengo compañía de discos, porque han desaparecido porque la gente no ha comprado discos. Entonces, yo ahora mismo cada vez que afronto un disco con Santelmo es un esfuerzo económico y a todos los niveles. Porque claro, tienes que buscarte tú la vida en la promoción, la publicidad, grabar, fabricar… Pero yo estoy en este mundo porque me gusta tocar y componer, yo no soy ni publicista, ni promotor, ni relaciones de una compañía ni nada de eso… Entonces, eso repercute en tu forma de trabajar y tu forma de hacer las cosas. Y ese es el problema, como no hay quien lo haga, pues tienes que hacerlo tú. ¿A qué se debe? A lo mismo. ¿Qué a lo mejor la industria tiene que cambiar y se tiene que reciclar? Pues seguramente, eso no va a haber quien lo pare. Pero de momento, ahora mismo lo que hay es que cada vez salen menos grupos, que ya no hay compañías de discos. El negocio está muy muerto en España, el musical ya no existe, esto ya se acabó. En internet te puedes anunciar, pero te anuncias tú y dos millones más. Entonces es muy difícil. Porque en las revistas de papel recibes información de quince grupos que están ahí, y son quince grupos. Si desaparecen las revistas en papel tienes internet, claro, pero yo me meto en internet y tengo tres mil grupos, no quince. Sale una noticia y a la media hora ya no existe, porque han salido otros, y otros, y otros… Te vuelves loco. Al final hay tanto, tanto, que no despunta nada. Es muy difícil sacar la cabeza entre tanta opción y tanta oferta. Tienes que hacerlo muy bien, aguantar mucho y sobre todo tener un golpe de suerte en algún momento.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Razor dice:

    Esto es la lucha de siempre ¿Quien es mas cómodo ? El oyente o el artista ? La única forma de que esto salga adelante es que la industria discográfica quiebre pero de verdad y que los músicos empecen a mover el culo de verdad y se pongan a hacer todas esas cosas que dicen que no saben hacer ... Yo siempre he sido un romántico musical que me gustaba tener el formato completo de los discos, con sus carátulas sus letras ... Etc pero esto ha llegado a un punto que la distribución es incompleta y no por culpa de internet , yo en mi zona ya tenia problemas por la escasez de tiendas de discos antes de todo esto del internet y en contra dolo , no da para todo los precios abusivos han hecho que la comodidad de darle a un botón como dice Jero sea la normalidad. Entiendo su postura en cuanto al tema económico y la piratería , pero le realidad es que hay plataformas como el propio iTunes que aun no siendo del todo una ganga si que resulta mas económico y también esta spotify y seguro que alguna mas . Lo que tampoco se puede es poner excusas efectivamente Jero no es promotor como tampoco lo son las discográficas en términos generales , para eso hay gente especializada en algunos sitios lo llaman road manager y efectivamente tampoco es publicista , pero para eso esta el propio internet que es el mejor medio de promoción que existe hoy en día . La cosa tiene que cambiar eso esta claro, existiendo páginas como esta que nos informa de las novedades musicales , el siguiente paso es que los grupos desde sus propias webs vendan su música o desde las plataformas antes mencionadas , pero la solución a mi forma de pensar es que el músico pase de las discográficas que son las que han sobrecargado el mercado y con actitudes de casi usura y se impliquen con sus fans y con que su música pueda llegar al oyente justamente . Ahora si seguimos poniendo excusas , seguimos mandando el Master y poniendo el cazo y pasando de la gente y sus problemas , después podemos hacer cancioncitas hablando de los banqueros ... Etc pero el problema no se resolverá y mientras la libertad siga siendo lo que es , nadie podrá controlar lo que movemos por internet .

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