Y es que tiene delito expulsar a 60 personas que habían pagado su entrada para disfrutar de A Perfect Circle en directo. Cierto es que había avisado de lo que podía suceder si sacaban la cámara y comenzaban a grabar y a hacer fotos pero, aun así, se nos crea un nudo en el estómago por sus seguidores. Por otro lado, renace el eterno debate: ¿los artistas deben influir en lo que hacen o lo que dejan de hacer sus seguidores en vivo?
Mientras que lo debatís con vuestros colegas con unas cañas, os reproducimos la contundente respuesta que se ha marcado vía Instagram. Lo deja bastante claro:
"Durante. 25. Años. Sin. Grabaciones. De. Ningún. Tipo. Experiencia guiada. Desconecta y disfruta el viaje".
Aunque puede mandar en sus shows, estamos seguros de que lo tendrá un poco más difícil en el Download Festival de Madrid y el Be Prog! My Friend de Barcelona.
¿Compras su postura?
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