Más de 20 años de carrera y sexto trabajo. ¿Qué valoración hacéis de vuestro camino hasta ahora?

(G) “Bastante positiva, sobre todo a nivel personal. Todo este tiempo hemos crecido mucho como personas, como músicos y en consecuencia, como grupo. Y eso se nota si haces una escucha por orden cronológico de nuestros trabajos. Hemos madurado bastante y creo que hemos sabido sacarle provecho a las arrugas de nuestros caretos, siempre sin perder de vista nuestro firme propósito de no caminar recto detrás del rebaño”.

Os definís como una raza de músicos en peligro de extinción, ¿no es así?

(G) “Por supuesto. Los tres crecimos con la música de los setenta, ochenta y noventa. Los tres aprendimos a tocar nuestros instrumentos copiando a nuestros referentes musicales que veíamos en VHS, si tenías suerte y tenías reproductor. Los tres descubríamos grupos comprando casetes grabadas en el mercadillo del jueves o pidiendo en la Discoplay con unos tiempos de entrega  que hoy harían llevarse las manos a la cabeza a muchos. Mucha gente sabe de lo que hablo. Ahora  no se  termina de valorar el tener tan a mano todo. Tanto a la hora de consumir música, como a la hora de formarte como músico”.

¿Qué futuro le veis entonces a la música?

(G) “¡Buf! Pues no sé ni qué decirte. Sabemos que el rock no está de moda, y menos el que nosotros hacemos. Pero tenemos la esperanza de que, como en casi todo, haya un componente cíclico y que vuelva al puesto que creemos se merece. Pero bueno, nosotros, al igual que otros muchos grupos, no vamos a dejar el camino que seguimos desde hace muchos años. Y lo haremos hasta que no nos podamos mover del catre”.

¿Quiénes son esos ‘Animales exóticos’ que dan nombre a vuestro último disco?

(G) “Pues toda esa persona que no está dispuesta a seguir la línea que le marcan. Todas esas que se levantan día a día y nadan contracorriente sin importarles el qué dirán o cómo te mirarán. Tristemente, en nuestro mundo son animales exóticos. Es bastante más fácil dejarte llevar por la corriente sin plantearte si quiera si hay la más mínima posibilidad de estar fuera de ella”.

¿Qué cambios notáis con respecto a ‘Esplendor, demencia y olvido’, del que ya han pasado cuatro años?

(G) “Nos gusta hacer un rock directo, sin florituras. Con ‘Esplendor…’ creo que lo conseguimos. En este disco lo hemos llevado un punto más allá. Particularmente, lo que más me gusta de este disco es la potencia que ha sabido casar Iker a la batería. Me encanta cómo suena. Sobre todo tratamos de evitar grabar cosas que después no podamos defender en directo y creo que es el motivo de que nos tengamos que poner las pilas a la hora de sacar la potencia que los temas necesitan”.

¿Cómo ha sido el proceso de composición, grabación y producción de este trabajo?

(G) “La composición ha sido similar a la que hemos hecho casi siempre. Alberto trae una línea de guitarra y sobre ella empezamos a trabajar hasta que sacamos algo de provecho o la desechamos. Cuando tenemos ya los temas cuadrados nos vamos al estudio y allí, sobre la marcha, vamos haciendo un poco de producción con Iker. Hay que recordar que somos currantes y no disponemos del tiempo ni del dinero que nos gustaría para hacer una producción profunda. Pero realmente estamos muy satisfechos con el resultado. El poco tiempo del que disponemos lo amortizamos muy bien”.

La calavera vuelve a aparecer después de ‘Perdición’. ¿Qué podéis contarnos de la portada?

(A) “Todo lo referente al diseño hace años que corre a cargo de Javi Reaktiu, nuestro fotógrafo y diseñador, él entiende como nadie la esencia de este grupo y es como uno más. Queríamos algo sobrio con un toque exótico, le dimos vía libre y un día apareció con ese artwork oscuro y a la vez colorido, que creo que define muy bien la música de este disco”.

La voz de Alberto es muy versátil, cantando de formas muy diferentes, ¿se adapta en función de la canción o componéis pensando en ello?

(A) “Con el paso de los años, los discos y los conciertos si algo haces es aprender… o intentarlo (risas), tu instrumento, en este caso tu voz, se va desarrollando. Intentas enfocarla de diferentes maneras según te pida la canción, aprendes a exprimirla a tope y a descubrir tus límites, utilizando lo que tienes de la mejor manera”.

Aprovechando la letra de “Mi demonio”, ¿a qué ángeles negros se enfrenta Visitantes?

(A) “Más bien esta canción habla de ángeles negros molones y positivos, rebeldes que se oponen a la tiranía y a lo establecido por otros que no tienen ni puta idea de quién eres tú. El rock n’ roll como género y estilo es el más bello de los ángeles negros”.

El videoclip de “Travesuras” es un pequeño corto lleno de misterio y terror. ¿Qué podéis contarnos de él?

(A) “Fue una locura genial que se les ocurrió a Carlos Alonso y Fran Muñoz, los directores y realizadores de este vídeo. Les encantó la canción y decidieron darle un toque terrorífico y malvado, hicieron un gran trabajo y es como un homenaje al cine de terror de los 80 y además lo están presentando en festivales de cine independiente y está funcionando muy bien. Para nosotros fue toda una fiesta estar ahí en medio y creemos que ha salido un videoclip tremendamente maléfico”.

¿Qué creéis que está pasado para que tengáis que decir que “No hay revolución”?

(G) “Lo que te contaba un poco antes. La gente es excesivamente conformista. No se plantea que otro tipo de vida es posible. El sistema nos tiene a todos atados y bien atados. Y funciona  muy bien el efecto rebaño. Cómo voy a hacer algo diferente a lo que hace mi vecino. No nos informamos, no nos cuestionamos nada. Vivimos en un estado de comodidad programada para que nadie se salga de la línea”.

“Inflamables” tiene un ritmo que recuerda casi al rap metal, en “Travesura” sonáis a un rock más clásico, “Es domingo en el infierno” tiene toques heavys. ¿La variedad es vuestra seña de identidad?

(G) “Yo creo que sí, o por lo menos una de ellas. Musicalmente los tres formamos parte del mismo tronco, pero después cada uno elige la rama que más le gusta para columpiarse. Nuestros gustos van desde el rock clásico, el blues, pasando por el heavy, el thrash ochentero, el rockabilly o el folk. Y eso después se nota en nuestras composiciones”.

Ya habéis arrancado la gira. ¿Cómo está siendo el recibimiento del público a los nuevos temas?

(A) “De momento bueno. Además, cuando sacamos un disco del que nos sentimos orgullosos, como éste por ejemplo, nos gusta incorporarlo completo (o casi) al repertorio, dependiendo del tiempo que tengamos que tocar, si no es mucho, siempre procuramos meter temas de todos nuestros trabajos”.

Para verano, ¿os veremos por algún festival?

(A) “Bueno, de momento tenemos un par de ellos en Teruel y provincia, tocaremos en el Interrock el 28 de junio y en el Kaño rock a finales de agosto”.

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