Entrevistas |Josu Korkostegi (Parabellum)
«Lo nuestro más que política es amor»
Por: Alfredo Villaescusa
Casi un cuarto de siglo ha tenido que transcurrir para que tengamos un nuevo disco de estos históricos barakaldeses que ya facturaron en el pasado himnos como “La locura” o “La vela se apaga”, entre muchos otros. Sin perder ese lado combativo que siempre caracterizó a los de la margen izquierda, el batería y vocalista Josu Korkostegi desmenuza a Alfredo Villaescusa todos los secretos que contiene ‘El grito del hambre’, que recientemente alcanzó la lista de los discos más vendidos del país.
¿De dónde sale exactamente el título de ‘El grito del hambre’?
“Es una frase de una de las canciones del disco, que yo ya tenía pensada desde hace tiempo y que siempre me había gustado mucho. Queríamos que todos los temas tuvieran algo que ver entre sí y nos parecía que el grito es una manera de comunicación cuando no tienes otra alternativa y debes soltarlo como sea. Por eso cada corte representa un grito y tenemos gritos de ausencia, placer, dolor o rabia”.
Precisamente en la pieza homónima abordáis el tema de la inmigración. ¿Es todavía necesario concienciar al respecto?
“Jo, pues sí, aunque sea de cualquier manera. Es una historia que tenemos visualmente y textualmente en los libros y en la televisión, y por mucho que salga, parece que la gente ya está acostumbrada y puede soportar otra noticia más de ese tipo. Lo que no debemos olvidar es que hay gente que se juega su vida, y la de sus hijos y su familia, para conseguir salir de donde están. Es algo importante sobre lo que deberíamos concienciarnos más”.
Este es vuestro primer trabajo en casi un cuarto de siglo. ¿Qué ha sucedido para que se demorase tanto?
“Es que nos ha pasado de todo…Lo que es el concepto o la idea de hacer el disco la teníamos pensada desde hace muchísimos años, pero siempre nos ha surgido algún tipo de obstáculo, como fue en su día la enfermedad del guitarrista Juan Carlos Lera. Aquello nos frenó un poco e intentamos amoldar el funcionamiento de la banda a su salud, no queríamos pillar a otra persona ni nada de eso…Cuando falleció Lera estuvimos una temporada sin vernos ni ensayar, porque nos daba un poco de miedo ensayar sin él. Luego ya retomamos un poco la actividad, fichamos por El Dromedario, entró Iñaki Setién a la guitarra y fuimos recuperando el trabajo que teníamos pendiente”.
Hubo un homenaje a Lera en el 2015. ¿Aceleró o ralentizó eso el ritmo para editar el disco?
“Como te he dicho antes, lo del álbum ya lo habíamos pensado previamente. Lo del homenaje fue una manera de despedirnos de nuestros amigos, porque luego estuvimos como un año o así sin tocar. Nos veíamos, pero no teníamos muchas ganas de ensayar. Lo que nos pinchó fue la llamada del Peli, el guitarrista de Kruela, que nos propuso tocar en un concierto solidario en Sestao para recaudar fondos para los damnificados por los incendios que hubo allí. Había otros grupos y nosotros tocamos cuatro o cinco temas en formato trío. Después de eso nos llamaron también del festival Gasteiz Calling y quizás ese fue el empujón que nos hacía falta para retomar las cosas”.
¿Participó entonces Lera en la composición de ‘El grito del hambre’?
“No, había algunas ideas, pero no estaban compuestas como tal. Hay una canción, la de “En este agujero”, que esa sí que me acuerdo que Lera vino a mi casa a tomar un café y me la enseñó, pero claro, por aquel entonces no había ni letra ni nada…En ese caso la hemos arreglado y estructurado un poco, pero la base y los punteos es lo que había dejado él, queríamos ser fieles a la idea original. Luego con las demás igual teníamos alguna letra por ahí, pero la mayoría lo terminamos después”.
“En este agujero” aborda además el asunto de la salud mental, algo tabú hasta hace casi dos días…
“Nosotros en las letras siempre hemos dejado que sean algo abierto y es verdad que ese tema es sobre la salud mental, pero también sobre los problemas y la ansiedad en general. Creo que es algo que sí que se debería normalizar más, porque son cosas que siempre nos acompañan y cualquiera de las personas que conocemos podría sufrir un trastorno de ese tipo. No hay que repudiar nada, lo que debería haber es más estudios, tanto sobre enfermedades mentales como enfermedades raras. Ahí manda el capitalismo, por lo que hace falta concienciar a la gente de que es necesario investigar más, aunque sean cosas que afecten a unos pocos. Habría que normalizar más ese tipo de situaciones y no dejar a los afectados en un gueto simplemente porque tienen una enfermedad que ellos no han pedido”.
Y en “Demonios en el jardín” podemos constatar la evolución del grupo desde los inicios. ¿Pensaste alguna vez que escribirías un tema de más de seis minutos?
“Jo no, ¿sabes lo que pasa? Que tampoco me imaginaba que íbamos a dar conciertos o a grabar discos. Nosotros pensábamos: “Igual algún día damos un concierto…” Y llegó el día y lo hicimos, y con los discos, igual. Nunca hemos tenido unos objetivos marcados desde el principio, teníamos pensado que éramos amigos, que queríamos juntarnos, hacer ruido, y nada más, luego las cosas salen como van saliendo…”.
“Arráncame el bozal” conserva quizás más bilis, ¿no?
“Sí, es más cruda, aunque es otro tipo de grito de los que hablábamos antes. Todas las personas, o mejor dicho, todos los hombres, deberían tener presente el asunto de la violencia hacia las mujeres. Hay una frase en la canción que dice: “Si tú eres manada, nosotras legiones” y de pequeños siempre decíamos aquello de “Dos contra uno, mierda para cada uno”, pero ahora resulta que son muchos más de dos contra una persona que va a estar más indefensa que el grupo”.
¿“Somos un tren vivo” hace referencia a la historia de la banda?
“No, en realidad trata de despertar. Hay mucha gente que no es que esté sola, sino que está metida en una rutina, es mucho mejor decir: “Mira lo que he hecho” que pensar: “¿Qué habría pasado si hubiera hecho algo?”. Es un poco el rollo de despierta, muévete un poquitín en vez de estar ahí apalancado, que las hojas muertas solo saben crujir, como dicen El Cuarto Verde”.
Las letras de Parabellum siguen siendo uno de los puntos fuertes del grupo. ¿Eres un gran lector?
“No sé, antes leía más, tenía más tiempo, ahora igual leo un poco menos. Yo me pongo a escribir y escribo, a veces no tengo un tema concreto y otras sí quiero hablar de algo. Me suele salir y luego le voy dando forma, en ocasiones pienso en ello como si fuera una película, que todo tenga un poco de lógica o sentido”.
Quizás antes te daba más por la política, ¿no?
“No sé qué decirte, porque en realidad, si escuchas las letras, casi todo son canciones de amor. Es algo muy presente en las letras de Parabellum, no un amor al uso de los triunfadores o de la gente que vive bien, que parece que son los únicos que se pueden enamorar, sino también desde una perspectiva muy oscura. Hay letras de amor de ahogo, por ejemplo. Dos personas que están en la calle sin nada, dos “tirados” que diría la gente, si se quieren, ese amor, aunque estén todo el día peleándose entre ellos y buscándose la vida como sea, es tan fuerte como el de aquellos que lo tienen todo. Política podría ser igual el primer disco, por la situación en la que estábamos, de la mili y otras historias, también había historias de amor, pero muy oscuras. Lo nuestro más que política es amor, pero desde un punto de vista muy oscuro”.
Si uno escucha “Marionetas”, parece que incluso te ha decepcionado la política hasta cierto punto…
“Esa letra la hizo Pedro y el rollo es que en realidad somos marionetas controladas por otros, pero lo más triste es que lo sabemos y nos dejamos manipular. Yo no hablaría de política, aunque lo que tratamos ahí sí estaría más cercano al agarre de los poderes de arriba”.
¿Cómo fue trabajar con Iñaki Antón “Uoho” a la producción?
“Pues una puta maravilla, aparte de que ya nos conocíamos de hace muchos años. Iñaki Setién ya había coincidido con él en Extremoduro y nosotros también con Platero. Además de ser una pasada de persona, es un músico de tres pares de narices. Fuimos a grabar una canción a ver cómo marchaba la cosa, y en cuanto terminamos, dijimos: “¡Adelante!”. Es un tío que se ha involucrado mucho en el disco, ya nos conocía de antes, sabía de qué palo íbamos y teníamos muchas cosas en común. Queríamos algo muy orgánico, nada de sampleos. Le dimos carta blanca y ha aportado varias cosas superchulas, ha metido también alguna guitarrita por ahí, coros y cuerdas. Es un fenómeno, yo soy su fan” (risas).
Estamos entonces en una nueva etapa de Parabellum, ¿verdad?
“Todos somos iguales y pensamos lo mismo, aunque tenemos a Iñaki, que entró hace cuatro o cinco años y tiene otra manera de ver las cosas en el concepto de la música. Pedro de la Osa, por otra parte, hasta ‘El grito del hambre’, solo había grabado una canción con nosotros, pero lleva en el grupo casi veinte años. Sería algo nuevo, sí, pero sin olvidar el concepto que tenemos de grupo o nuestra manera de pensar y hacer las cosas”.
¿Qué hay acerca de las fechas de directo?
“Teníamos cerradas algunas para antes de verano, pero nos parecía un sinsentido tocar sin que hubiera salido el disco. A mitad de agosto empezaremos ya, creo que en un festival de Cuenca, y haremos luego Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Granada, hay bastantes más por ahí…”.
En la época de ‘Bronka en el bar’ llegasteis a girar hasta un par de veces por Suiza. ¿Sería eso factible hoy en día?
“Bueno, todo es posible. Justo antes de la pandemia hicimos unos conciertos en Colombia y nos propusieron también México o Argentina, entre otros países. Y lo de Suiza, pues no sé, estamos abiertos a todo, tenemos algunos colegas allí, así que podría ser posible, no como antes a tumba abierta, aunque yo lo volvería a hacer otra vez” (risas).
¿Cómo enfocaréis los conciertos de la gira?
“Pues estamos ensayando un poco de todo, sabemos que es complicado hacer un orden porque hay un montón de canciones y luego también en salas tienes posibilidad de hacer un repertorio entero de hora y media, mientras que en un festival hay más limitación de horarios, siempre habrá temas que haya que dejar de lado y eso a veces no es del gusto de toda la peña. Lo que tenemos claro es que este disco lo vamos a tocar, aunque luego habrá un repertorio tipo en el que iremos sacando o metiendo temas viejos o nuevos, no queremos pasarnos la gira entera tocando lo mismo”.
En ese sentido, echo de menos “Anoche dije adiós”…
“Hace un montón que no la tocamos. Es verdad, tío. La hemos tocado varias veces y es una canción muy chula, sí. Hay también otra que nunca la hemos tocado en los conciertos, “Algo sucederá hoy”, solo en un acústico en Barakaldo, pero no en un directo habitual. Hay muchas canciones de ese estilo que queremos recuperar, así que el tema que has comentado es una posibilidad de la que ya habíamos hablado”.
Escucha 'El grito del hambre' en Spotify:
Los veteranos Parabellum son unos de los protagonistas se encuentran en las páginas del número 443 de La Heavy, el especial de este verano, en el que Arch Enemy se ha hecho con la portada junto con Iron Maiden, Judas Priest o Five Finger Death Punch, a los que hay que sumar un montón de contenidos exclusivos más. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.
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1 comentario
Extensa entrevista hacia el nuevo álbum de una de nuestras bandas más históricas de nuestro Punk Rock como son PARABELLUM. Me ha encantao estos dos temas y sus dos currados videoclips. Pedazo de producción por parte de Iñaki Uoho.