Crónicas
Clutch + Graveyard + Kamchatka: Otra noche inolvidable
«Llamaba la atención un cartel que inocentemente rezaba “Prohibido Croudsurfing”. No es de extrañar que la sala hubiera intentado evitar lo que sin lugar a dudas iba a acontecer minutos después. Y es que, si alguien sabe como hacer que su público se desmelene, son Neil Fallon y los suyos. »
13 diciembre 2019
Sala But, Madrid.
Texto: Isa García. Fotos: Nerea Mayor
El viernes 13 de diciembre nos acercamos a la Sala But de Madrid para asistir a uno de los conciertos más esperados del mes. Los estadounidenses Clutch volvían a la capital y, después del éxito de su anterior concierto apenas dos días antes, las expectativas no podían ser mayores. Escuchar que, tras colgar el cartel de entradas agotadas para su primera fecha en Madrid, la promotora había decidido añadir una segunda fecha fue una gran noticia para muchos de sus seguidores. Además, en esta ocasión venían acompañados por nada más y menos que Graveyard y Kamchatka, por lo que los incentivos no podían ser mejores.
Apenas eran las 19:00h de la tarde y la sala estaba prácticamente a mitad de su aforo. Nada más acceder, lo primero que llamaba la atención era un cartel que inocentemente rezaba “Prohibido Croudsurfing”. No es de extrañar que la sala hubiera intentado evitar lo que sin lugar a dudas iba a acontecer minutos después. Y es que, si alguien sabe como hacer que su público se desmelene, son Neil Fallon y los suyos.
Pero vayamos por partes, el trío sueco que compone Kamchatka fue todo un acierto para empezar a caldear el ambiente. Pese a su corta actuación (apenas 20 minutos), Thomas Anderson (voz y guitarra), Tibias Strandvik (batería) y Per Wilberg (bajo) supieron sacarle partido a sus minutos en el escenario con su poderoso rock cargado de influencias variopintas (toques de jazz incluidos), logrando crear una buena atmósfera y ganándose la ovación de los allí presentes.
En torno a las 20:15h llegaba el momento de recibir a los también suecos Graveyard. Si bien el sonido no terminó de cuajar, sobre todo con los graves, supieron ganarse al público durante sus 45 minutos de actuación, en los que optaron por excluir algunos de los temas más clásicos. En esta ocasión aprovechaban para presentar su último trabajo, ‘Peace’.
Abrieron con “Walk On”, para continuar con “Thin Line”, dejando así ver su evolución en apenas unos minutos, siendo el primer corte de su último trabajo y el segundo de su álbum debut. Sonaron también temas como “Hard Time Loving” y “Hisingen Blues”, aunque lo mejor llegaría al final de su actuación con una impecable “The Siren”, con la que el público pareció entrar en trance, cantando a todo pulmón. Quizás no sea la banda más alocada sobre el escenario, pero sin duda sabe meterse al público en el bolsillo con un directo de calidad que nunca defrauda.
En torno a las 21:30h llegaba al fin el momento de ver a los de Meryland sobre el escenario. Parecía que el día de descanso por la capital les había sentado bien a los miembros de Clutch, porque venían con las pilas cargadas y dispuestos a dar caña desde el principio.
La banda, que lleva activa desde 1991, ha logrado tener un sonido único sobre el escenario, que supera sus álbumes de estudio con creces gracias a la energía que logran emitir en directo. El hecho de haber tocado dos días antes no nos daba ninguna pista sobre cuál sería su setlist, ya que acostumbran a cambiarlo continuamente a lo largo de sus giras. En esta ocasión inauguraba la noche con “Inmortal”, seguida de “Burning Beard”.
Neil logró conectar con el público desde el principio, con el micro en la mano y sus característicos gestos con los que, de alguna manera, hace que cada canción cobre un nuevo significado en directo. El resto de la formación no se quedó corta: Tim a la guitarra y Dan al bajo estuvieron sincronizados desde el primer momento, logrando un sonido arrollador, como siempre bien acompañado, gracias al talento de Jean Paul a las baquetas.
Continuaban el show con “Earth Rocker”, “Sucker for the Witch” y “The Elephant Riders”. A estas alturas el público estaba completamente sumergido en la atmósfera del concierto. ¿Recordáis el cartel de la entrada? Pues como era de esperar, los primeros valientes habían comenzado ya a surfear por toda la sala.
A continuación, sonarán cortes como “Willie Nelson”, que transporta al lejano oeste en cuestión de segundos, y “H.B Is In Control”, tema en el que sus siglas hacen referencia al famoso pintor Hieronymus Bosch, más conocido como “El Bosco”, y que tiene su inspiración en las extravagancias que han llegado a presenciar en sus largas rutas por carreteras americanas.
Con “Book Of Bad Decisions”, de su último trabajo, nos acercábamos a la mitad del concierto, pero quedaba todavía mucha caña por delante que vendría de la mano de temas como “Visión Quest” o “Lorelei”. Para la traca final se reservaron “The Mob Goes Wild”, “Subtle Hustle” y “D.C Sound Atack!”, con la que hicieron el amago de despedirse. Parece increíble lo rápido que pasa el tiempo durante shows tan potentes como este, pero por suerte se habían dejado un par de ases en la manga. Como bis, tocaron su mítica “Electric Worry” y, para sorpresa de muchos, un increíble cover de “Fortunate Son”, de Creedence Clearwater Revival.
Ponían así el broche final a otra noche inolvidable. Por suerte parece que no tendremos que esperar mucho para volver a disfrutar de su groove metal, ya que no olvidaron la promesa de volver el año que viene para alegría de los allí presentes.
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1 comentario
En directo estas bandas nunca defraudan y en esa noche capitalina lo volvieron a demostrar a través de esos potentes temas en dicha gira conjunta.