35 años del ‘Pyromania’ de Def Leppard: El disco que esparció la llama del metal al mainstream
19 enero, 2018 12:42 pm 6 ComentariosEl 20 de enero de 1983 vino al mundo un disco que no solamente rompía los moldes de la escena heavy, sino que cambiaría las reglas del juego dentro de la industria musical para el resto de la década. Yorgos Goumas nos cuenta cómo la determinación y audacia de unos chavales ingleses y la visión musical de un productor legendario llevaron a la creación de este disco fundamental de los 80.
¡Vaya panorama!
A inicios de los 80, el rock y el heavy se encontraban en un punto de inflexión, sobre todo en Europa: la polvareda creada por el ‘Back In Black’ de los AC/DC ya se estaba asentando y bandas como Judas Priest y Iron Maiden estaban a un paso de hacerse grandes, pero las listas de éxitos estaban inundadas por bandas de new wave o, como mucho, de A.O.R. Acaso la única banda del rock duro que dominaba el mainstream era Van Halen, pero solamente en EE.UU. Por otra parte, Reino Unido aún atravesaba un periodo de vicisitud económica y agitación social dentro de un marco global de crisis e desigualdades mucho peor que el actual. Consecuentemente, el panorama para cinco chicos de clase obrera, oriundos de Sheffield, que soñaban con dominar el mundo rompiendo las barreras entre el rock y el pop, no era de lo más alentador si tenemos además en cuenta que los géneros musicales entonces estaban bien definidos y acotados. El hacer crossover era casi un anatema y ser un purista musical era algo de lo que alardear.
Tirarse a la piscina
Joe Elliott (voz), Steve Clark y Pete Willis (guitarras), Rick Savage (bajo) y Rick Allen (batería) ya habían editado dos discos, ‘On Through the Night’ (1980) y ‘High´N´Dry’ (1981). Def Leppard ya era una banda famosa, pero aún no había desarrollado todo su potencial. Sus compatriotas les veían con cierto escepticismo porque creían -sobre todo por el sonido del segundo disco- que su intención era venderse al mercado yanqui traicionando así al NWOBHM; algo de razón tenían...
El caso es que los músicos de Def Leppard, con unas ventas acumuladas de 500.000 copias, todavía mantenían sus trabajos “normales”: “Si eres de Sheffield, acabas siendo obrero en una fábrica, porque pocas opciones más hay”, cuenta Elliott, quien por su parte era obrero de la construcción: “No quería hacer eso hasta que tuviese 65 años”. Su tercer disco tendría que ser lo que los anglosajones llaman un “make or break” (éxito total o fracaso total) si querían escapar definitivamente de un destino gris y monótono. Afortunadamente, conocían al legendario productor Robert John "Mutt" Lange, dado que había producido ‘High´n´Dry’, y se habían dado cuenta que era la persona más adecuada para dar forma a su visión musical y romper barreras. Además, admiraban tanto su trabajo con bandas rockeras como AC/DC ('Highway to Hell', 'Back in Black') o Foreigner (‘4’), como con grupos de pop-rock tipo The Boomtown Rats o The City Boys; su destreza con ambos estilos y sus conocimientos técnicos era justo lo que buscaban. “Mutt”, por su parte, visualizó a Def Leppard como un pintor mira un lienzo en blanco: con ellos podría llevar a cabo sus “experimentos” tecnológicos, porque él también compartía su visión creía que era necesario dar una patada al rock para que despertara de su letargo. El trato era obvio: si le daban control total en el estudio, él les asegurarba el tan deseado éxito. Ninguno de ellos sabía exactamente cómo iban a lograr un disco tan rompedor: “Lo único que sabíamos era que no queríamos hacer un ‘High´n´Dry II’”, comentó Elliot: “Habíamos leído acerca de las experimentaciones de los Beatles, Queen y Boston en el estudio y quisimos hacer lo mismo, pero en un formato aún más duro”. Con estas premisas, en enero de 1982, la banda entró en el estudio y la primera cosa que les dijo “Mutt” fue que se olvidaran de sus ideas preconcebidas sobre lo que es el rock.
¿Tirar la casa por la ventana o tirarse por la ventana?
La banda entró en el estudio sin tener nada compuesto y empezó a acumular en cinta ideas de riffs sueltos. El grupo se dio cuenta enseguida no solamente del perfeccionismo de “Mutt”, sino también de su nueva visión musical, que incluía, entre otras cosas, sustituir a Allen por una batería electrónica, una idea influenciada por la imperante moda del synth pop y new wave que dominaba las listas de los éxitos por entonces. “Tocar al ritmo de una máquina significaba que teníamos que estar concentrados al 100% todo el rato. Es difícil tocar como si fuera un desfile militar”, cuenta Savage. Las sesiones se hacían largas y tediosas: “Teníamos que desmembrar los temas en partículas diminutas y analizar concienzudamente cada una de ellas”, recuerda Allen, mientras que Elliott resalta la manera que “Mutt” tenía de llevar la capacidad de cada uno de ellos al límite… y más allá: “Me decía: “lo puedes hacer mejor”. Y yo: “No, esto es lo mejor que puedo”. Y él respondía: “Pues no es suficiente”.
Llevaban 6 meses de sesiones, todavía no tenían ni un tema completo y los costes consecuentemente se dispararon. Sin embargo, de manera inesperada, llegó una nueva fuente de ingresos para su sello: resulta que el por entonces recién creado canal MTV había descubierto el videoclip del tema “Bringing On the Heartache” y lo emitía muy frecuentemente, haciendo que ‘High´n´Dry’ volviera a las listas de éxitos. Sin embargo, mientras que la financiación del disco estaba asegurada, su propia creación era más que dudosa. El citado perfeccionismo de “Mutt” hacía que las tomas se repitieran hasta el infinito, llevando a la banda a la desesperación: “Su forma de grabar requería una disciplina casi militar. Ir al estudio borracho o con resaca estaba prohibido”, cuenta Savage. “Hubo veces que estuve al borde de un ataque de nervios. Sentía que no aguantaba más”, recuerda Elliott.
“Mutt” era capaz de captar hasta la más mínima imperfección en la voz, haciéndole volver a cantar una parte una y otra vez. Un día, después de una sesión bastante dura, Elliott entró en el estudio de al lado y se topó, nada más y nada menos, que con el mismísimo David Coverdale, que por entonces estaba grabando ‘Saints & Sinners’ con Whitesnake: “Mientras yo sufría haciendo una toma tras otra, él clavaba un tema entero en una sola”, cuenta. “Desde luego, no contribuyó para nada a mejorar mi maltrecha confianza en mí mismo”.
Allen, por su parte, tenía que aguantar haber sido sustituido por una máquina. Finalmente, “Mutt” le llamó para que grabara ciertas partes, pero seguía tratándole con cierta condescendencia: “¿Por qué no me dejas escuchar lo que he grabado para ver si está bien?”, le preguntó Allen en una ocasión. “Si quiero tu opinión, te la pediré”, le respondió “Mutt”, algo que hizo que tirara furioso las baquetas contra la ventana de la "pecera" de Lange.
Las sesiones, maratonianas y exigentes, hicieron que cada uno de ellos buscara cómo afrontarlas. Para Willis y Clark la opción estaba clara: alcohol. “Aunque es diminuto, bebía como un cosaco”, recuerda Elliott sobre Pete. A Clark apenas se le notaba la borrachera, pero con Willis la cosa era diferente. Ya habían tenido que avisarle repetidamente en el pasado sobre su actitud y en ocasiones había estado a punto de ser despedido, pero al final siempre se retractaban por la amistad que les unía. Sin embargo, cuando sus borracheras empezaron a afectar a las sesiones de grabación, la cosa ya no pudo seguir así. Clark se había retirado temporalmente a su casa para descansar y toda la carga de trabajo cayó sobre Willis, algo que le hizo que bebiera más aún, y el resultado de esas sesiones fue penoso; la suerte estaba echada. Joe llamó a su amigo Phil Collen, que por entonces tocaba en la banda Girl y ya había estado a punto de reemplazar a Willis en mitad de la gira del ‘High’n’Dry’ precisamente por los problemas ocasionados por el guitarrista: “Me preguntaron si quería ir al estudio a tocar unos solos, ya que los temas estaban prácticamente completos”, cuenta Collen. Le pusieron uno y en una hora ya tenía el solo grabado: “La mejor prueba que pudo hacer”, afirma Savage; incluso el siempre exigente “Mutt” les dijo que él era el sustituto ideal. En total, Collen hizo los solos en 5 temas y Clark en los otros 5. Aun así, Willis recibió su reconocimiento (y sus royalties) posteriormente, ya que su guitarra rítmica suena en todos los temas y colaboró en la composición de 4 de las canciones, “Photograph” incluida.
Impacto inmediato
La inclusión de Collen revitalizó la banda y por fin, en diciembre de 1982, 10 meses después del inicio de las sesiones, ‘Pyromania’ estaba listo. Ya era hora, porque todo el proceso había costado más de un millón de libras y calculaban que el disco debería vender unas 3 millones de copias mínimo para que hubiera beneficios. En las reacciones de los críticos hubo de todo: desde acusaciones de ser una versión pulida de AC/DC hasta apuntarles como nuevas leyendas del rock. Aunque en su país la recepción fue algo fría (la gira británica fue llamada por Joe “A Nadie le Interesa Tour”, por la baja asistencia), en EE.UU. la historia fue bastante diferente: el vídeo del tema “Photograph” obtuvo más peticiones de emisión que el “Beat It” de Michael Jackson y sonaba en todas las emisoras del país constantemente: “Un día acabé apagando la radio porque estaba harto de escucharnos cada 20 minutos”, recuerda Elliott. La banda se fue de gira por tierras yanquis teloneando a Billy Squier en marzo de 1983. Era un músico muy en boga por entonces, pero muy pronto vería cómo los chavales de Sheffield le borraban del mapa cada noche. Para cuando Def Leppard se embarcó en su propia gira estadounidense, el segundo single y videoclip “Rock of Ages” ya había sido publicado y el disco despegó definitivamente, vendiendo una media de 100.000 copias a la semana. Dicho sea de paso que, si MTV fue fundamental en el lanzamiento al estrellato de Def Leppard, también supuso la debacle para su otrora compañero de gira, Billy Squier, con la emisión de su infame videoclip “Rock Me Tonight”. Mientras tanto, Leppard seguía llenando allá donde tocaba y la gente empezó a notar también algo que muy pocas bandas de rock habían conseguido antes: paridad de chicos y chicas entre el público, y no sólo rockeros y rockeras; eran la banda de moda.
En septiembre de 1983, la agrupación dio su último bolo -el 117º de la gira estadounidense- en San Diego ante 55.000 fans con Mötley Crüe, Uriah Heep y Eddie Money como teloneros de lujo. Def Leppard no solamente había cumplido su sueño de conquistar América, sino que también le dio una patada en el culo a la industria, que se despertó de manera brusca y enseguida empezó a fichar bandas que bebían directamente de la fuente de ‘Pyromania’: Ratt, Poison, Slaughter y todas aquellas que iban a componer la escena glam-metalera de los 80.
Otra consecuencia, pero esta vez insospechada, fue que una vez Phil Lynott escuchó al ‘Pyromania’ tomó la decisión definitiva de disolver Thin Lizzy (en el mismo sello que Def Leppard), ya que pensaba que su banda no podría llegar a ese nivel: “Sois la razón por la que disolví la banda; no puedo competir con vosotros”, le dijo Lynott a Elliott: “Fue el cumplido más retorcido que me hicieron jamás. Ojalá le hubiese estampado contra la pared y le hubiera dicho que hiciera un disco mejor, pero en lugar de eso me fui”. Más allá de las 10 millones copias vendidas sólo en EE.UU., su legado yace precisamente en haber conseguido llevar el rock a un público que no necesariamente se referiría a nuestro género predilecto como su favorito. Fue el resultado de unos temas con un gancho innegable y una producción que aprovechó al máximo lo último en tecnología (sintetizadores, baterías programadas, coros multiplicados...), propuesta muy accesible que sigue sonando radio friendly a día de hoy.
¿Sabías que...?
- La voz de la intro del tema “Rock of Ages” dice algo así como “Gunter Glieben Glauten Globen” y pertenece al productor “Mutt” Lange, quien tiene sangre alemana por parte de madre. Antes de empezar la grabación de un tema solía contar “1, 2, 3” y, poco a poco, empezó a decir cualquier tontería para aliviar tensiones, según cuenta Elliott. Esta frase, aunque suena a alemán, en realidad no significa nada, pero les pareció tan graciosa que decidieron incluirla en este tema. Un tema que, por otra parte, les había dado problemas al inicio, ya que el cantante se sentía incapaz de escribirle una letra adecuada. Una mañana, Joe entró en el estudio y encontró un libro con himnos cristianos (resulta que el día anterior había grabado allí un coro eclesiástico). La página marcaba el himno “Rock of Ages” (muy popular entre los artistas góspel), que hace referencia a la imagen metafórica de Jesús como una roca protectora ante las inclemencias del tiempo. Elliott supo que tenía el titulo para el tema; la letra, que obviamente no tiene connotaciones bíblicas, vino después. Las tres primeras frases (“I've got something to say.../It's better to burn out/Than fade away!) son una referencia directa al tema de Neil Young “My My, Hey Hey (Out of the Blue)” (1979). Por otra parte, según Elliott, el feeling “hímnico” del tema fue inspirado por “I Love Rock’n’Roll” de Joan Jett. Por cierto, la única razón por la que sale una lechuza en el inicio del videoclip es porque cuando aparece suena la frase “all right”, que suena igual que “owl (lechuza) right”.
- Los sintetizadores del álbum corren a cargo de Thomas Dolby, un músico inglés que ya había trabajado con “Mutt” Lange en el disco de Foreigner ‘4’ y que en 1982 había escalado en las listas de éxitos con el tema de synth pop “She Blinded Me With Science”. Para no confundir a los fans, por si acaso creyeran que era el nuevo miembro de la banda, su nombre en los créditos es Booker T. Boffin (un guiño al músico estadounidense Booker T. Jones).
- La chica sin ojos que toca el arpa al inicio del videoclip del tema “Foolin’” es Perri Lister, que por entonces salía con Billy Idol. Def Leppard la llamaron “Face Without Eyes” (cara sin ojos), aludiendo así al éxito de Idol de aquel mismo año “Eyes Without a Face”.
- Un artículo deseado por los coleccionistas es la primera edición del álbum, ya que fue el último disco del sello Mercury en el que aparecía en la etiqueta la sede de la discográfica en Chicago. Tambiés está muy cotizada la primera edición del disco con la etiqueta posterior negra, ya que el tema “Foolin’” aparece como “Foolin’ Around” (hacer el tonto, perder el tiempo). Se dice que fue hecho a propósito por un empleado de Mercury que le guardaba rencor al sello.
- La icónica camiseta con la “Union Jack” (la bandera británica) que llevaba Joe Elliott no fue un truco de marketing, sino resultado de una casualidad: “Estaba buscando ropa para llevarme de gira y en una casa de empeños me topé con la camiseta. Era muy barata y como era lo único que me podía permitir, me la compré”, confiesa Elliott. El público empezó a pedir la misma camiseta y poco a poco llegó a ser la pieza más preciada del merchandising.
- Durante gira del ‘Pyromania’ en EE.UU. Steve Clark cumplió 23 años e invitaron a gente al hotel Sunset Marquis en Los Ángeles para celebrarlo, pero la cosa se les fue de las manos: “Acabaron unas 65 personas en la habitación de Steve”, cuenta Elliott: “Era como el camarote de los Hermanos Marx y tuvimos que empezar a parar a gente en la puerta porque aquello era ya ridículo… y entre ellos estaba Ronnie James Dio. Le dijimos que lo sentimos pero que no podía entrar. Imagínate decirle eso a Dio. Hasta entonces sólo éramos una banda de Sheffield”.
Fuentes de las declaraciones:
Ultimate Albums – ‘Pyromania’ (VH1, emitido el 10 de marzo de 2002 a través de VH1)
Def Leppard: “Pyromania was selling 100.000 copies a day in the USA” (Paul Elliot, publicado el 3 de diciembre de 2015 a través de Teamrock.com).
- Crítica de Devin Townsend: Devolution #3 - Empath Live In America - 27 agosto 2023
- Entrevista a Devin Townsend: “Hay que tener la mente bien amueblada para sobrevivir en la industria musical” - 14 agosto 2023
- Crítica de Novena Senda: Laberinto de voces - 31 octubre 2022
6 comentarios
1983, 2017, 30 años?
Perdón, 2018
Ja, ja, perdón por la errata y gracias por avisar.
Discazo total!!
El mejor disco de rock de Def Leppard oh yeah!!!!!!
alguien sabe de que tarta en si la letra de Stagefright