Entrevista a Rulo y La Contrabanda: "No quiero volver con el cuchillo entre los dientes”  

18 octubre, 2016 4:05 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Raúl Gutiérrez, Rulo, se cita con Javier Pérez en una cafetería madrileña para departir sobre su nueva y risueña criatura que ha bautizado como ‘El doble de tu mitad’. Mucho tiempo llevaba su voraz legión de seguidores esperando a llevarse a la boca algo nuevo que paladear. Una agradable charla con un músico de los pies a la cabeza y que, pese a llevar todo el día de promoción, se muestra amable en todo momento. El vuelo de vuelta a casa apremia, mas el ambiente en el que entró la conversación no daba la sensación de prisas.

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Foto: Jose Girl

4 años sin presentar composiciones nuevas. ¿Tenías ganas de volver?

"Ya está bien, ¿no?"

Sé que has estado liado con las giras eléctricas, y luego lo de los teatros.

"El teatro es diferente: es la otra cara de la banda, la de los inviernos. Iba a haber parado un año, pero se me ha ido un poco de las manos; pensé que no podía estar sin hacer nada y así se está de puta madre. Me he estado dedicando a mí, porque al final cuando estás en la gira te dedicas al proyecto. Estuvimos 5 años sin parar, tocando en 11 países y creo que hacía falta parar un poco. Creo que es bueno hacerlo para que la gente no te llame pesado. Además, la gira de teatros no era una gira de recortes donde vas dos tíos nada más; íbamos a tutiplén. Ahora vamos a hacer siempre gira eléctrica un año y pico, pararemos un poco, y haremos dos meses de teatros".

Me ha gustado mucho el disco. Una única pega, que quizá se corresponde más con un gusto personal: ¿No crees que falta un tema más duro, en la onda de lo que hiciste en entregas anteriores con “No sé”, “El prota” o “Fauna rara”?

"Está “Tu alambre”… Lo que pasa es que te das cuenta del disco que has hecho cuando ya lo has terminado. Ahora estoy descubriendo qué tipo de disco he hecho porque me preguntáis por ello. No te planteas hacer un disco con 6 baladas y tres más duras. Hay temas como “La reina del barrio” que pensé que iban a ser de ese estilo, pero compongo con acústica, rollo cantautor. Al final me dijo Carlos [Raya, productor] que, en un tema donde estás contando esas cosas tan brutales, con la acústica ya vale. Es decir, vamos a ponerle un traje de seda en vez de uno de lija. Hay canciones que no van a sonar en directo, pero si analizamos el disco hay una parte más enérgica y luminosa al principio, y luego hay 3 o 4 canciones más oscuras, que para mí son complementarias. Intento no hacer lo mismo. Aun así, hacer un disco es muy complicado. Cuando me siento a componer me planteo hacer una canción que me emocione, que se dice pronto. Intento conseguir 11 canciones que tengan algo, que el disco tenga esquinas. De todos modos, me he dado cuenta a base de entrevistas que es un disco con más luces que sombras. En el segundo disco venía de una época personal difícil, y eso se ve. Cuando te componen a la carta no, pero cuando eres tú el que sufres y gozas lo que cantas, es imposible que no haya un 95% de tu biografía".

Hay tres canciones en particular de las que quería hablarte. La primera, “Noviembre”.

"Mi preferida".

La segunda “Objetos perdidos”.

"La preferida de muchos".

Y la tercera “La flor II – 4 estaciones”, que me sigue llevando a Extremoduro, pero a su época más actual, desde ‘La ley innata’ hacia acá.

"Sí, a la parte más melódica de ellos. Robe siempre ha sido inspiración y es un homenaje abierto. Tengo un top 10 de compositores que me han marcado y me han servido de inspiración, y en este caso es un homenaje descarado y sincero, que además pensaba que iba a ser una canción como de 10 minutos, pero al final llegó el estribillo y unificó todo. Pensé que sería la que iba a cerrar el disco, pero después encajaba mejor como epílogo “Días dorados”. Creíamos que nos iba a costar la hostia juntar las 4 partes, porque es como las 4 estaciones, cada una con una intensidad, pero como te decía llegó el estribillo, lo montamos, y quedó como un canción. Ahora me estoy frotando las manos porque en la gira vamos a hacer algo chulo, quizás mezclarlas. Se van a quedar en el repertorio de la banda, aunque luego hagamos 5 discos más; se caerán otras, pero ésta no".

¿Por qué Carlos Raya? ¿A qué se debe el cambio de productor?

"Funciono por corazonadas y esta vez quería que fuera Carlos. ¿Por qué? Pues porque he grabado toda mi vida con la misma persona, que además es amigo personal, y me apetecía ponerme las pilas. Con Javi [San Martín] delegaba tanto que al final me iba a mi casa. Otras veces, incluso con La Fuga, nos comentaban que por qué no cambiábamos de productor y no queríamos. Ahora he sido yo el que ha querido cambiar. Y ahora que con Carlos estoy muy emocionado, quiero hacer otro disco con otro productor. Creo que cada productor tiene una sabiduría, y yo quiero absorberlo todo; para ser mejor músico, para aprender. El disco está grabado en directo; parece que no ha tenido curro, que hemos llegado y ha salido fácil, pero hemos hecho 30 tomas de cada canción".


"Hago pocos festivales porque me dan rabia. Me hago un viaje de la leche para tocar 50 minutos o una hora. Y luego tienes que estar mirando el reloj. Me gustan más 2.000 que van a verte que 20.000 que "están ahí"".


“Me gusta”, que sale como adelanto, también me parece muy redonda.

"Hay gente que decía “no me pellizca el corazón”; si quieres eso ponte “Noviembre”. Lo de los singles lo llevo fatal. Estábamos entre 7, lo cual habla muy bien del disco, pero no quería elegir porque ninguna lo representa todo. Si sales con “Tu alambre”, parece que han sido 4 años sin nada para volver con más de lo mismo. Si lo haces con “Noviembre”, dirán que menuda moñada. Si lo haces con “Días dorados”, dirán que a este tío se le ha ido la olla. Dejé decidí a Warner; les dije que no me hicieran elegir porque pasaba. Tengo la suerte de que mi público le da una oportunidad a las 11 canciones. Estoy seguro de que en los directos tocamos la última canción y la gente se la canta. Luego ya en veranos y esas cosas tiras más de los singles".

Sí, porque además hay canciones que quizá en disco pasan más desapercibidas y en directo toman otra dimensión.

"Pobre de la canción que no gane en directo, porque para mí eso es lo difícil".

Como gran letrista que eres, ¿qué te gusta leer?

"De todo; muchas biografías. Me leí la de Agassi, que me pareció una lección de vida en paralelo a lo que es el tenis. Ahora estoy con ‘Instrumental’, que es la biografía de un pianista al que violaban de niño en el colegio [Ndr: James Rhodes]. También la de Rod Stewart y ahora me he comprado la de Elvis Costello. En general, biografías de gente interesante, mucha narrativa... y poesía menos de lo que debería".

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Foto: Sandro Santos

Empiezas la gira por salas. ¿Te apetecen los festivales? ¿Te gustan?

"Hago pocos porque me dan rabia. Me hago un viaje de la leche para tocar 50 minutos o una hora. Y luego tienes que estar mirando el reloj. Me gustan más 2.000 que van a verte que 20.000 que "están ahí". Pero alguno haremos; no quiero estar en todos porque me gusta mucho tocar dos horas, y siendo cabeza de cartel es hora y veinte. Me acuerdo con La Fuga que tocábamos de cabeza de cartel, parando los demás escenarios, a las 10 de la noche y había 50.000. Ya lo hice y no es para tanto. Si fueran 50.000 míos y toco dos horas, sí. Por ejemplo, yo flipo con el fervor que va a haber en La Riviera, donde gente que no ha escuchado el disco, 3 meses antes de que saliera, ya lo ha agotado todo. Luego haremos en marzo el Ring. Aunque me agobia. Creo que el concierto del Barclaycard Center es muy cercano al de La Riviera, pero el manager me insistió en que no: que no es de diciembre a marzo, que es desde octubre y ya se ha agotado. Lo que pasa es que vuelvo después de un parón y no quiero hacerlo con el cuchillo entre los dientes. No quería ir directo al Ring porque no quería estar pendiente de si se queda a la mitad; me lo quiero pasar bien. Porque además te obligaban a un jueves; viernes y sábado sólo alquilan el grande (con el aforo completo). Y es una pasta que flipas, además de que si metes 5.000 parece una mierda. El formato del Ring me parece muy acertado; me recuerda a la época del Pabellón del Real Madrid. Porque en La Cubierta o Vistalegre todo el mundo se queja de que suena muy mal".

¿No echas de menos el bajo?

"Nunca me gustó. Yo tocaba la guitarra. En el primer disco de La Fuga grabé la rítmica y Fito la solista. Cogí el bajo porque el bajista que teníamos se marchó. Fui un bajista obligado. Y estaba tocando con La Fuga y era un desastre, porque soltaba los brazos; aunque prefería el bajo que nada".

Poster Rulo y la Contrabanda 2016 Jose Girl

Foto: Jose Girl

Después de haber tenido en tus discos a Bunbury, ¿quién te apetecería que estuviera?

"Quiero hacer un disco de duetos de estudio, con canciones de todas mi épocas. Tengo todo: como quiero la portada, el título…pero no te lo voy a decir para que no me lo roben. Para cuando dependerá de este disco y de las ganas que tenga. Quizá hacer otro más de estudio, para tener más canciones. Por eso en este disco no he metido colaboraciones. Parece que están muy de moda. Pero es que al final tú compras un disco de AC/DC y quieres oír a Brian Johnson. A Axl Rose no (risas). Volviendo a lo de los duetos, ya tengo en mente quien va a estar, pero no te lo puedo decir porque no se lo he dicho a ellos (risas). Pero imagina: casi todo amigos".

¿En que disco te habría gustado participar? Sólo uno.

"Hay un millón, pero venga: en el directo de Barricada del ’89".

¿Nos va a tocar esperar otros cuatro años para oírte canciones nuevas?

Espero que no. 2 o 3…cuando surja. Es que no estamos en el plan de hacer disco y 45 conciertos en España y ya está. Queremos ir a América, empezando en abril que vamos a hacer 7 países, entre ellos Perú y Guatemala por primera vez, y después algo de Europa, aunque al final tocas para españoles. La verdad es que lo hacemos casi como curriculum personal. Es un desastre maravilloso, como en Sudamérica; pero a mí me encanta. Te la juegas, pero vamos con los promotores que hemos hecho otras veces. Yo me quedo con que bajo del avión y hay 100 tíos esperando en el aeropuerto. Cuando vas a un país por primera vez es una inversión; luego volveré y habrá el doble de gente. Es enriquecedor. El público de allí es muy agradecido pero te lo tienes que ganar. Bunbury es el ejemplo claro de que América, si te lo curras y apuestas muy fuerte, funciona".

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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