Cuando Theatre of Tragedy dieron aquella vuelta sorprendente hacia el rock electrónico a inicios del nuevo milenio, supongo que gente externa, gente del negocio, algo tuvo que ver con aquello, igual que con tus discos en solitario, ¿verdad?

“No quiero sonar desagradecida. Durante muchos años pude vivir de la música, pero en el momento que Theatre of Tragedy empezó a generar dinero, hubo gente externa, como dices, que empezó a intentar a influenciarnos. Lo mismo paso con mi carrera en solitario, pero en menor medida, ya que de verdad me apetecía hacer cosas diferentes y, afortunadamente, la gente se mostró muy receptiva.

Sin embargo, es la primera vez en muchos años, donde pude disfrutar de libertad absoluta, sin managers ni discográficas de por medio, a la hora de hacer lo que me apetecía y esto me ha devuelto la ilusión que había perdido totalmente. De verdad, había llegado a un punto que había pensado dejar lo de la música para siempre. Pensé que jamás volvería a cantar, pero cuando lo llevas dentro desde tu nacimiento, es imposible escapar, aunque también tendría que dar crédito a Michael, mi esposo actual, quien me dijo que si no volvería a cantar me daría una patada en el culo (risas)”.

Liv Kristine en La Heavy 450

¿Forma tu esposo parte del negocio musical?

“Qué va: se dedica a pintar casas y restaurar casas viejas. Lo que pasa es que en el pasado solía tener como un trabajo complementario y, para cosas puntuales, una agencia de contratación. Como a mí la parte financiera del negocio musical se me ha dado mal desde siempre (risas), dejo esta parte a él, así que él es como mi manager ahora.

Lo gracioso es cuando le conocí a través de un amigo común (ndr: Pauli Souka de Coldbound, proyecto en el cual Liv participó cantando en el single del 2021, “Slumber of Decay”) en 2019, su cara enseguida me sonó de haberla visto en uno de los primeros conciertos de Theatre of Tragedy a mediados de los 90, y efectivamente, así había sido.

Como él es danés y yo hablo danés porque mi madre es danesa, en casa hablamos una mezcla entre noruego y danés… y alemán, ya que mi hijo es medio alemán (ndr: su padre es Alex Krull, de Atrocity y Leave’sEyes), pero vivimos en Suiza, dicho sea de paso”.

Entonces, supongo que la marcha de Tommy Olsson de Theatre of Tragedy tuvo que ver con aquel giro estilístico, ¿verdad?

“Sí. Tengo que decir que aquellos discos (‘Musique’, 2000, y ‘Assembly’, 2002) fueron adelantados a su tiempo, ya que no había otra banda por entonces que hiciera rock electrónico con voz femenina, pero ‘Aegis’ es una joya del metal gótico y Tommy fue el que más contribuyó a nivel compositivo".

Si no me equivoco, veo (ndr: la entrevista se hizo por Skype) que llevas unos brazaletes budistas…

“Efectivamente. El budismo me enseñó cómo adentrarme en mí misma para encontrar y romper las barreras mentales que los problemas que estaba afrontando habían levantado dentro de mí.

Créeme cuando te digo que este viaje interior es muy duro, porque te enfrentas a tus propios miedos e inseguridades. El budismo me ayudó a reconstruir la confianza en mí misma y superar las malas experiencias vividas porque, según dicha creencia, uno tiene que explorar su mundo interior para empezar el proceso sanador.

Un error que suelen cometer las personas que sienten que han sido tratadas injustamente o han sido directamente abusadas, es que adoptan un punto de vista externo y no interno. La fuerza de superación proviene de nuestro interior, pero hace falta mucha introspección para que uno pueda regenerarse y resurgir de sus cenizas.

Es un proceso muy difícil, pero cuando uno lo consigue, puede llegar a ser tan fuerte como para incluso llegar a perdonar a aquellos responsables de sus vicisitudes, pero, sobre todo, perdonarse a uno mismo por haber tomado una decisión equivocada o haber elegido su pareja equivocada.

Perdonarse a uno mismo es más difícil aún. Hasta hace poco creíamos que la única manera de aliviarnos de estos pensamientos y sentimientos negativos era solamente a través de la medicación, pero el cerebro es un órgano vivo, es como un musculo, y puede ser flexible, puede cambiar. Solo hace falta la voluntad de trabajarlo para devolverle su plasticidad y cambiar así nuestra manera de pensar.

Estos brazaletes me recuerdan todo este proceso y cómo conseguí a vencer la oscuridad que imperaba dentro de mí. Entre nuestro nacimiento y nuestra muerte hay una cosa que se llama vida. No hemos venido aquí para ser felices o iluminados todo el tiempo. Hay altibajos continuos y nuestras experiencias vitales se basan en esto precisamente.

Si aprendemos a sacar lo mejor de cada circunstancia y usar esta experiencia para afrontar el siguiente e inevitable bajón, entonces ya casi habremos comprendido el propio significado de la vida, aunque no existe un mismo significado para todos.

El significado de mi vida es ensenar y cantar. Desde pequeña sabía que cantar formaría parte integral de mi vida. Sin embargo, tuve que pasar por el mal trago de perder a mi propia banda para descubrir mi otra vocación, que es ensenar. Como ves, una mala experiencia me llevó a algo maravilloso, a una vocación que ni siquiera sabía que existía dentro de mí y que, sin la introspección creada por las contrariedades, puede que nunca hubiera llegado a descubrir”.

Entonces, el título del disco simboliza cómo dentro de la oscuridad podemos llegar a ver un rio de diamantes que no solo brilla en la oscuridad, sino que nos lleva a nuestra iluminación personal.

“Tú lo has dicho. Solía decirme a mí misma que si llegaba a reponerme de aquella mala experiencia (ndr: haber sido despedida de su propia banda, Leave’sEyes, y divorciarse de Alex Krull), si llegaba a sobrevivir mentalmente, entonces tendría que ser una elegida, una Iluminada (risas). En cierto modo, sabía que tarde o temprano me reencontraría a mí misma y retomaría el camino del cual la vida me había desviado. Desde luego, mi hijo, mi familia, mi esposo y la música fueron los diamantes más brillantes que me ayudaron a la hora de conseguirlo”.

En una entrevista tuya, vi que llevabas un colgante con la mano de Fátima y decías que practicar Kundalini Yoga te ayudó mucho a la hora de sanarte, así que veo que eliges elementos de varias religiones y culturas para crear tu propio camino de… ¿iluminación quizás?

“Exacto. Mi mundo spiritual se compone de varios elementos: tengo raíces nórdicas / vikingas, pero también cristianas y creo que todas las religiones y creencias son simplemente las diferentes formas de manifestación del anhelo humano a la hora de comprender su alrededor, su origen y su destino.

Dichas creencias, junto con la música y la meditación, me hicieron darme cuenta que debajo de la superficie creada por nuestros pensamientos y acciones yace algo transcendental, algo mas allá de nuestra comprensión, algo que obviamente va más allá de las religiones. Creo que la introspección, encontrar el camino hacia nuestro alma, es la única manera de conectarnos con este algo transcendental que cada cultura denomina con un nombre diferente”.

¿Has estudiado algo relacionado con tu profesión actual?

“He estudiado Lingüística, con especialidad a la adquisición del lenguaje (inglés y alemán) pero no había estudiado lo que estoy hacienda ahora: enseñanza para niños con necesidades especiales. El destino quiso que emprendiera este trabajo y solo entonces sentí que aquello formaba parte de lo que llamo "la llamada interior".

Solo entonces, fue cuando descubrí que estaba hecha tanto para la música como para esta nueva profesión y es por eso por lo que me considero como bendecida, ya que me puedo dedicar a las dos cosas que más me gustan. De todos modos, tampoco había estudiado música ni había acudido a clases de canto. Soy autodidacta, pero mírame ahora: estoy dando clases magistrales de canto en persona y clases de canto por internet”.

¿Existe la posibilidad de que se reunan Theatre of Tragedy?

“Sabes, cada vez que voy a Stavanger, mi ciudad natal en Noruega, para visitar a mis padres, quedo con los miembros de la banda que son de allí también (ndr: la ciudad también vio nacer allí otras bandas notables del genero como Tristania y Sirenia), y nos tomamos unas cervezas.

La banda había sido víctima de muchas influencias exteriores y mi despido también tuvo que ver con eso, pero ahora los traumas se han sanado, todos somos buenos colegas otra vez y sí, ha habido pensamientos que llevan hasta una posible reunión para algunos directos puntuales, pero el tema es que Raymond (István Rohonyi, voz) nos ha dicho que no quiere volver a salir de gira, así que de momento no hay nada concreto. Lo más importante es que hayamos recuperado a nuestra amistad y ya veremos lo que nos aguarda en el futuro”.

Liv Kristine es una de las protagonistas del número 450 de La Heavy, la que luce portada con Lars Ulrich de Metallica tras la gran entrevista en exclusiva que concedió a Juan Destroyer. Otros contenidos destacados son los que nos presentan a Powerwolf, Lordi, Jethro Tull, Mötley Crüe y Def Leppard y muchos más. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.

Escucha a Liv Kristine en Spotify:

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