Crónica de Touché Amoré y Code Orange: ¡A por el Download!

22 junio, 2017 2:24 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Bóveda, Barcelona.

Parece que está de moda esto de que los grandes festivales aprovechen su marca y consecuente tirón para crear eventos fuera de sus fronteras naturales. Al traer a grandes bandas, surgen, a su vez, oportunidades para que las ciudades coetáneas puedan disfrutar de conciertos que, a priori, parecen más difíciles de llevar a cabo en circunstancias normales. Al final ganamos todos, tanto los que van como los que se quedan, así que aprovechemos estas preciosas oportunidades que se nos brindan de vez en cuando. Así lo hicimos ese miércoles en la Ciudad Condal.

Code-Orange-directo-Bóveda-2017

Code Orange

Y es que el cartel que se nos presentaba a modo de aperitivo para el Download madrileño era de los que no se podía dejar escapar. La rabia y la melodía se conjuraban para unir en una misma noche la furiosa energía de unos Code Orange en constante crecimiento y las desgarradoras notas de unos Touché Amoré que acababan de editar uno de los mejores álbumes de su carrera. Pero paso a paso.

El concierto, que se tenía que llevar a cabo en la sala pequeña de la Razzmatazz, se tuvo que cambiar de ubicación a causa de unas supuestas obras en la misma localización. ¿El resultado? El traslado del evento a la sala Bóveda, emplazamiento no muy dado a eventos de este estilo y cuyas quejas por sonido empiezan a ser un constante cada vez que alguien decide pisar un recinto, muchas veces, destinado a ser cobijo para bandas locales. Todo hay que decirlo: al cambiarse de sala, nuevas entradas a la venta, y es que el evento llegaba agotado desde hacía semanas. ¡No hay mal que por bien no venga!

Quince minutos más tarde del horario inicialmente previsto, Code Orange pisarían por primera vez tierras catalanas. Están en boca de todos por haber conseguido, en un lapso relativamente corto de tiempo (apenas nueve años), telonear a bestias del género como System Of A Down o Gojira. ‘Forever’, su último elepé lanzado este mismo año, les ha servido para cosechar críticas fabulosas, y sus directos parecen arrasar allá por donde van. Su hardcore con toques groovies y hasta elementos experimentales es pegadizo, un balance casi perfecto entre pegada y vanguardia. En definitiva, savia nueva que nuestros oídos acaban por agradecer. Lo que vimos en la Bóveda condal, al final, confirmó las sensaciones que nos venían desde fuera y pudimos constatar la potencia escénica de una banda que parece ha venido a comérselo todo.

Desde la inicial “Forever”, canción que precisamente abre su último trabajo, pudimos ver a una banda sumamente activa que no se paraba de mover encima del escenario. El pelirrojo Joe Goldman y la más reciente incorporación a la banda Dominic Landolina, al bajo y a la guitarra respectivamente, no pararon de moverse de un lado al otro del escenario mientras resoplaban, chillaban y no paraban de animar al respetable. “Kill The Creator” sonaría aplastante y volverían a su lanzamiento de 2014 ‘I Am King’ para interpretar “My World”. Con la pegadiza “Bleeding In The Blur” podríamos ser testigos de la capacidad vocal de una Reba Meyers que incluso se movía sin estar interpretando ninguna nota. Verdaderamente excepcional la entrega de estos chicos.

Tras “Spy” y “The Mud” decidieron dar por terminado su concurso con una “I Am King” que recibió los primeros stage divers de la noche encima del escenario. Al final de su concierto, eso sí, se notó cierto cansancio por parte de los miembros del grupo, y es que debe ser complicadísimo mantener tal nivel de entrega durante todo un recital. En definitiva, la constatación de que esta es una banda que va para largo y que llegaran donde quieran si siguen facturando discos de tamaña calidad y directos para el asombro de cualquiera: uno entiende enseguida el porqué han llegado hasta aquí en tan poco tiempo.

Con una expectación creciente y con la sala ya a reventar, serían los americanos Touché Amoré los que acabarían por alzar los ánimos de la gente al máximo exponente posible. Y es que su disco del año pasado, ‘Stage Four’, es una verdadera obra de arte, un compendio artístico que pone los pelos de punta, más aún si lees cuidadosamente sus letras, dedicadas al fallecimiento de la madre del vocalista Jeremy Bolm. Así salieron al escenario, tranquilos en un inicio para lanzarse a por todas una vez las notas de “Flowers And You” eran despedidas desde los altavoces. Una a una fueron desgranando algunas de sus cortas pero concisas composiciones, canciones que en pocos segundos consiguen conectar con una audiencia que les idolatra y que cantó todas y cada una de las delicadas líneas de Touché Amoré.

Touché-Amoré-directo-Bóveda

Touché Amoré

Bolm es un verdadero referente encima del escenario, jugando con un público en éxtasis y sabiendo cuando dejar que ellos sean los verdaderos protagonistas del espectáculo. Y es que, si por algo destacó el concierto, fue por el tremendo recibimiento que el público catalán otorgó a los americanos, formándose ollas de forma constante, siendo los fanáticos de la banda los que se acercaban al borde del escenario para cantar junto al simpático vocalista y soltándose una y otra vez los más valientes para saltar desde arriba de todo.

El resto de la formación, sin fisuras y casi sin pausa, supo mantener su papel más comedido encima de un escenario que quedaría pequeño a lo largo de la velada. “New Halloween”, “Displacement” o “Rapture” fueron algunas de las composiciones de su último lanzamiento que fueron interpretadas en el directo, dejando que su álbum de 2011 ‘Parting The Sea Between Brightness And Me” obtuviera también un gran protagonismo con canciones como “~”, “The Great Repetition” o “Pathfinder”.

Hubo momentos para todo, de la calma a la tempestad y volver a empezar. ‘Is Survived By’ tuvo sus particulares momentos de protagonismo con “DNA”, en la que la guitarra de Clayton Stevens tuvo algunos problemas de sonido, “Harbor” o la celebrada “Just Exist”. El calor era sofocante y la crew de la banda tuvo el detalle de repartir agua entre las primeras filas, y así llegamos irremediablemente al final de un concierto con las notas de “Honest Sleep” y “Gravity, Metaphorically”, la cual fue recibida con un bonito circle pit y despedida con ruidosos aplausos.

Los oés oés nacieron de entre el público y las luces se encendieron sin que nada pudiéramos hacer para evitarlo. Tremenda descarga de energía por parte de dos bandas que se comen lo que tienen por delante y que basan sus conciertos en dar un valor añadido a sus ya de por si cuidadas composiciones. Ahora, a disfrutar del Download Festival, el evento por excelencia en la capital española de este verano y la constatación de que España vuelve a ser país para los grandes espectáculos. A los que tengáis la fortuna de asistir, ¡ni se os ocurra perderos a estas dos bandazas!

Texto y fotos: Víctor Vallespir

Redacción
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