Asistimos a la pre-escucha de 'Somnia', el nuevo trabajo de Débler, en el Hard Rock Café

El viernes nos reuníamos en la íntima sala Skyline del Hard Rock Café de Madrid un pequeño grupo de afortunados entre medios y fans para escuchar en exclusiva 'Somnia', el segundo disco de la joven banda Débler que verá la luz a finales de invierno o comienzos de primavera. Manuel Seoane (Bürdel King), Diego Palacio (Mägo de Oz), Santi Carrasco (Saurom) o el propio Leo Jiménez fueron algunos de los que estuvieron allí en señal de apoyo.

Txus Di Fellatio, maestro de ceremonias

Como productor y guía de esta etapa en la que se adentra el grupo de metal sinfónico, Txus di Fellatio fue el primero en subirse al pequeño escenario y dedicar unas palabras a sus chicos. Empezó casi como un monólogo al decir que "no se veía con 60 años poniéndose las plumas", pero retomó el lado serio cuando les recomendó que ante todo mantuviesen la humildad y la pasión para afrontar un camino que no ha hecho más que empezar.

Tras abrazar a Txus, Rubén Kelsen (voz), Nelson Valenzuela (batería), Álex García (guitarra), Sergio García (bajo) y Daniel Fuentes (violín) hicieron una breve presentación, en la que recalcaron la relación del nombre con los sueños y que el disco es conceptual y gira en torno a la historia de Benjamin Barker, más conocido como el barbero diabólico o Sweeney Todd.

Las luces se apagaron y quedamos todos pendientes de la pantalla, a través de la que nos trasladaron al Londres de 1802 en el momento en el que el protagonista de este disco, Barker, iba a ser llevado ante la justicia por sus crímenes. Un "dicta sentencia" bien grande apareció proyectado y nos preparó para adentrarnos en un mundo triste y oscuro que queda reflejado a la perfección en las letras (un detalle por su parte que subtitularan las canciones) y en las melodías.

Una épica y sinfónica intro nos hace vibrar y nos deja expectantes por lo que vendrá a continuación. "Nada nos podrá parar" es el tema que le sigue, en el que ponen los coros Patricia Tapia y Zeta. Desde el principio empiezan potentes, con un sonido exquisito en el que todos y cada uno de los instrumentos compactan y se adaptan a la perfección. Los fantasmas de aquellos sueños que una vez tuvo el personaje se rompen y se convierten en un "Mar de lágrimas", la siguiente composición que no pierde la fuerza y que reitera el dolor que nos acompañará durante todo el plástico, de la misma forma en la que lo hace la tragedia amorosa.

Más oscura se presenta "Sentencia final", un encuentro con el juez en el que queda constancia de la rabia que nos alcanza gracias al destacado agudo de Rubén Kelsen y a los coros de Txus. Viendo los movimientos incontrolados de las cabezas de los allí presentes, se convierte en idónea para ser el single y de cara a los conciertos, como bien confirmaron los propios miembros.

La voz de la ex vocalista de Sirenia, Aylin, empasta de forma espectacular con la de Kelsen en "Cuando las estrellas dejen de brillar", que parece encaminarse hacia una balada y que acaba desembocando en una potente pieza. La parte más romántica continúa con "Se apagó el sol", en la que la estrella roja hace alusión a los cabellos rubios de la amada, a la que sería capaz de entregar la luna. La luz queda eclipsada por la increíble intervención de los coros y la orquesta, una combinación exquisita que nos transporta a un mundo de sombras. "Rosas color marfil" trae la calma entre tanta tempestad con Javi Díez (Mägo de Oz) al piano y la promesa de ese esperado reencuentro en el cielo que no llega nunca. Txus fue muy oportuno y demostró todo su romanticismo dándole un palo en el culo a Álex.

La banda al completo

Los siguientes dos temas son algo más positivos. "Frente al espejo" (con Zeta y Patricia) nos anima a no rendirnos y a hacernos más fuertes con los golpes que nos hacen llorar. Por otro lado, hay una clara influencia de Mägo de Oz en "La procesión de los borrachos", en la que precisamente Zeta canta a dúo con Rubén con las flautas y gaitas de Diego Palacio, actual flautista de Mägo. Sin duda es la pista más alegre, pero no es que la hayan querido colar, es que hace referencia a una de las escenas de la película Sweeney Todd.

Y como no podía ser de otra manera, con "Somnia" acaba esta narración lúgubre de dolor, lágrimas y rabia con las colaboraciones del guitarrista de Alquimia y ex de Avalanch, Alberto Rionda, Aylin y Diego Palacio. La muerte llama a la puerta del protagonista y por fin cumple ese sueño de reencontrarse con su amor en el lugar "donde nada tiene fin". Lamentablemente, este disco sí tiene un fin, aunque las sonrisas que se vieron al encender las luces dejaron claro que a este grupo todavía le queda carrera por delante.

Tras la pre-escucha llegó el turno de las preguntas, entre las que estuvieron la fecha de publicación del álbum (en principio a finales de marzo), los conciertos o un "¿cómo habéis aguantado en el estudio con Txus?" de Leo en tono amistoso (a esta pregunta ya nos contestaron Rubén Kelsen y Sergio García en este vídeo). Primaron sobre todo las palabras de enhorabuena y no es para menos, puesto que se han marcado un discazo que les va a permitir posicionarme como protagonistas de ese relevo generacional en la música del que tanto gusta hablar. Trabajo, ganas y como decía Txus al principio de todo "humildad y pasión" son una buena forma de definir este resultado que augura éxito a raudales.

Texto y fotos: Anna Isabel Moher

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