Entrevistas |Marc y Big Villano (Slavedown)

«Escribir es un exorcismo de frustración, ira y el amor que siento por el ser humano»

Por: Borja Díaz

Foto: Eva Gavarró

El buen hacer de la banda gerundense Slavedown en su primer trabajo va a queda refrendado en ‘The Enemy Inside’, un disco que demuestra su crecimiento, con un sonido contundente y crudo. Los más ansiosos podrán disfrutar el 26 de marzo de una edición exclusiva en vinilo mientras que el resto tendrá que esperar al 23 de abril para la versión digital. Todas las novedades nos las trae Borja Díaz que conduce esta entrevista con Marc Corso (cantante) y Big Villano (baterista).

Escuchando vuestra música me vienen nombres como Motörhead o Alice In Chains. ¿Qué grupos os influyen?

(M) “Pues cincuenta años de rock ortodoxo, desde The Doors hasta Mastodon, pasando por Black Sabbath, AC/DC, Mötley Crüe o Metallica. Lo bueno es que la gente que escucha Slavedown va soltando diferentes nombres de bandas, pero nadie nos encasilla en un estilo en concreto. Somos cuatro perros bastardos que cuando unimos fuerzas nos convertimos en el Cancerbero”.

¿Qué supone para vuestro sonido que Sue Gere se encargue también de la producción?

(V) “Es una ventaja para nosotros y mucho curro para él (risas). Es un músico con un bagaje muy amplio y ha circulado mucha música por sus oídos, algo que es de gran ayuda cuando estás en el estudio. Tiene una visión de la producción excepcional. Una vez acabas la grabación empieza su magia, como decimos en la banda. Ahí surgen esas atmósferas del averno como en “Sharing the Cross”, por poner un ejemplo”.

(M) “No queremos a ningún listillo mangoneando en nuestra música y además Sue Gere sabe cómo tiene que sonar la banda. Ha hecho un trabajo realmente espectacular y se está labrando una gran reputación como ingeniero y productor”.

¿Que ha supuesto el fichaje por el sello La Gran Familia Revolución?

(M) “Encontrar a Luis y a La Familia es como estar en el desierto a punto de palmarla y que llueva (risas). Saben de qué va el asunto y como tratar nuestra música con osadía y respeto. Luis es como un mecenas renacentista y además es músico. Un ejemplo a seguir en este negocio de víboras”.

(V) “Fichar por ellos ha sido un paso adelante, sin desmerecer el fantástico trabajo que hizo The Fish Factory con el primer álbum. En Luis, capo de La Familia Revolución, hemos encontrado a un tipo que ama la música como nosotros la amamos, la edición del single y el vinilo son el reflejo de ello. Tenemos a uno más de la banda editando nuestro trabajo, nos sentimos afortunados”.

¿Qué vamos a encontrar en ‘The Enemy Inside’ con respecto a vuestro debut?

(M) “El cambio es notable en cuanto a sonido y composición. Además el crecimiento como banda es galáctico y eso se nota en el resultado final, más técnico pero crudo y rabioso a la vez. Aquí no nos hemos dejado nada, nos hemos vaciado y hemos soltado todos nuestros demonios”.

(V) “Sí, en el otro disco había temas que se compusieron junto al anterior guitarrista y cuando entró Runo se tuvo que adaptar a esas composiciones. Este disco está compuesto por los cuatro y eso se nota. Todos aportamos nuestra influencia y en el local el cóctel es explosivo, lo complicado era captarlo en el estudio y... ¡Joder si lo hemos conseguido!”.

La portada es muy impactante. ¿Qué podéis contarnos de ella?

(V) “Plasma muy bien el concepto ‘The Enemy Inside’, idea que surge a través de estos años pateando escenarios y compartiendo experiencias  los cuatro Slavedown. La foto de portada es de Ernest “Fosk” Cortada, una labor magnífica que completa el diseño y fotos de Eva Gavarró, Evita XIII, que ha hecho un gran trabajo como en el anterior disco. Sólo podemos estar agradecidos por este gran resultado”.

Las letras están cargadas de reflexiones. ¿Qué temáticas habéis abordado en este trabajo?

(V) “Eso te lo contará mejor Marc, aunque Sue también ha aportado letras e  ideas. Lo que te puedo decir es que las imágenes que se le pasan por la cabeza a Marc cuando escribe podrían ruborizar al mismo David Lynch (risas)”.

(M) “Para mí escribir es como un exorcismo, una catarsis y una manera de ahorrarme el psiquiatra. En los textos descargo toda mi frustración e ira además de todo el amor que siento por el ser humano (más risas)”.

Marc Corso

En “Not To Fall Back Again” la intensidad se multiplica. ¿Tras un inicio con un ritmo muy marcado buscasteis meterle toda la contundencia?

(V) “Sí, el tema va subiendo de mala hostia escalonadamente y cuando llega el grito de Marc se abren las puertas del infierno (risas). La primera vez que la hicimos en el local no podíamos evitar mirarnos y reír de orgullo como diciendo “¡lo hemos hecho!”. Todos los grupos tienen sus métodos para componer, nosotros tenemos nuestro filtro para aceptar buenas ideas o dejar atrás las malas. Nos podemos tirar un ensayo discutiendo una nota del riff o un break de batería pero, cuando lo tenemos, lo sabemos todos. Esa es la sensación que te engancha”.

(M) “Es un tema muy intenso y una verdadera declaración de intenciones, aunque creo que la contundencia está muy bien repartida a lo largo de toda la obra”.

“Poison As Cure” es la más veloz destacando por encima del resto en ese aspecto. ¿Me equivoco?

(V) “No te equivocas, no. “Poison as Cure” se compuso como un tema thrash de los ochentas pero, como pasa con todas las ideas que llevamos al local, entre los cuatro la desmontamos y le volvimos a dar forma con el sello de la casa. La letra habla de devaneos con sustancias aceleradoras del ánimo, por lo que tiene todo el sentido del mundo que sea la más rápida. Personalmente me encanta la estructura de este tema, el solo es diabólico y la última estrofa al ritmo de la intro te remata”.

(M) “Aquí apretamos un poco el acelerador, es verdad. Somos un grupo que nos sentimos más cómodos con la contundencia de los medios tiempos, poniendo en práctica las enseñanzas de Black Sabbath, caña con diferentes atmósferas”.

Me ha sorprendido que dejarais casi para el final “Sharing The Cross”. ¿Por qué decidisteis dejar el medio tiempo para el final?

(V) “En realidad es la penúltima. Es una buena muestra de la versatilidad de la banda que seguro repetiremos en un futuro, la atmósfera que creamos aquí es realmente oscura. La Dark Lullaby (ndr. Canción de cuna oscura) de Slavedown”.

(M) “Dudábamos de él, pero una vez mezclado y producido, enseguida supimos que debía estar dentro. Es como The Doors pero del siglo XXI”.

¿Cómo tomasteis la decisión de editar el single “Come And See The Monster Rise” en vinilo? ¿Cómo está reaccionando la gente?

(M) “Editar un single en vinilo con una canción de más de seis minutos es un histrionismo muy típico de la banda, ya que en el anterior disco sacamos como single “Freedom should never taste like this” de casi seis minutos. Además hemos tenido todo el apoyo de Luis y La Familia Revolución en la decisión y de momento la reacción es estupenda, el tema gusta y las ventas van acompañando, así que creo que no nos hemos equivocado”.

Cuando todo el tema de la pandemia pase, ¿qué objetivos os marcáis?

(V) “Tocar en directo sin distancias de seguridad sería la hostia, eso ahora mismo parece una quimera pero es lo que el cuerpo nos pide, escenarios y gente sudando frente a nosotros”.

(M) “Tocar todo lo que se pueda y presentar este magnífico disco en vivo. El mundo se lo merece y nosotros también”.

Borja Díaz
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