Entrevistas |Billy Gibbons

«No estamos seguros de lo que hay detrás de las barbas»

Por: Alfredo Villaescusa

Foto: Blain Clausen

Cualquiera que a estas alturas de la vida todavía no conozca al mítico Billy Gibbons, guitarrista y vocalista de ZZ Top, debería hacérselo mirar con urgencia. Al margen de su banda madre, esta leyenda, que en su juventud llegó a ser telonero de Jimi Hendrix ya sorprendió en 2015 con un disco en solitario en el que combinaba rock sureño con ritmos afrocubanos. Pero a veces no existe nada más reconfortante que volver a los sonidos de siempre, al potaje de la abuela, y eso precisamente tenemos en ‘The Big Bad Blues’, una colección de composiciones nuevas junto a clásicos del género de Muddy Waters o Bo Diddley, entre otros. Alfredo Villaescusa no pierde la ocasión de coincidir con este insigne barbudo.

 ¿Por qué elegiste el título ‘The Big Bad Blues’? ¿Eres tú acaso el “grande” y “malo” al que aludes? (ndr: big bad)

“Bueno, el blues es muy grande y también para gente mala, lo cual en realidad es bueno (risas). Supongo que entonces sí que soy el más grande y malo de todos…(más risas). He montado una banda completa solo para poder ir de gira. Como ya sabrás, el blues ha estado ahí desde los inicios de mi carrera en ZZ Top y también en mi trayectoria en solitario”.

¿Qué diferencias principales encontrarías precisamente entre tu primer trabajo al margen de tu banda madre ‘Perfectamundo’ y este último?

“Uno estuvo planeado como un proyecto diseñado para ir a La Habana, Cuba, y transformar aquello en una fiesta de jazz y rock n’ roll. Grabamos unos tres temas y le pregunté a mi amigo Chino si aquello se acercaba al espíritu cubano y me dijo: “Oh sí, señor, pero hay un problema, toda la gente joven de La Habana quiere escuchar Led Zeppelin y ZZ Top” (risas). Esta vez me he contagiado por los grandes del blues a los que admiro mucho”.

Foto: Andrew Stuart

El blues sería entonces como una amante a la que siempre vuelves con fidelidad…

“Eso es, lo has definido muy bien. El blues es algo de por sí interesante por su valor artístico. La gente dice que es muy sencillo, pero cuando lo escuchas atentamente observas que en realidad posee mucha complejidad. Somos muy afortunados por tener la oportunidad de conservar tantos discos de blues, hay tanto que aprender…yo todavía sigo escuchando a Jimmy Reed, Howlin’ Wolf o Muddy Waters. Y alguno probablemente dirá que llevo haciendo eso desde hace bastante tiempo, y sí, es verdad, pero cada vez que los escucho algo nuevo sale a la luz”.

¿Y qué te parecen bluesmen modernos tipo Joe Bonamassa?

“Creo que alguien descubre el blues cada diez años con esa pasión, tiene que haber algo mágico ahí para que siga siendo una fuente de inspiración para tantos guitarristas. Recuerdo que allá por los sesenta grupos británicos como The Rolling Stones o The Yardbirds recuperaron el blues en un tiempo en el que en EE UU dicho género corría el riesgo de desaparecer. Es algo que he visto cada cierto tiempo, ahora por ejemplo hay un chaval en Fort Worth, Texas, de 18 años que toca con un estilo verdaderamente atractivo y suena de tal manera que pensarías que quizás se ha escapado de los años 50, no recuerdo su nombre, pero creo que en estos momentos tiene un disco en el mercado…Eso es una buena muestra de la savia nueva que se va incorporando al blues”.

¿Eres de los puristas que aboga por los garitos reducidos para interpretar el género?

“Como he dicho, sigue existiendo un interés desmedido en el blues, mira por ejemplo el último disco de The Rolling Stones y su reciente gira por estadios en Europa, ahí tocaban blues en recintos enormes y a todo el mundo le encantaba, por lo que creo que el blues puede funcionar tanto en grandes estadios como en recintos reducidos”.

¿Y los temas de ‘The Big Bad Blues’ no hubieran encajado en un disco convencional de ZZ Top?

“Es probable que no, porque el carácter que poseen es algo diferente. Había otra gente en el estudio y eso implica que hayan arrastrado consigo otra personalidad distinta que nada tiene que ver, por supuesto, con mis compañeros Dusty o Frank. Pero lo bueno es que tanto Dusty como Frank escucharon el material y les impresionó mucho, tanto que dijeron: “Es muy bueno, podríamos tocarlo incluso mejor que tú, pero nos tomaremos unas vacaciones mientras tú trabajas””(risas).

¿Seguirás por tanto en el futuro con tu trayectoria en solitario?

“Es una buena posibilidad que siempre está ahí, tuvimos mucha suerte con ‘Perfectamundo’ porque fue un gran éxito y los amigos que han escuchado ‘The Big Bad Blues’ me piden que saque más discos, así que seguiremos trabajando. Pero en 2019 ZZ Top celebrarán un gran aniversario, los 50 años de existencia, y hemos hablado de la necesidad de aprender viejos temas para poder recuperarlos en un próximo tour”.


“En 2019 ZZ Top celebrarán los 50 años de existencia”


 

¿Y cuando entrarás con ZZ Top en el estudio?

“Acabamos de empezar a trabajar, pero yo creo que entraremos al estudio ya en breve, en octubre haré una pequeña gira de ‘The Big Bad Blues’ y una vez que vuelva ya será el momento de pensar en un nuevo proyecto con ZZ Top”.

¿Hay planes por tanto de salir a la carretera?

“Sí, como te he dicho, comenzaremos en octubre con conciertos en EE UU, pero tengo un gran afecto por España, mi esposa tiene una prima en Madrid y yo también tengo un buen amigo en Valencia, llevamos unos cinco años yendo allí de vacaciones y solemos pasar unas dos o tres semanas cada vez, España es de mis lugares favoritos. ZZ Top estaremos celebrando el 50 aniversario el próximo verano en algunos festivales de Europa, así que es probable que nos acerquemos por allí, no obstante, espero que la gira de ‘The Big Bad Blues’ también pueda llegar hasta vuestro país”.

Volviendo al disco, has rescatado algunos clásicos como el “Rollin’ and Tumblin’” popularizado por Muddy Waters, ¿qué criterio has seguido a la hora de elegir los temas?

“Empezamos a grabar cuando algunos amigos se acercaron al estudio como Austin Hanks o Matt Sorum. Nos dedicábamos simplemente a improvisar, pero tuvimos la suerte de que el ingeniero de sonido grabara todo aquello de manera muy natural. Quería incluir algunas composiciones nuevas, pero también otros clásicos que a mí me gustaban de Muddy Waters o Bo Diddley”.

Foto: Andrew Stuart

¿Qué hay respecto a tus acompañantes en el álbum?

“Con Matt Sorum llevo tocando bastante durante los últimos años, mientras que a otros como James Harman lo conozco desde 1986, ya es tiempo…Lo cierto es que me siento muy cómodo con esta gente y además ya hemos dado conciertos en vivo, lo cual es muy importante”.

Anduviste en la carretera hace poco junto a la leyenda John Fogerty, ¿cómo fue?

“Oh, fue maravilloso. ¿Sabes qué? Me dejó alucinado el hecho de que su voz todavía resuene muy fuerte”.

¿Habría alguna posibilidad de veros a los dos juntos por nuestro país?

“Buena pregunta. Hablaré con Mr. Fogerty. La verdad es que al terminar la gira me dijo lo siguiente: “Me lo he pasado muy bien, tenemos que continuar con esto”. Y yo le contesté: “Vale, ¿pero dónde?”. Y él respondió: “¡En todo el mundo!””(risas).

Creo que con tu primer grupo Moving Sidewalks abriste para Jimi Hendrix, ¿es cierto?

“Sí, fue en 1968. Le conocí ya la primera noche de la gira y tuvimos que tocar unos 45 minutos. Nos pidieron además que tocásemos un par de canciones de Jimi Hendrix y mientras tanto él me observaba desde un rincón, al finalizar me dijo: “Me gustas, tienes mucho nervio tocando mis canciones, lo cual está bien por si me tengo que ausentar en algún momento” (risas). Ese fue el inicio de nuestra amistad, aprendí mucho de él. Nos pasábamos hasta altas horas de la madrugada en el hotel y a él le encantaba la forma de tocar de Jeff Beck y se preguntaba: “¿Cómo puede hacer eso Jeff Beck?”. Y yo le decía: “Jimi, es muy probable que en estos momentos Jeff Beck se esté preguntando lo mismo, ¿cómo puede hacer eso Jimi Hendrix?” (risas). Una época interesante”.

¿Qué enseñanza principal has extraído después de casi medio siglo en el negocio?

“Estate preparado para las sorpresas. Las buenas noticias son que hoy en día hay más música disponible que nunca, hay lugar para todo el mundo, da igual que lo tuyo sea el heavy metal, el rock…”.

En 1984 una popular marca de maquinillas de afeitar ofreció a ZZ Top un millón de dólares por quitarse la barba, ¿lo consideraríais en la actualidad?

“Seguramente no, más que nada porque no estamos seguros de lo que hay detrás de las barbas” (risas).

 

 

Alfredo Villaescusa
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