Entrevistas |The Lemon Twigs
«Muchas personas hacen discos malos cuando se ponen demasiado creativos»
Por: Sergio Julián (@sergio42)
Tras su interesante primer álbum, los jovencísimos The Lemon Twigs siguen dando forma a su particular propuesta musical, esa que adereza melodías brillantes bajo el marco de guitarras, orquestación y juegos vocales. Su nuevo álbum se titula ‘Go To School’ y es una fantástica ópera rock algo “tontorrona” que trata sobre un chimpancé que decide ir al colegio y allí descubre cómo la sociedad que nos rodea es suficiente para aplacar el amor y la bondad que llevamos dentro. Pero no os preocupéis, hay una moraleja en todo esto. Se la desliza el multinstrumentista Michael D’ Addario a Sergio Julián (@Sergio42) en su encuentro en Madrid. No se muerde la lengua: da caña a Paul McCartney, The Who, Father John Misty…
Cuéntame la historia de The Lemon Twigs.
“The Lemon Twigs somos solo Brian y yo. Hemos estado creando música desde que éramos niños. Mi madre era actriz – barra – psicóloga y mi padre era músico. Ellos nos enseñaron a cantar, a tocar la guitarra y la batería. Y eso es todo. Tuvimos una banda en primaria, otra en secundaria y después nos cruzamos con Jonathan Rado (Ndr: mitad del dúo Foxygen) e hicimos nuestro primer disco (Ndr: ‘Do Hollywood’, 2016). Desde entonces, hemos estado girando por todo el mundo”.
‘Go To School’ es vuestro segundo disco. Me sorprende que, en vez de crear una nueva colección de temas sobre vuestro día a día o lo que pasa por vuestra cabeza, hayáis decidido crear una ópera rock. ¿Cuál es el porqué?
“Simplemente surgió. Cuando empezamos a componer estas canciones, yo estaba en el instituto. De hecho, hicimos nuestro primer disco cuando tenía 15 años. Por aquel entonces, comenzamos a componer canciones para este álbum e, inevitablemente, muchas de ellas trataban sobre mis experiencias. Decidimos hacer un musical sobre ello, porque todos los temas estaban relacionados entre sí. Además, los dos hemos actuado en Broadway, por lo que tenemos un buen conocimiento de los musicales, también como espectadores. Pensamos que no se nos daría mal, que donde la gente lo hace mal, nosotros lo podríamos hacer bien, así que lo hicimos. Una vez hecho, podemos continuar nuestro camino. Hemos hecho algo grande, un disco doble”.
¿Dirías que esa ambición, ese barroquismo sonoro, es una parte esencial de The Lemon Twigs?
“Gran culpa de que se diga eso es de Brian. Toca todo tipo de piezas de guitarra clásica, acordes raros, inversiones… Él es quien añade ese tipo de cosas, pero lo cierto es que nunca nos ha influenciado ese sonido de los 60. También es cierto que, seguramente, hemos escuchado la misma mierda que ellos. En cualquier caso, nunca nos ha importado. Vale, a él le mola todo ese rollo, pero nunca nos hemos obsesionado con los primeros Bee Gees o cosas así. No forma parte de nuestro ADN”.
Aunque tratéis de marcar distancia con esa época, tenéis una estética muy marcada. ¿Os consideráis cómodos con la atemporalidad? ¿Preferís esas referencias de los 50 y 60 que señalan la mayor parte de los medios?
“Atemporalidad. Eso que suelen decir es una mierda. Sí, vale, nos vestimos como ellos y tal, pero realmente lo nuestro es componer canciones. Somos melodistas: creamos nuevas melodías, melodías enrevesadas… Nos gusta más escribir ajenos a las épocas que dentro de ellas. Tratamos de componer material que suene bien cuando lo tocas con guitarra acústica o piano, no necesitas más. Aunque es cierto que, en el disco, añadimos más elementos”.
¿Cómo surgió que “un mono que va al colegio” fuera la temática de vuestro musical?
“No tengo ni idea. Unimos varias demos y simplemente apareció. Por alguna razón, era un animal en vez de un humano”.
¿Así que es un mono de verdad?
“Sí, sí… Al final, todo es metafórico. Realmente no sé cómo surgió en su totalidad, no tengo la respuesta”.
"De alguna forma, el colegio es como el mundo y Shane podría ser tú o yo. Todo gira en torno a mantener tu pureza y tu alma intacta".
Vuestras letras son súper dramáticas. Por ejemplo, en el estribillo de “The Student Becomes The Teacher”, cantas “The principal dies and everybody cries” (“El director muere y todo el mundo llora”). ¿Es una decisión basada en esa inspiración en los musicales que me has dicho antes?
“Eso es. No quería ser tan dramático o ridículo como en un musical. Bueno, ¡en realidad sí que es ridículo! Soy consciente de ello. Es tontorrón y, en ocasiones, no se toma en serio a sí mismo. No es como ‘Tommy’ de The Who y no es que lo esté menospreciando. Esto es un musical, no un álbum conceptual. Esos discos son muy densos, se toman a ellos mismos demasiado en serio. Esto es un poco más estúpido y, en realidad, eso lo hace más inofensivo. Esos genios tienen las cabezas metidas en sus culos, no son como Rodgers y Hammerstein (Ndr: dúo que compuso musicales como El Rey y yo o The Sound of Music”): lo suyo es mucho más evidente”.
Ya que lo mencionas, “Never Know” y “Born Wrong / Heart Song” son dos muestras claras de esa inspiración en los musicales. ¿En cuáles os habéis inspirado? ¿Puedes nombrarme dos o tres referencias?
““The King and I” es el mejor musical de toda la historia, para mí. “Carroussel” es otro. Brian ha estado dándole bastantes vueltas a “Oklahoma!” mientras hacíamos el disco”.
‘Go To School’ os ha permitido contar con personas como Jody Stephens, batería de una de tus bandas favoritas, Big Star. ¿Cómo te sientes tras haberlo conseguido?
“Jody es súper amable y humilde. Todo surgió solo. Tengo una conexión especial con Big Star, es de las bandas con las que más me he obsesionado en mi vida. Creo que haber conseguido que participara es un logro. Además, esta música era la oportunidad perfecta. Las canciones no son tan personales… ¡Son personales, pero también un poco tontorronas! Es por eso por lo que pude involucrar a personas como mi madre o el propio Jody Stevens y, de esta forma, rendirles homenaje. En el futuro, si surgen canciones realmente personales, quizá queramos guardárnoslas para nosotros mismos”.
He leído que otra de las bandas con las que te obsesionaste fue Nirvana, pero que ahora has avanzado hacia otro tipo de música.
“¡Oh, eso fue hace una eternidad! Me gustaban, pero cuando era un crío”.
Te lo decía porque me parece curioso que todos y cada uno de los artistas con aspiraciones e inquietudes musicales a los que he tenido la oportunidad de entrevistar, acaban abandonado los clásicos del rock. Me parece curioso…
“Es que los exprimes. Absorbes toda la inspiración que puedes y luego ya no puedes sacarles más. Lo hice cuando tenía 14 años y ahora no los puedo escuchar demasiado. Además, hay muchísimas bandas que suenan así, miles. No necesito hacer eso. Soy más valioso de otras formas”.
Entonces… ¿qué bandas se merecen esa inspiración?
“Bueno, ¡ellos se la merecen! Pero bueno, ya la tienen. ¿Qué grupos…? Creo que la gente debería darle una oportunidad a canciones al estilo del puto Cole Porter, ese tipo de compositores clásicos. George Gershwin… Hay suficientes de los otros”.
El disco comienza contándonos la historia de la llegada de Shane a su familia. Unos años después, tiene la inquietud de ir al colegio, y en ese ambiente empezamos a escuchar sus reflexiones a través de los temas. Me ha llamado la atención especialmente “Small Victories”. En ella, Shane dice: “Every generation is the same, resulting in this fear illusion is a void that breeds confusion leading to a population tame” (“Cada generación es igual / Refleja una ilusión de miedo que es un vórtice que produce confusión y dirige a la domesticación de la población”). ¡Tiene una gran carga política! No me quiero meter en si Shane es un antisistema o no. Pero lo que me ha sorprendido es la distancia entre la música y los sentimientos en esta canción. Me la imaginaba mucho más cañera.
“Sin ninguna duda, tiene un gran componente social u observacional, pero no llegaría a decir que se introduce en temas políticos. Diría que trata de la actitud depresiva de todo el mundo, del cinismo de las personas. Esta canción es de Brian y lo que realmente quería decir es: “¿no podemos ser un poco más optimistas y hacer que la gente mantenga su espíritu intacto o algo así, en vez de ser cínicos y críticos con todos?” De alguna forma, el colegio es como el mundo y Shane podría ser tú o yo. Todo gira en torno a mantener tu pureza y tu alma intacta. No obstante, estás rodeado de todo ese horror”.
Pero eso es algo difícil…
“Sin duda, ¡es algo muy difícil!”
De hecho, en esa canción Shane se muestra muy seguro consigo mismo, se muestra optimista. Pero al final, sucede lo que sucede. ¿Cómo es capaz de seguir?
“No lo consigue, acaba rompiéndose. Pero luego lo consigue superar”.
Pero, ¿cómo? ¿Cómo superamos eso en la vida real?
“Hay muchas cosas diferentes. La gente medita, por ejemplo. Al final, lo más importante, es tratar de alejarte de todo ese pesimismo, de ese ambiente: tienes que luchar por tu cuenta. Si tu familia te está deprimiendo o tu ciudad no es la ciudad correcta para ti, tienes que luchar, tal y como él hace yéndose a vivir al bosque. Pero antes de eso, sí, él se derrumba. Y es algo horrible, pero sucede a las personas. No puedes ignorarlo”.
Esa evolución en Shane también la notamos en “Lonely”. Canta: “Well lonely people, can’t you hear me screaming? I know that I’m not funny / But somebody else has got to feel the same way / Don’t you feel the same way?” (“Gente solitaria, ¿no me podéis oír gritar? Sé que no soy gracioso, pero alguien más se tiene que sentir como yo. ¿No os sentís como yo?”) ¿Hasta qué punto ‘Go to School’ es un álbum biográfico’?
(Risas) “Así es como me sentía en el instituto. Eso lo escribí cuando tenía 15 años: era de ese tipo de cosas que te podrían avergonzar y que decidirías no poner ahí. Cuando compusimos nuestro primer disco, no quería exponerme de esa manera, sentía vergüenza. Ahora tengo 19 años y, cuando grabamos ‘Go To School’, mucho más tarde de cuando las letras fueron escritas, decidí no cambiarlo. No quería tapar mis emociones porque creo que es poderoso escuchar a un adolescente hablar sobre estos temas. Es un fragmento biográfico al 100%, pero también ampliado de una forma prácticamente ridícula. Me di cuenta de que estábamos escribiendo una historia desde la perspectiva de esta especie de mono - niño en el colegio. Y, en la vida real, teníamos un niño en la escuela, que era yo. Así que, ¿por qué no usarlo?”
Toda la inocencia de Shane se rompe con “Queen of my School”. Es curioso cómo una mala experiencia con el amor comienza a romper a Shane. ¿Ese fue el desencadenante de lo que le va sucediendo?
“Hay como tres… ¿qué metáfora podría usar? Es como un cristal resquebrajándose y hay tres grandes grietas: la novia (“Queen of my School”), la madre y el padre en “Never Know”, contándole que es adoptado; y luego está “The Bully”. Son las tres cosas que le hacen volverse loco”.
¿Hay alguna moraleja en ‘Go to School’?
“Sí, diría que es lo que te decía antes de tratar de preservar tu espíritu y tu alma. Tu vida puede entregarse al amor si amas lo suficiente, esa podría ser otra moraleja. Amar es muy importante. También va sobre resistir las presiones de la sociedad y todo eso”.
"El material nuevo de Paul McCartney es horrible. [...] ¡Limítate a hacer estribillos para otras personas!"
Supongo que giraréis con el disco…
“Tenemos algunas fechas con los Arctic Monkeys y luego anunciaremos unas cuantas más. Probablemente saldremos de gira hasta el próximo verano. Vamos a tratar de hacer un nuevo disco, seguramente comenzaremos en invierno o algo así”.
¿Y has pensado en representar este musical? Con proyecciones, actores, más músicos...
“Con suerte podremos hacer un par de conciertos en las costas de América con más instrumentistas, pero la mayoría de veces giraremos con una banda de 5 componentes. No creo que nos lancemos a lo visual, porque queremos mantener la esencia de un show de rock ‘n’ roll, pero podemos hacer algo creativo y teatral. Como hemos hecho siempre”.
Miremos al futuro. En alguna ocasión has comentado que eres capaz de crear música diferente a la que has hecho a día de hoy. ¿Tienes algo en mente?
“En este punto no queremos hacer otro musical, pero sí canciones más estándar, con letras que realmente trasciendan. ¡Y también más soul!”
Una de las cualidades de mis músicos favoritos es que son capaces de adaptarse y cambiar. ¿Qué camino te gustaría adoptar en tu trayectoria musical? ¿Quieres ser este tipo de músicos siempre cambiantes o prefieres centrarte en un estilo sólido, propio y hacerlo completamente tuyo? ¿Queréis traspasar las limitaciones de The Lemon Twigs?
“Creo que la clave está en encontrar un equilibro saludable. No quieres escuchar un disco de bossa nova de Bob Dylan, ¿sabes a lo que me refiero? Hay una especie de límite. No creo que tengas que tener miedo a avanzar y a salir de tu zona de confort, pero sí que es beneficioso saber cuáles son tus puntos fuertes y saber cuándo parar. A Cat Stevens nunca se le ha ido la pinza por completo, pero supo parar en un punto concreto. Ha hecho un montón de discos malos, pero eso es algo que le pasa a muchas personas cuando se ponen demasiado creativos”.
Estaba pensando en Paul Simon. Quizá él pueda ser un ejemplo de alguien que juega con su sonido pero manteniendo sus señas de identidad.
“Sí, él mantiene esos elementos con los que identificas a Paul Simon. McCartney también los mantiene, pero su material nuevo es horrible. Lo último guay que hizo fue todo lo de The Fireman (Ndr: dúo que extendió su actividad entre 1993 y 2008 junto a Youth, bajista y productor de Killing Joke). ¡No, no no! Lo último guay que ha hecho fue la puta canción con Kanye West y Rihanna (Ndr: “FourFiveSeconds”, 2015). Ese es el tipo de material que deberías hacer si eres como él. Tienes miles de canciones, ¡limítate a hacer estribillos para otras personas!”
Llegué hasta tu cuenta de Twitter (Ndr: ahora bloqueada) y me hizo muchísima gracia uno de tus retweets: “Esta banda ha tocado un poco menos de guitarras y unos pocos más teclados en su nuevo disco… es revolucionario”, decía…
“Me recordó a cosas como Pitchfork y mierdas así. Si todo el mundo dice que es un sí, la gente repetirá sí, sí, sí…”.
¿Tienes más clichés sobre música que quieras compartir?
“A la gente no le gusta reconocer que está cayendo en modas, no se lo plantea, se deja llevar por la corriente. Tienes que ser crítico. No es que tengas que pensar en cada uno de tus movimientos, pero sí que tienes que ser consciente de lo que estás haciendo para asegurarte de que realmente significa algo. Creo que he hecho un montón de cosas sin dejar que trascendieran. Ahora, un par de años después, lo lamento. Solo tienes que prestar un poco de atención. La gente está simplemente como diciendo [con voz impostada]: “Oh, soy muy bueno en lo que hago, simplemente escribo canciones, hablo de mis sentimientos y funciona”.
Me da la impresión de que estás hablando de Father John Misty… (risas)
“Bueno, él es como... (resopla). ¡No lo sé, simplemente no le puedo creer! Solo porque dice cosas que otras personas no dicen en la música o porque suelta mierda de otras personas y se ríe de ellos, la gente piensa: “Wow, es algo nuevo, es genial”. Pero, en realidad, todo suena mal. Las palabras no fluyen, suenan ridículas”.