Siete años han pasado desde la publicación de vuestro anterior trabajo, ‘Versus’ (2014) ¿Por qué habéis esperado tanto tiempo en la edición de esta nueva obra?

(M y D) “Fueron diversos motivos, entre ellos, la estancia temporal de nuestro teclista Jesús varios años en Suecia y la marcha de Iván, nuestro anterior batería, de la banda. Phoenix estaba a media carga, y necesitábamos tomarnos las cosas con calma, aunque nunca dejamos de tocar y componer. Cuando Jesús volvió y tuvimos nuevo batería, retomamos de nuevo las cosas con fuerzas renovadas. La idea inicial era lanzar el álbum entre 2019-2020, lo cual ya suponía un período de cinco años desde nuestro último trabajo. Cuando nos pusimos a componer y posteriormente a grabar, nos tomamos este proceso con tranquilidad y sin prisas, cosa que no habíamos podido hacer con anteriores trabajos. Una vez en el estudio, el proceso de grabación y postproducción del disco nos consumió muchísimo tiempo, ya que queríamos que el disco estuviese a la altura de nuestras expectativas. Por último, las condiciones actuales de pandemia que han paralizado y retrasado todo también han sumado a que el disco no haya visto la luz en el periodo estipulado previamente”.

El nuevo disco titulado ‘Acta Est Fabula’ (ndr: expresión latina que en castellano significa “la función ha terminado”) es una obra conceptual, ¿en qué se diferencia la creación y composición de un disco al uso de uno que gira entorno a un todo, a un concepto?

(J y M) “Durante el proceso de composición solemos hacer antes la música que las letras, por lo que inicialmente no nos dejamos condicionar por este factor para que todo fluya y podamos componer sin ataduras. Ahí generamos el esqueleto de lo que serán nuestras canciones, decidimos qué nos gusta y qué no, y cuantas canciones conformarán nuestro álbum, aunque todo de manera provisional, pero así podemos desarrollar más fácilmente los primeros pasos. Después, durante la introducción de las letras en los temas, aunque siempre suele haber alguna idea ya de algún tema, normalmente nuestro cantante Miguel escribe la mayoría de la lírica y las presenta a la banda. Esto es un proceso progresivo, no se hace de la noche a la mañana, y durante esa escritura e inserción de las letras en las canciones aparecen ideas o vínculos normalmente propiciados por algún tema o letra ya escrita.

En ‘Acta Est Fabula’ teníamos varios temas que bien podrían ser historias del pasado, pero que con unos retoques allí y allá podrían encajar; y pensamos en hilarlos con un tema final –“El Caminante”– que los uniera a todos en una historia conjunta, para así poder conceptualizar el disco. Después fuimos desarrollando la historia e intentamos reubicar cosas  que no nos encajaban del todo. Por último, en el proceso de postproducción, arreglos y orquestaciones finales, Jesús fue añadiendo toques que pudiesen tener cierta relación con cada tema a través de la temática constituida y así darle más personalidad e identidad a cada canción por separado. Suponemos que la principal diferencia entre crear un disco al uso y uno conceptual reside en el grado de complejidad, teniendo en cuenta otros factores como el número de cortes que puedes introducir en el disco, la duración de los mismo, etc.”.

En paralelo a la obra musical, ¡habéis creado una novela! ¿Tenéis pensado publicarla? ¿Acompañará alguna de las ediciones que salgan a la venta?

(M y C) “La escritura de la novela surgió cuando fuimos desarrollando la historia y vimos que quizá era demasiado larga como para poder contarla en el propio libreto del CD. Pensamos que podría ser una buena recompensa en respuesta al crowdfunding para elaborar el disco y un inmejorable extra para el álbum que, desde luego, lo hemos trabajado meticulosamente. No hemos publicado la novela en una editorial, pero la hemos autopublicado y está a disposición de todo aquel que quiera profundizar en la historia que Miguel y Cristian, aunque no son escritores, han escrito y se han currado con toda su buena fe. Está en formato digital y hay algunas copias extra que hicimos al fabricar las recompensas del crowdfunding. Están disponibles a través de nuestra página web”.

El disco suena fantástico, ¿dónde y con quién lo habéis grabado?

(C) “¡Muchas gracias! Desde luego que la idea principal era esa, sonar de la mejor manera posible, labor que, por otro lado, nos ha exigido esmerarnos al máximo. El disco ha sido grabado y mezclado en los New Life Studios de Madrid (Arwen, Silver Fist, Runa Llena, Saratoga…) bajo la producción de José Garrido (Arwen, ex-Dark Moor) y Daniel Sabugal (Arwen, ex-Ebony Ark). Por otro lado, el disco ha sido masterizado por los estudios Systematic Productions en Australia, a través de Ermin Hamidovic (Architects, Kiko Loureiro, Periphery…) ¡Estamos muy contentos con el resultado!”.

¿Quién de vosotros se ocupa de las orquestaciones y la creación de los pasajes ambientales que previamente contextualizan la música?

(M y J) “Hay pasajes que provienen directamente del proceso compositivo. Normalmente cuando tienes sólo la idea de lo que será la canción piensas: “Aquí van coros apocalípticos”, “Este tramo, mejor orquestado”, “Esto, más progresivo” o “Este pasaje susurrado y con varias voces doblándolo”… Jesús es quien se encarga habitualmente de las orquestaciones, pero para el proceso de mezcla también hemos contado con ayuda de nuestros productores, ya que ellos han sabido perfectamente cómo reflejar e integrar todas nuestras ideas en el conjunto total de cada canción. Además, hemos contado con las voces de la agrupación Voces Del Más Acá, que interpretaron fantásticamente bien las ideas que teníamos para las partes más clásicas asemejando lo que podría ser un coro de iglesia. Señalar que en ocasiones es Miguel quien ha doblado, triplicado y hasta cuadruplicado las voces para crear diferentes ambientes, bien con apoyos de teclado o con coros extra grabados por la propia banda cantando al unísono. Y, por supuesto, todo con muy buena producción detrás”.

La obra podría ser la banda sonora de cualquier juego de rol, a mí me ha venido a la cabeza aquel maravilloso juego de pc llamado Baldur`s Gate. ¿Son para vosotros los juegos de rol, la literatura fantástica… fuente de inspiración?

(D) “Sin lugar a dudas. Creemos que no es ningún secreto que somos unos frikis que se han criado entre videojuegos, cómics, libros, cine fantástico y juegos de rol. Si bien la temática de los diferentes temas se podría extrapolar a cualquier vivencia personal del oyente, en el disco hay multitud de referencias a estos universos de forma más o menos evidente. De hecho, “El temor de un hombre sabio” versa directamente acerca de la obra de Patrick Rothfuss. No escribimos sobre dragones o superhéroes, pero sin duda condicionan nuestra manera de componer y de crear música”.

El disco, absoluta y totalmente powermetalero, creo que va un poco más allá para renovar el estilo. ¿Estáis de acuerdo con esta afirmación?

(D) “Sí, totalmente. Es más, siempre buscamos nuevos sonidos que podamos introducir o detalles que puedan darle un toque diferente. Cada miembro de la banda tiene gustos diferentes, lo que provoca distintos enfoques dentro de la dirección musical que llevamos en Phoenix. Toques metalcore, speedmetal, progresivos o detalles con sintetizadores electrónicos e incluso blast beats, que quizá puedan ser elementos menos utilizados en el power metal tradicional. Creemos que hemos hecho un disco que mezcla todo eso, y que, a pesar del estilo de música propiamente power metal, puede gustar a gente que prefiera otros géneros”.

Cortes como “Deriva Speranza” y “El último aliento” esconden interludios de teclado que bien podrían sonar en cualquier pista de música electrónica. El resultado es asombroso y más que atractivo. ¿De quién fue la idea? ¿Responde esto a lo que hablábamos anteriormente de actualizar el power metal?

(C) “Quizá los mayores culpables de esto sean Dani y Jesús. Por un lado, “Deriva Speranza” inicialmente tenía toques folk y clásicos. Incluía violines y diferentes instrumentos de cuerda. Sin embargo, buscando la contundencia para la parte inicial del tema pensamos en probar sonidos sintetizados. Una vez decidido que sería el single, y con ello, la carta de presentación de esta nueva época de la banda, era necesario romper un poco con el pasado y jugando con diferentes sonidos nos quedamos con lo que ya habéis podido escuchar. Por otro lado, en “El último aliento” nos consta que Dani se inspiró en grupos como Battle Beast o Beast in Black, que introducen este tipo de pasajes más “bailables” en sus temas y quería experimentar con algo así.

En cambio, “El temor de un hombre sabio” y “Achterhuis” cumplen todos y cada uno de los estereotipos del género: contundencia, velocidad a raudales y un conjunto de melodías de lo más exquisitas. ¿Qué nos podéis contar de dichas piezas? En esta última, además, colabora Elena Aznar de Time Symmetry, ¿verdad?

(M y J) “Si bien es cierto que nos gusta innovar, muchas de las influencias que tenemos beben del power de los 90 y es más que obvio que algunas composiciones son lo que son y no podemos luchar contra ello. Jesús compuso inicialmente estos dos temas, pero el resultado final suele distar más o menos de la idea inicial tras introducir elementos de otros miembros de la banda o de la producción propiamente dicha. La incorporación de Elena surgió dentro del propio estudio cuando se nos pasó por la cabeza incorporar una vocalista femenina que pudiera poner voz a una joven Ana Frank, de quien habla este tema. Tuvimos en mente otras colaboraciones para el disco pero, por problemas de tiempo (y también por el COVID), decidimos que solo tendríamos esa única colaboración para acelerar la salida oficial del mismo”.

Pregunta obligada: en estos pandémicos tiempos, ¿os veremos defendiendo la nueva obra sobre un escenario?

(C y M)“Es una gran pregunta, tristemente nadie ahora mismo tiene respuesta acerca de cómo evolucionarán las actuaciones en directo. Parece que poco se van haciendo avances. Hace unos días salía en las noticias como la banda Love of Lesbian tocaba en el Palau Sant Jordi delante de cinco mil personas con mascarilla siendo denominado por los medios como experimento. Suponemos que todo esto se irá normalizando y poco a poco iremos volviendo a la normalidad o quizá a otra nueva normalidad, pero creo que nadie está dispuesto a renunciar a los escenarios y actuaciones en vivo. Por otro lado, ¡claro que defenderemos el disco en directo! Pero quizá, tendremos que esperar algo de tiempo hasta que las circunstancias se normalicen. Al fin y al cabo es algo que no depende de nosotros. No obstante, y poniéndonos en el peor de los casos, siempre hay otras alternativas como streaming o conciertos pregrabados que en estos tiempos pandémicos han ido haciéndose hueco en el mercado. Todo se irá viendo y los próximos meses serán cruciales en la evolución de esta cuestión”.

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