Entrevista a Nick Mason: “Disfruto salir de gira con mi banda, pero tocar con Pink Floyd fue maravilloso también”

14 septiembre, 2020 8:19 pm Publicado por  6 Comentarios

Foto: Paddy Balls & Martin Griffin.

Estamos en las oficinas de Sony Music en el barrio de Kensington en Londres, donde nos espera una leyenda de la música del siglo XX, el batería que marcó el ritmo de Pink Floyd desde el primer acorde hasta el último en la historia de la banda. Un músico siempre alejado de los escándalos, con un perfil relativamente bajo a pesar de ser parte integral, el único que estuvo en todos los discos, de una de las bandas más grandes de la historia. Alguien que es para Pink Floyd, lo que quizás fuera Ringo Starr para The Beatles: un fino batería con la actitud idónea para ser la amalgama que uniera personalidades muy fuertes y las mantuviera juntas por más tiempo, posiblemente, del que hubieran soportado estarlo. Hoy Nick Mason (que el año pasado nos visitó junto a la exposición 'The Pink Floyd Exhibition' en Madrid) presenta por todo el globo las canciones de la etapa formativa que derivaría en ‘Dark Side Of The Moon’ - sin incluir composiciones ni de éste ni de los subsiguientes álbumes -, y lo hace con su nuevo grupo, Saucerful Of Secrets, y el disco ‘Nick Mason’s Saucerful Of Secrets Live At The Roundhouse’. De todo ello habla con Marcelo Lamela (www.rockishere.com), acompañado del fotógrafo Pablo Lamela.

Durante los últimos meses se te otorgó la CBE (Condecoración de la Orden del Imperio Británico), te nombraron Prog God (Dios del Progresivo elegido en 2019 durante los Progressive Music Awards)... y ahora llega el álbum ‘Live At The Roundhouse’ con tu banda Saucerful of Secrets. ¿Qué sigue?

Creo que más de lo mismo sería la expresión correcta. Lanzar el disco que grabamos el año pasado ha servido para volver a hacer una gira porque hasta cierto punto, el propósito principal de esta banda es ser una banda de conciertos, tocar música en vivo, eso es lo que sigue y esa es la razón de ser de Saucerful Of Secrets”.

Tomando esta respuesta se me ocurre una pregunta.  ¿Cuántas cosas han cambiado  en ti desde tus días de amateur? Quiero decir, cambiar, cambiaron muchas cosas, pero me refiero en espíritu, a eso que te impulsó a comenzar…

En espíritu es muy similar. Soy muy consciente de lo que se siente al estar sobre el escenario a día de hoy comparando con lo que sentía 50 años atrás, ya que estar en salas más pequeñas te permite tener mejor contacto visual con el resto de la banda, y ello te posibilita percibir mejor la música que cuando se toca en lugares grandes. Amo tocar en grandes estadios y pabellones con un escenario fantástico y todo lo que trae aparejado eso para el espectáculo, pero en una sala pequeña la relación con el público es más íntima, se crea una complicidad muy especial”.

Foto: Paddy Balls & Martin Griffin.

Ahora ya no es como sucedió en Venecia en 1989, cuando tocásteis sobre las aguas de los canales de la ciudad, con el público a distancia y el escenario flotante rodeado de botes…

“No, claro que no. Aquello fue una idea muy original, y guardo un recuerdo muy agradable de aquella experiencia, aunque también me acuerdo que fue dificilísima de poner en pie. A ese nivel, nunca ha sido fácil organizar una producción de Pink Floyd, pero aquello fue ya batir nuestro propio récord”.

¿Te parece bien que etiqueten tu música o la de Pink Floyd como rock progresivo?

“Bueno, creo que la gente puede poner a cada estilo las etiquetas que más les gusten, pero la etiqueta de rock progresivo no me acaba de gustar, porque de forma muy despectiva se la ha asociado a una etapa del rock en los 70, en la que se pensaba que nuestra música era algo pomposo y elitista… Quizá esas grandiosas puestas en escena eran un poco exageradas y probablemente hubo un exceso de virtuosismo que en realidad no era tan necesario. De alguna manera cuando escucho alguno de esos discos, creo que hay elementos de lo que se consideraba “Prog Rock” que quiero pensar que se han movido, que han avanzado hacia zonas algo más libres”.

Encuentro varias canciones de tu setlist que en comparación con las originales de Floyd ganaron potencia sin perder frescura. “Lucifer Sam” es una canción en particular que realmente me sorprendió por su energía...

¡Así lo espero! (risas) Creo que en todas ellas, el objetivo no es recrear exactamente como eran en su origen, pero sí quizás recuperar su espíritu original, como decías antes. Eso es una de las cosas que más me agradan de poder recrear las canciones más primigenias de Pink Floyd, que la audiencia no esté tan interesada en una copia exacta de lo que hay en los discos. Creo que uno de los problemas cuando te metes en los siguientes trabajos, en canciones como “Comfortably Numb” o cualquiera de álbumes como ‘The Wall’ o ‘Dark Side Of The Moon’, es que la gente está esperando un preciso solo de guitarra, por ejemplo, y desde ese punto de vista eso es exactamente lo que me gustaría: que la gente recuerde el espíritu del original, pero sin que tenga que ser necesariamente tocada igual que como se escucha en los discos”.

Entonces, entiendo que no vas a recrear material desde ‘Dark Side…’ en adelante. ¿No es así?

No. No quiero transformar a Saucerful of Secrets en una banda tributo donde tenga que pensar; “Oh, ¿Gary puede tocar la parte de guitarra exactamente como la tocaba David?””.


“Amo tocar en grandes estadios y pabellones con un escenario fantástico y todo lo que trae aparejado eso para el espectáculo, pero en una sala pequeña la relación con el público es más íntima, se crea una complicidad muy especial”


No fuiste el miembro de Pink Floyd más cercano a Syd Barrett, con lo cual la gente quedó sorprendida de que te hayas comprometido de esta manera con un período que claramente se relaciona con él. Conociste a Syd en Stanhope Gardens, la casa que compartíais en vuestros inicios, ¿cierto?

“Sí, es correcto. Y es cierto también que no era el más cercano. Yo no era de Cambridge como Syd, Roger Waters o David Gilmour, quizá por ello nuestra relación era algo más fría. Pero más allá de los tiempos de Syd también estamos tocando “More” y “Obscured By Clouds”, así como temas de un disco como ‘Meedle’”.

En tu libro ‘Inside Out’ dices que cuando conociste a Syd Barrett te pareció un chico encantador. ¿En qué momento te diste cuenta de que había algo que no estaba del todo bien en su cerebro, en sus emociones, en su carácter?

“No hubo un momento concreto, fue algo gradual, cosas que ibas notando día a día. Sí te podría decir que en mayo de 1967, cuando editamos el single “See Emily Play” íbamos a volver a la BBC para nuestra segunda presentación en el programa de televisión ‘Top Of The Pops’ y Syd no estaba nada contento de estar haciendo eso. Ahí quizá no solamente yo, creo que todo el grupo nos dimos cuenta que no se sentía feliz con lo que estábamos haciendo. Quizá ello influyó en sus problemas con las drogas. A partir de ahí pensé seriamente en que podría marcharse del grupo, como sucedió poco después”.

¿Sientes nostalgia de los locales de la era psicodélica de aquellos años, de clubes como el UFO, donde tocasteis a menudo en vuestros comienzos?

Mmmm… No en particular del UFO porque fue muy, muy al comienzo y tampoco tocamos allí tantas veces. Tengo que decirte que nunca fue un gran lugar para hacer música en directo y la verdad es que solo había actuaciones una vez a la semana. El resto de la semana era un Club de folk irlandés, una sala de baile. Estoy en realidad más preocupado por las pequeñas salas que a lo mejor son parte de pubs y que están cerrando todo el tiempo, porque algunas zonas se han aburguesado y la gente no quiere que en sus vecindarios suene música en vivo o que el público salga de ellos a las once de la noche, o lo que sea, no lo sé. Si esos lugares desaparecen se hará cada vez más difícil conocer qué es lo que están haciendo musicalmente las nuevas bandas más jóvenes”.

¡De hecho el Nick Mason’s Saucerful Of Secrets comenzó en Camden, en Dingwalls!

Es un buen ejemplo, pero también Camden está amenazado por los proyectos de desarrollo de inmuebles, apartamentos turísticos, franquicias de negocios… espero que pueda mantenerse la escena musical”.

Marcelo Lamela con Mason en Londres.

Tanto tú como tu banda actual parecéis un grupo de teenagers divirtiéndose en el escenario. Pero durante años dentro del monstruo Floyd hubo muchas peleas. ¿Pensaste en algún momento que la letra de “One Of These Days” podría hacerse realidad? (ndr: la única letra que tiene el track dice: “Uno de estos días voy a cortarte en pedacitos”).

(Risas) “¿Sabes? me parece que el problema es que se hizo mucho hincapié entre las peleas, los desencuentros, los enfrentamientos principalmente entre Roger y Dave, y no te voy a negar que sucedieran, pero fue sólo en ciertos momentos. Tuvimos muchos periodos  en los que nos llevábamos muy bien, en los que estábamos muy unidos, pero eso no se recuerda. Realmente disfruto salir de gira con esta banda, pero la verdad es que tocar con Pink Floyd fue buenísimo también. Nunca aceptaré que alguien diga que aquello fue miserable y esto es muy cool. Es divertido, estimulante, creativo de una manera diferente pero aquello fue divertido también. Hicimos mucho material muy bueno juntos”.

Tengo tickets para el Royal Albert Hall de Londres en mayo. Durante las últimas giras de David, Roger y tuyas, hubo miembros de Pink Floyd uniéndose a otros miembros de Pink Floyd. ¿Podemos esperar alguna sorpresa para ese concierto?

“¡Si la hubiera, aun así no podría decírtela o dejaría de ser sorpresa! (Risas) Pero no, no tenemos prevista ninguna sorpresa de momento. Si hay una persona que me hubiera gustado tener para tocar con nosotros en el Albert Hall sería Robert Wyatt”. (ndr: Miembro de Soft Machine, otro grupo importante del movimiento psicodélico de finales de los 60).

Tengo tantas preguntas… pero ahora se me viene a la mente Neil Peart, el recientemente fallecido batería de Rush. ¿Le conociste personalmente?

No, no llegué a conocerle en persona. Lo lamento. No fue alguien con quien llegara a encontrarme. Leí un par de sus libros, me encantaba esa forma profunda de pensar, su forma de contar historias, además de ser un magnifico batería. Y teníamos en común esa afición a las cajas de batería ploteadas con los logos de Dark Side, Queen o Rush” (risas).

¿Tu batería favorito?

“Quizás Ginger Baker sea probablemente la mayor influencia que tuve en mis comienzos, pero hay montones de otros buenos baterías en los que me fijé y de los que he aprendido muchas cosas. Terry Bozzio, Simon Philips, Mitch Mitchell de la Jimi Hendrix Experience fue una gran influencia también para mí. Virtualmente, cada batería que veas tiene algo sobre lo que puedes decir: “¡Oh, mira, eso que hace está bien!”.

Volviendo al presente, en tu próxima gira vas a presentarte en España. ¿Con qué se van a encontrar los fans hispanos en tu concierto?

“Ojalá que los españoles se encuentren con elementos para redescubrir y disfrutar de otra manera a unos muy tempranos Pink Floyd. No es solo cuáles y cómo toquemos esas canciones, sino el espíritu de las mismas, ya que la música de Floyd parece que con el paso de los años se volvió más y más seria, más elaborada, más compleja. Lo que espero es que esas mismas canciones mantengan la frescura, además de que se comprenda que existe un elemento histórico inherente a ellas”.

 

¿Cuál consideras que es tu mejor periodo como músico desde el momento en que decidiste dedicarte al rock?

“No tengo un período predilecto. Si pensamos en 1967, en los tiempos de ‘The Piper…’ fue una época muy excitante porque la fantasía se hace realidad, y de repente tienes un contrato discográfico, tienes un disco, sales en los periódicos, en televisión, es inolvidable. Pero luego todo va evolucionando y llega ‘Dark Side…’, llegas a Norteamérica y pasas de tocar en clubes a tocar en teatros y de pronto, tocar en arenas, estadios. Eso por supuesto  también es excitante, y luego llega un momento más estable donde comenzamos a hacer ‘The Wall’ y todo el tour se hace en un jet privado, lo cual ya parece lo máximo. Por eso no elijo ninguno de esos períodos porque todos tienen diferentes cualidades que los hacen únicos. Luego está el período post Roger Waters, en el que volver a tocar en vivo fue fantástico, porque parecía que todo había terminado. Por el contrario, hicimos shows más grandes que los que habíamos hecho hasta ahora. Eso fue grandioso y ahora está lo actual con mi banda y lo estoy disfrutando realmente porque tiene los elementos que amo de los primeros días. Lo mejor de esta banda es el espíritu, todos están contentos y ansiosos por hacer más y más conciertos. Es genial”.

Nick, para terminar te quiero preguntar sobre mi disco favorito - y el de muchos - que es Dark Side Of The Moon. Confieso que después de haberlo escuchado miles de veces antes, cuando lo escuché por primera vez en una mezcla surround, en un entorno ideal en mi casa, me emocionó increíblemente. Cuando estabais haciendo ese disco, ¿Os dábais cuenta de la obra descomunal que estabais poniendo en pie y que sigue casi 40 años más tarde entrando en los rankings o tomasteis conciencia de la magnitud de esa obra una vez editada?

“No, no nos dimos cuenta de ello mientras lo estábamos elaborando. Sabíamos que estábamos haciendo lo mejor de nuestra carrera hasta entonces, pero no teníamos idea que fuera a tener la magnitud que todavía hoy tiene. Fue como la tormenta perfecta, o sea, no es solamente porque sea un gran disco, sino que además está el hecho que vino en un packaging fantástico con esa imagen, más la calidad de la grabación. Alan Parsons hizo un trabajo fabuloso, hasta tal punto que es un disco que se usa para testear equipos estéreo. Las letras son algo especial para mí. Las letras que escribió Roger son geniales, fueron escritas por un chico de 23 años pero son relevantes y tienen sentido para cualquier persona con independencia de la edad que tenga”.

Muchas gracias, Nick. Nos vemos entonces en mayo en el Albert Hall y te vemos en España.

Gracias a vosotros por venir y por la hermosa revista (ndr:se refiere a La Heavy) y el libro que me regalaron” (ndr: la Guía de Lugares Históricos del Rock de Londres, por este autor).

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Esta entrada fue escrita por Redacción

6 comentarios

  • Gmoore dice:

    Es magnífico que se dedique a los primeros discos de Pink Floyd, casi olvidados en los conciertos tanto de Waters como de Gilmour.

    • IsaFloyd dice:

      De los 5 miembros de Floyd, siempre (al parecer) fue el más centrado y conciliador. Alegra ver qué puede seguir haciendo lo que le gusta, y más si eso es Pink Floyd, qué tanto nos gusta a muchos mortales (y no mortales (?)).

  • Juandie dice:

    Pedazos de temas en ambos videos para ese nuevo álbum en directo de tan mitico batería junto con sus buenos músicos.

  • Guille dice:

    Muy buena nota, pero podrían poner baterista en lugar de batería? Así como ponen guitarrista en lugar de "el guitarra" o saxofonista en lugar de "el saxofón". Para separar y que se entienda, de cuando se nombra al instrumento con respecto a quien lo ejecuta.

    • ANTIJUANDIE dice:

      En español-castellano se le puede llamar batería tanto al instrumento como al que lo toca si no saber poner en contexto la palabra, pues aprende
      a leer , listillo de los cojones.

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