Entrevistas |Leo Jiménez
«El mundo va a un sitio en el que yo no tengo hueco»
Por: Jorge Bobadilla
‘Mesías’ es el nuevo álbum de Leo Jiménez, “los leos” como les gusta llamarse para identificar que esto es más una banda que un proyecto en solitario del vocalista fuenlabreño. Leo pasó por la redacción y por nuestra radio para presentarnos sus nuevas canciones y Jorge Bobadilla no perdió la ocasión para charlar con él de todo lo que nos encontramos en este nuevo lanzamiento, sus planes, pensamientos y hasta un poco de Stravaganzza, que nunca viene mal.
Lo primero que te quería preguntar es cómo estás, después de aquellas noticias sobre tus problemas de garganta.
“No me encuentro nada mal, pero tampoco estoy al cien por cien. Por diferentes razones uno no se pone al cien por cien en dos meses, sobre todo cuando me machaqué tantísimo en la gira con Stravaganzza. Hice once shows estando muy enfermo. Por prescripción médica no tenía que haber hecho ninguno… pues hice once. El primer concierto, bueno, el segundo, bien, pero ya después de once… si no fuera por técnica vocal, no creo que lo hubiera podido sufragar. Al final es una experiencia de la vida, con técnica lo pude salvar y no ha ido a peor, ya cuando llegaba el concierto número siete había hecho callo, ya la voz funcionaba casi por inercia. Stravaganzza, técnicamente hablando, es muy complicado, lleva una ejecución muy jodida, pero bueno, así aprendí más. En la vida hay que aprender”.
Hace poco que salía la noticia de que a Oliver Sykes (BMTH) se le había roto una cuerda vocal y es algo que resulta muy alarmante.
“La voz es algo que, como tenemos todo el mundo, la gente no se llega a hacer cargo de que hay cosas que hacemos, sobre todo en el mundo del metal, que son muy arriesgadas. Hay gente que se queda sin voz. En mi caso, porque llevo toda la vida estudiando canto, pero las burradas que yo hago, si no supiera hacerlas… es como cuando ves un vídeo de unos karatekas rompiendo tejas con el codo. Inténtalo tú si tienes cojones, te vas a romper el brazo, pero esa gente tiene técnica, sabe cómo hacerlo y no se rompe el brazo. Esto es parecido, hacemos ciertas burradas, como mi compañero Mero, que canta a veces que parece que se ha tragado una bombilla rota, eso, si lo intenta hacer cualquier mortal que no lo haya practicado en condiciones, se va a destrozar la garganta en diez segundos. Es eso, tener control sobre la técnica”.
Este nuevo disco, ‘Mesías’, me ha dado tanta sensación de evolución lógica de tu trabajo y personalidad que hemos ido viendo disco a disco, como de frescura, ya que da la impresión de estar hecho ayer mismo.
“No, siempre voy poco a poco. Cuando veo entrevistas de bandas que dicen “nos metimos en el estudio dos meses antes a componer…”, no lo entiendo, eso de crear un disco a posta, a mí no me sale. Yo voy componiendo a lo largo del tiempo y, de hecho, creo que te lo he comentado alguna vez, que tengo varias carpetas en las que voy metiendo “temas cañeros”, “temas medio-tiempo”, “temas melódicos”… Pero no compongo ni para Stravaganzza, ni para Saratoga, ni para Supra, ni para Leo, en todos los proyectos que he estado, no compongo a posta. Hago un tema que me nace y luego veo dónde lo puedo encajar, como siempre suelo tener más de un proyecto… Estos han surgido entre los años 2016 y 2018, el último que compuse de este álbum podría ser “Dos tazas”, y aun así ya tiene tiempo. A veces me pongo a componer a posta y no me sale ni una nota, y otras veces que estoy a otra cosa, por ejemplo la canción “Mesías”, recuerdo que iba conduciendo, puse la grabadora y empecé a tararear el estribillo, luego empecé a cantar una especie de riff de guitarra y, cuando llego a casa, lo escucho y digo: “Esto mola”, y ya lo continúo”.
Este disco podría ser otra ‘Factoría del contraste’, porque vuelve a haber temas muy distintos, pero también vuelves a incrementar la faceta más dura de Leo Jiménez.
“Sí pudiera ser, estoy bastante de acuerdo a que tiene esa connotación similar a ‘La Factoría…’, y también estoy de acuerdo en que es más duro, es más duro en producción, es más oscuro en producción y me he dado la vuelta directamente: los temas cañeros son mucho más cañeros y los temas blandos son una mariconada absoluta (risas) porque me encanta y no lo puedo evitar. También en este disco hay un tema más heavy, que recuerda bastante más a la etapa de Saratoga, en un momento dado, que es “Un mundo loco”, que surgió de manera natural y la he querido meter. No rehúso ese estilo, ni mi pasado, me encanta, lo que pasa es que no me sale mucho, me salen cosas más hardcore, me muevo más con un ambiente más metal, más extremo, entonces mis influencias de mis amigos, de lo que escuchamos, tienden a ser un poco más oscuras, del heavy metal escucho los clásicos, entonces me surgen muy pocas cosas en la honda heavy metal, me surgen más cosas en plan metalcore o death, más caña. Entonces en el disco hay algún apunte medio clásico, pero casi todo cera. Y cuando me salen cosas melódicas tienden a ser muy… casi poperas”.
“No encuentro mi sitio en la sociedad actual”
De hecho hay algunas canciones en la que la melodía es tan potente que puedes imaginártelas más desnudas, sin distorsión y demás.
“Sí, en todos los discos hay alguna canción que podría ser de radiofórmula perfectamente si la cantara Malú en vez de cantarla un heavy. Eso tampoco está mal, porque me he dado cuenta de que casi todos los hits singles de grupos metaleros los podría cantar perfectamente Marta Sánchez, no sé si me explico. Por que seas una banda de metal eso no quiere decir que no puedas tener una buena melodía cantable. No sé si la gente sabe que el “It’s My Life” de Bon Jovi , una de las canciones que más éxito tuvo, no fue un éxito por casualidad, esa canción está compuesta por el mismo que hizo una de Britney Spears que se llama… la que hizo Children of Bodom, (“Oops! I Did It Again”) y creo que alguna de New Kids on the Block (“Everybody”, habla del compositor y productor sueco Max Martin), por eso pegó el reventón que pegó, porque pasado al rock también era un hit single de puta madre. Una buena canción, que tenga tirón, da igual que la cante un rockero o que la cante un popero o que la cante Eminem, medio rap, una buena melodía es una buena melodía”.
Luego en los conciertos se ve, hasta el fan más “duro” se deja la garganta cantando las canciones más melódicas.
“Hay una anécdota con respecto a esto. Como sabes, en el rock y el metal hay muchísima pose y la primera vez que fuimos al ViñaRock con Stravaganzza y dije: “La siguiente canción va a ser un tema de Mecano”, me tiraron de todo, vasos, hielos… y yo me partía el culo, porque mientras me apedreaban pensaba: “Sí, sí, pero de aquí a un segundo vais a estar todos cantando “Hijo de la Luna””, y efectivamente, veintisiete mil heavies o punkies o lo que fueran, cantando, llorando y abrazándose entre ellos (risas). Eso demuestra dos cosas: que hay mucha pose y dentro del rock también se saca mucho pecho que luego no es tan real, y por otro lado que todo el mundo tiene su corazoncito y que una canción como “Hijo de la Luna” la hemos oído todos cuando teníamos siete años. Si te la ponía tu madre qué hacías, ¿te tapabas los oídos porque ibas a ser heavy de mayor? (risas) Es una tontería”.
Ponerle ‘Mesías’ al disco, ¿ha sido para que te vayan cayendo hostias antes incluso de que la gente lo escuche?
(Risas) “No, no. No hay ninguna connotación con respecto a mí. Habla de la canción que me parece que representa más al disco. Cuando terminamos de grabar “Mesías” en el estudio dije: “Esta es la canción del disco”. Tiene una mala hostia brutal y la letra concretamente no habla de ninguna divinidad, ni de nadie al que admirar, todo lo contrario. La moraleja de la canción es decirle a la gente que todos podemos ser nuestro propio ídolo, nuestro propio héroe. Yo me fijo mucho en que el héroe de cada niño es su padre, y ese padre es cualquier trabajador que va a currar todos los días por la mañana. Eso es muy bonito, igual que un niño ve a su padre como un héroe, tú mismo te puedes ver como un héroe, porque no eres menos que Cristiano Ronaldo o que Hugh Jackman, solo tienes un curro diferente, te levantas por la mañana para ir a currar de charcutero o de pescadero o de albañil, y no por eso eres peor persona que uno que juega en el Real Madrid. Vamos a huir de admirar a personas que no conocemos solo porque tengan un trabajo guay mientras sentimos que somos peores porque tenemos un trabajo de mierda o porque nuestra vida no es todo lo guay que habíamos pensado”.
Lo que sí te veo en algunas canciones es que estás harto de muchas cosas. Desde “Dos tazas”, la propia “Mesías”, “Un mundo loco”, da la sensación de que te gustaría irte de aquí.
“Hay muchas maneras de verlo. “Mundo loco” habla de que, a mí, que empiezo a ser ya abuelo cebolleta, a tener cierta edad y a ver la vida desde otra perspectiva, desde un punto de vista a lo mejor más tranquilo, no sé, empiezo a ver cosas que decía mi padre, como que cualquier tiempo pasado fue mejor. Tengo la sensación de que no encuentro mi sitio en la sociedad actual. Me encuentro a medio camino de muchas cosas. Hablas con un chaval de 17 años y estás totalmente obsoleto respecto a su tipo de vida, pero hablo con gente de mi edad y también… no sé, no me encuentro en ese sitio, no tengo hueco en el mundo de las redes sociales, tampoco me llevo bien con muchas cosas que están de actualidad. Te pongo un ejemplo tonto: a mí me encanta ir al banco y hablar con el cajero, que me atienda el cajero, porque estamos hablando de algo importante, y me gusta hablar con una persona. Si hay una equivocación de que el tío me ha dado 50€ de menos, pues quiero hablar con un señor, con una persona. Cuando me toca hablar, por cojones, con una máquina, en la calle, a la intemperie y me da 50 pavos de menos, tienes que ir el lunes por la mañana a cagarte en dios porque una máquina te ha dado 50 pavos de menos, y tienes que demostrarlo (risas). A mí eso me da por culo, eso que está a la orden del día yo lo llevo muy mal. Me siento obsoleto, vivo en los años 70, para todo el mundo digital, las redes sociales… Soy de los pocos consumidores de música que no tiene ninguna plataforma, no uso ninguna plataforma digital, ninguna, como mucho, alguna vez, YouTube para ver un vídeo, pero lo de poner discos en Spotify o cosas así… No tengo ninguna de esas plataformas. Cuando quiero un disco, voy a la tienda y me lo compro, ya está, o como mucho me lo pasa algún colega, pero sigo consumiendo música en formato físico. Vivo un poco en tierra de nadie y “Mundo loco” habla de eso, de que siento que el mundo va a un sitio en el que yo no tengo hueco. Tampoco es que esté hasta la polla de nadie, simplemente es una reflexión en voz alta, supongo que habrá más gente como yo. He hablado con más gente, incluso más joven que yo, que piensa igual. De hecho, igual que en los 80 hubo un éxodo masivo de la gente de los pueblos hacia la ciudad, ahora está siendo al contrario, eso demuestra que hay más gente como yo”.
“En los 70 el heavy metal era una música tan reivindicativa como el punk”
Pero “Dos tazas” ya es otra cosa…
“Sí, sí. Es una canción en contra de los intolerantes. En la rueda de prensa dije una frase un poco lapidaria: “Soy intolerante con los intolerantes”. La canción habla de eso, porque ahora parece que cualquiera es experto en todo, y la gente no te da un consejo, te dice lo que tienes que hacer. Vas a comprarte una bicicleta y tu colega, que monta en bici, te dice exactamente la que te tienes que comprar (risas), vale, a lo mejor esa que dices es la mejor técnicamente, pero a mí me gusta aquella roja de allí (risas), es la que quiero, porque la voy a coger dos días, con lo cual déjame que me compre la que quiera. Déjame respirar tío, déjame vivir. Tengo la sensación de que todo el mundo es demasiado experto en todo y que todo el mundo da su opinión como si fuera una verdad absoluta y no se da opción a que haya distintas interpretaciones, o que se den distintos puntos de vista. A mí eso me molesta, porque… Yo veo a un albañil, el padre de un colega que lleva cuarenta años haciendo paredes, y me puede gustar más o menos cómo lo hace el hombre, pero quién soy yo para decirle cómo se pone una pared a ese tío, si es un experto en su trabajo. Pues últimamente, vas a ver una película con un colega que no tiene ni puta idea de cine y empieza: “esta película es una mierda, fíjate ese plano…”, pero tú qué sabes de fotografía y de cine y de dirección de artistas (risas), no tienes ni puta idea. Puedes decir que no te gusta y ya está, no me gusta esta canción, no me gusta este artista, esta película, este equipo de fútbol, este político… El “no me gusta” lo entiendo, pero hablar de algo que no tienes ni idea como si fueras un experto, eso sí me molesta. “Dos tazas” habla de esto, es una hostia en la boca, es “cállate ya un mes””.
No va por nadie en particular eso, a ningún crítico musical, ni nada…
“No, para hacer honor a la verdad, la crítica conmigo es bastante benevolente, lo tengo que reconocer. Yo me meto en todos los charcos, pero nunca he recibido una crítica de un profesional, nunca me han tratado mal, todo lo contrario. Os doy gracias a todos, porque me siento muy querido por los expertos en música. Igual no me siento tan querido por algunos seguidores de la música que, sin comprarse el disco y oyéndolo gratis, tienen los cojones de ponerlo verde, es una falta de respeto. Sí entiendo cuando llega un fan que se ha comprado todos los discos y te dice: “Tío, el último disco lo compré y no me ha gustado”, hay veces que me dan ganas de sacar 12€ y devolvérselos, porque tiene toda la razón del mundo para decir eso. Pero que llegue un tío que vive en yo-qué-se-dónde y me diga que el último disco es una mierda cuando ni siquiera ha salido (risas), pues eso. Eso es lo que duele cuando eres un creador de algo y te gastas toda tu pasta en hacer un disco”.
En las letras he visto cierta tendencia a contar una historia más que a dejar frases que den forma a una idea, que suele ser lo habitual actualmente. Es algo que quizá echáramos de menos del heavy más clásico, las letras del heavy metal de los 80 que relataban más.
“Has dado en el clavo tío, y me alegra que te hayas dado cuenta. Pienso que en los 70 el heavy metal era una música tan reivindicativa como el punk, y a veces hasta más, pero al final hemos dejado ese legado a la gente del rock urbano, a la gente del punk y a la gente del hip hop, pero en el heavy se ha perdido. En el heavy tenemos muchas cosas que decir y hay mucha crítica que hacer. Ya no hago letras poéticas porque no tengo nada bonito que decir. Lo que veo que está sucediendo en el mundo, a mi alrededor, me parece una puta mierda y tengo voz y voto para decirlo e intentar hacer reflexionar a alguien. En los 70, cuando llegaba un grupo de heavy metal y decía que se montaban en el dragón, no se estaban refiriendo exactamente a montarse en un dragón, estaban haciendo un símil sobre política o alguna movida social, era una manera elegante de decir que estabas en contra de algo, eso se ha perdido y yo he querido volver a recuperarlo”.
Otra cosa que me ha gustado es que en un disco de Leo Jiménez, que se llama ‘Mesías’, aunque digas que no se refiere a ti, hay un montón de texturas vocales y un montón de cantantes, que no se centra todo en lucir tu voz.
“El que menos canta soy yo (risas). He hecho contraste incluso respecto a mí mismo. Básicamente es que no tengo ningún interés en ser el protagonista del disco, tú lo has dicho y me mola. Soy el protagonista de la composición y con eso me siento más que satisfecho. Hay veces que incluso compongo cosas sin pensar que las voy a cantar yo, unas veces las compongo y las canto y otras no. Compongo para otras personas también. En este caso concreto, cuando cantan mis colaboradores, que son amigos también, para mí es un placer, porque luego en directo puedo descansar y relajarme, o solo tocar la guitarra, que me viene muy bien. Por otro lado, es que me gustan mucho los matices, yo disfruto un montón de bandas como Therion, que tienen tropecientos cantantes diferentes y cada parte es un poco diferente de la otra, no te aburres nunca. Me mola eso mucho, el no aburrirte oyendo un disco. La sensación que tengo con algunas bandas es que escuchas el primer tema y el segundo y de ahí en adelante es una repetición de esos temas con otra letra. En mis discos creo que eso no pasa”.
Solo con “Ballena negra” ya hay un montón de ejemplos.
“Cuando hay un gutural es una tía y la voz de tía es un chico, ese tipo de contrastes a mí me gustan mucho, creo que eso enriquece. Cuando compuse esa canción precisamente, esa parte en concreto la ideé para una mujer, no para un hombre, pero cuando llegó el momento de grabarla ya era yo el que la iba a cantar, y pensé en cantarla como canta Leo, un tío de heavy metal de toda la vida, pero no molaba, perdía todo el rollo, entonces pensé en cantarla como la cantaría una chica, como se ideó, y así ha quedado en el disco. Mola porque entra el Leo habitual sobre una base cañera y luego viene ese pasaje que parece una mujer y cuando vuelve a entrar al caña ya es Diva Satánica dando leña, una tía, ese contraste a mí, ya eso solo, me parece digno de escuchar”.
“De cara a 2020 tendremos que sacar disco con Stravaganzza, que ya nos estamos tostando”
“Piensa en ti” y “La ira” son dos canciones que una es de Sacramento y la otra rinde homenaje de alguna manera a Metallica, dos bandas completamente diferentes. ¿Cómo salió la idea de meterlas en el disco? Sobre todo la de Sacramento, porque fan de Metallica sabíamos que eres.
“Lo de Sacramento surge de una manera muy bonita. Lamentablemente Sacramento ya no están juntos, es una banda que a mí me encantó de salida, sacaron el disco y me enamoraron porque es el rock andaluz llevado a los tiempos de hoy en día, es un rock andaluz progresivo con tintes sinfónicos y un punto muy heavy. Soy muy fan de la banda, el primer disco me enganchó mucho, luego ellos no llegaron a buen puerto, con el segundo disco se separaron y esas canciones lamentablemente no han tenido demasiado recorrido, no se van a volver a tocar en directo si no se juntan. Esta canción en concreto me emocionó mucho en cuanto la oí, me enamoré de la canción, y como ellos no la van a volver a tocar en directo, joder, me daba rabia que se quedara ahí. He intentado darle otra oportunidad de vida para que se siga tocando en directo y la conozca mucha más gente. Si puedo aportar eso… Encima le muestro al mundo que hay una banda de Córdoba, que mucha gente no conocerá aunque otros sí, que era una bandaza con una calidad brutal, que además los que tocan en la canción son los propios Sacramento, no son mis músicos. Siempre que ellos puedan, si estamos en una zona que a ellos les venga bien, estarán invitadísimos a participar, seguro que en más de uno y más de dos conciertos estarán en el escenario, si pueden, por supuesto”.
En las versiones me has fallado, yo me esperaba otra versión de alguna canción popular nuestra de los 90 y vas y eliges a In Flames y Nocturnal Rites.
(Risas) “Tiene un sentido. Habitualmente, hago canciones que le dejan el culo torcido a la gente del heavy metal y en este caso concreto no lo he hecho porque no había ninguna canción que me apeteciera hacer. En el caso de In Flames… si te fijas también he versionado un disco de In Flames que a la gente tampoco le gusta demasiado (risas). El ‘Siren Charms’ es un disco que me encanta y que al seguidor de In Flames no, pues no tengo la culpa. Un ejemplo, los primeros discos de In Flames, hasta el ‘Colony’ y todos estos, tenían voces muy poco melódicas, por eso yo podría hacer una versión a nivel instrumental, pero a nivel vocal qué le hago yo a una canción de In Flames, tampoco le puedo dar mucho rollo mío. En ‘Siren Charms’ ya hay bastante más melodía, ya es más acorde a mi manera de cantar. En el caso de Nocturnal Rites es que tío, si te fijas es de las pocas bandas que tienen la esencia que nosotros tenemos como banda. Musicalmente son muy metaleros, pero la melodía es hard rock. En eso nos identificamos un montón, encima tiene la peculiaridad de que las hemos hecho en español, eso ya le da un punto que suena diferente. El que esté acostumbrado a escuchar a In Flames y lo escuche en español ya es una vuelta de tuerca, porque la sonoridad es muy diferente”.
¿Cuál es el plan a seguir a partir de ahora? Ha pasado mucho tiempo entre un disco y otro y siempre tienes algún otro plan, sea Stravaganzza o lo que sea.
“La gira empieza ya, pero es cierto que me voy a dosificar, voy a hacer menos conciertos, porque, como comentábamos al principio, mi salud vocal no está en su mejor momento, entonces tengo que cuidarme y tengo que bajar un poco el ritmo. A lo mejor doy un concierto o dos al mes y me recuperaré para ir de uno en uno tranquilo, despacio, sin machacarnos, que no hay necesidad. Estamos en prácticamente todos los festivales, sea con Stravaganzza o con Leo Jiménez, en todos los festivales gordos. Estamos en el Resu, en Rock The Coast, que es la primera edición y estamos encantados de que nos hayan llamado, estamos con Stravaganzza en ViñaRock, en Extremúsika, que teníamos muchas ganas de volver. Precisamente con Stravaganzza hicimos una canción de Los Chichos la última vez que tocamos allí, y otra vez lo mismo, la gente gritando y luego estaban todos tocando las palmas (risas). Y también tenemos gira de salas, pero va a haber menos, como te decía, me voy a centrar más en esta parte de la gira en los festivales. A finales de año tenemos el directo de Stravaganzza en La Riviera y luego ya, de cara a 2020, con tranquilidad, ya tendremos que sacar disco con Stravaganzza, que ya nos estamos tostando un poco”.
¡Vaya! Precisamente te iba a preguntar si ya Stravaganzza volvería a parar indefinidamente.
“Es que es tan difícil reunirnos tío, tan complicado, piensa que yo estoy metido en doscientas cosas, Carlos más, porque toca con un montón de gente, y Pepe ni te cuento, es el director musical de Mónica Naranjo, hace discos de Camilo Sesto, trabaja para discográficas mucho más grandes de las que trabajamos dentro del metal, tiene trabajos… lo último ha sido irse con Rage a dirigir la Lingua Mortis Orchestra… Entonces que saquemos hueco todos es complicado, y como Stravaganzza requiere tanto esfuerzo compositivo, porque no puede sacar cualquier cosa, ahí es donde estamos demorándonos un montón. Yo a veces pienso que no va a llegar nunca el día. Si lo pienso yo, imagínate los fans…”
Es cierto que para un nuevo disco de Stravaganzza aquí estaremos con la lupa mirándolo al detalle.
“Claro, tú mismo lo dices. Ese es el puto problema, que hay una presión sobre la espalda de un grupo que tiene cierto nivel… Nosotros no somos un grupo progresivo, ni mucho menos, pero por poner un ejemplo, imagínate que Dream Theater saca un disco hecho a la ligera, con mil seiscientas notas menos de las que dan habitualmente (risas), y en cuatro por cuatro, pues igual a la peña le escamaría, pues Stravaganzza tenemos que ir también al máximo exponente que podamos dar. De cómo se compone una canción en la demo a cómo termina en el disco hay arreglos y arreglos y vueltas de hoja y de repente una parte que iba a ser así es asá… Un disco de Stravaganzza es una auténtica locura, son cientos de horas de curro, no puede ser a la ligera. Y por muy bien que lo hagamos, aunque sea el mejor disco de la historia, va a haber algún seguidor que diga que le gustaba más el anterior (risas). Lo hacemos todos, hasta que un disco entra… Y cuando ya te acostumbras al disco, cuando tu grupo favorito saca un disco y empiezas a oírlo, de primeras te parece raro, y cuando sacan el siguiente es cuando tú te has hecho al anterior. Cuando Metallica sacaron ‘Load’ y ‘Reload’ a mí me dieron cien patadas en el estómago, no me gustaron nada, pero cuando sacaron ‘St. Anger’, que me pareció peor aún (risas) le cogí el gusto al ‘Load’. Eso también está bien, que un grupo no te lo ponga fácil, me joden un poco las bandas que sacan un disco y es exactamente igual que el anterior. Hay bandas, sin dar nombres, que escuchas el single y es la misma del año pasado (risas) que le han cambiado dos tonterías, pero es igual, y podrías cantar el estribillo del single anterior sobre el nuevo (risas)”.
Jorge Bobadilla
@jorgebobadilla
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3 comentarios
Pedazo de entrevista la que se ha marcao Jorge Bobadilla hacia uno de nuestros mejores vocalistas de Metal sobre su nueva placa de estudio como de sus planes con STRAVAGANZZA y otras interesantes anécdotas. Me encantó el tema y videoclip de MESÍAS y sin duda será uno de sus álbumnes más cañeros y pesados de estos pedazos de músicos.
Magnífica entrevista, de las más curradas que habéis publicado por aquí. Y todo un placer volver a leer las palabras tan sinceras y humildes de Leo, sin duda, uno de los artistas más auténticos de la escena metalera del país. El disco gana con cada escucha, a pesar de que me costó en un principio cogerle el punto, pero cada vez voy cogiendo cada matiz y se acaba descubriendo otro gran trabajo. Muy bien por Leo, le deseo todo lo mejor. Espero que en el Rock The Coast nos vueles a todos la cabeza tío!
Excelente, la música es más que un sonido o frase, llega tan profundo que marca generaciones. Admirable para esta época tener el valor de hacer con el gran talento de los Leo un proyecto que para muchos no sea lo que marca la tendencia del mercado. Lo que hacen les apasiona y no es sólo para enriquecerse desvirtuando su camino.