30 años de ‘Get A Grip’ de Aerosmith: Músculo hard rock en tiempos de grunge
20 abril, 2023 2:21 pm 2 ComentariosEl ‘Get A Grip’ de Aerosmith no fue un disco normal, sino algo más que marcó una época y a toda una generación, del mismo modo en que la novela ‘Historias del Kronen’ de José Ángel Mañas demostró que las preocupaciones de la juventud podían convertirse en algo verdaderamente transgresor. Para empezar, se convirtió en el álbum más vendido de Steven Tyler y compañía al conseguir más de veinte millones de copias en todo el mundo y a la vez empatar con ‘Pump’ en número de unidades registradas en EE UU. Podríamos decir, sin temor a errar demasiado, que fue a partir de entonces cuando en nuestro país muchos se fijaron en esa banda bostoniana que hasta entonces había sido coto exclusivo de forofos del hard rock. Alfredo Villaescusa, que vivió de primera mano todo aquello, repasa las circunstancias que rodearon tan emblemático lanzamiento al cumplirse treinta años.
Hay actos en apariencia casuales que pueden determinar por completo tu futuro. Es el caso de aquella cinta que compró un colega en un viaje de estudios a París que luego quemaríamos de tanto escuchar y además serviría de pistoletazo de salida para hacerse con el resto de la extensa discografía de Aerosmith. Por aquel entonces uno no se preguntaba qué grupo le apetecía escuchar, sino qué trabajo en concreto de los de Steven Tyler tocaba oír en ese momento.
El cénit de una trilogía
Para valorar en su justa medida ‘Get A Grip’ habría que entenderlo como el punto álgido de una trilogía iniciada con ‘Permanent Vacation’ en 1987, continuada con ‘Pump’ en 1989 y rematada en 1993 con el disco que protagoniza este artículo. No debe pasarse tampoco por alto el hecho de que ‘Permanent Vacation’ fue el primer álbum que el grupo hizo “sobrio”, según lo que revelaba la autobiografía del vocalista Steven Tyler ‘¿Acaso te molesta el ruido que retumba en mi sesera?’.
Limpios y despojados de todo tipo de adicciones por primera vez en décadas, adoptaron un nuevo método de trabajo bajo la batuta del laureado productor Bruce Fairbairn, responsable de otro trabajo tan millonario como el ‘Slippery When Wet’ de Bon Jovi. Del mismo modo, por aquella época también se unieron al equipo compositores externos de la talla de Desmond Child o Jim Vallance, entre muchos otros, un aspecto que en inicio ocasionó alguna fricción con los miembros de Aerosmith.
El siguiente redondo, ‘Pump’, obtuvo todavía más éxito. El grupo ganó su primer Grammy y vídeos como el de “Love In An Elevator” o “Janie’s Got a Gun” se pasaban cada dos por tres por la televisión en aquellos tiempos en los que la cadena MTV incluía música decente en su programación. En este contexto de popularidad desbordante, aparecieron del mismo modo Aerosmith en un capítulo de ‘The Simpson’ con alguna recordada escena como aquella en la que Steven Tyler se desgañitaba gritando “Hola San Luis” hasta que le avisaban de que se encontraban en Springfield.
El caldo de cultivo era el adecuado para que ‘Get A Grip’ se convirtiera en el primer disco de Aerosmith que debutó en el número uno. Fue además el tercer álbum consecutivo en alcanzar en EE UU al menos cinco millones de ventas. Y si los vídeos de ‘Pump’ consiguieron atraer la atención de la todopoderosa cadena MTV, lo mismo sucedió con “Cryin’”, “Crazy” o “Livin’ on the Edge”. De hecho, las dos últimas piezas obtuvieron sendos premios Grammy en 1994 y 1995.
Los invitados
Doce canciones componían originalmente el redondo presentado a la discográfica Geffen, pero uno de los jefazos, John Kalodner, pensó que le faltaba variedad al conjunto, así como alguna pieza con un enfoque más comercial. La banda siguió componiendo, ayudada en esta ocasión de nuevo por Desmond Child, que puso su impronta en “Flesh” o en la emotiva balada “Crazy”.
Otros de los colaboradores que arrimaron el hombro en la composición fueron Jack Blades (Night Ranger) y Tommy Shaw (Styx), ambos trabajando conjuntamente con Tyler y Perry en “Shut Up and Dance”. El productor Mark Hudson echó una mano a la hora de consolidar un éxito tremendo como “Livin’ on the Edge” y el músico de Nashville Taylor Rhodes hizo lo propio en otro megahit como “Cryin’”, al igual que Richie Supa en “Amazing”. Y para poner la guinda, una estrella como Lenny Kravitz ponía su granito de arena en la pegadiza “Line Up”.
Esta utilización de colaboradores externos a la banda provocó que algunos consideraran que el grupo se había vendido, a pesar de que no fueran los únicos en el mundo del rock empleando ese recurso y de que esta tendencia continuara hasta finales de los noventa. Mark Coleman de Rolling Stone lo entendió incluso como un signo de decadencia y así lo expresaba: “Otra prueba de la crisis creativa acecha en la traicionera segunda cara de ‘Get A Grip’. Llama a los médicos de canciones, con el afamado Desmond Child en horas bajas, y tendrás aquello por lo que pagaste: tonterías de tarjeta de felicitación y giros al mínimo común denominador”.
Las musas
Los vídeos musicales de las power ballads “Cryin’”, “Amazing” y “Crazy” posibilitaron que la actriz Alicia Silverstone se convirtiera en protagonista de los sueños húmedos de muchos adolescentes de la época. Imposible olvidarse de aquella escena con la chica saltando de un puente y quedándose colgada en el aire mientras extendía el dedo anular. Y no menos memorable se antojaba la aventura por carretera a lo ‘Thelma & Louise’ que se marcaba junto a Liv Tyler, la propia hija del vocalista Steven Tyler, que por aquel entonces todavía no era una actriz consolidada como hoy en día. Podrá ponerse orejas de elfo en ‘El señor de los anillos’, pero para los que la descubrimos con “Crazy” siempre será la joven descarada que hacía un baile de pole dance que dejaba a todo el mundo patidifuso.
Ambas se convirtieron en la pura reencarnación de la libertad y de un verdadero feminismo que consistía en hacer lo que te diera la real gana sin rendir cuentas a nadie. De hecho, gracias a esos inolvidables vídeos, Alicia Silverstone alcanzó tal notoriedad que se le empezó a conocer como “la chica de Aerosmith”, algo que un principio no hacía mucha gracia a esta californiana, como dejaban claro estas palabras para Grunge: “Recuerdo cuando salía en los vídeos de Aerosmith y la gente me llamaba “la chica de Aerosmith”, y yo tenía como 17 años y me sentía muy ofendida. Porque yo pensaba: “Soy una actriz muy seria. ¿Cómo es posible?”... ¡Ahora me parece muy divertido!”.
Lo cierto es que esta colaboración entre Silverstone y Aerosmith en realidad cambió la vida de ambos. La intérprete declaró a Rolling Stone que la banda triplicó las ventas gracias al vídeo de “Cryin’”, pero a ella tampoco le fue nada mal. Aparte de transformarse en la reencarnación del amor platónico en aquel mundo de realidad virtual que nos proponía “Amazing”, se convirtió en la estrella de la película independiente ‘Fuera de onda’, todo un clásico de los noventa basado muy libremente en la novela de Jane Austen ‘Emma’. La directora Amy Heckerling era también fan de “Cryin’” y al toparse con Alicia supo de inmediato que la quería para su filme. Para la historia debería quedar como otra musa de la Generación X al nivel de Wynona Rider.
Las canciones
Los acostumbrados a Spotify probablemente no entiendan que antes los fans de verdad nos solíamos escuchar los discos de cabo a rabo, con fidelidad religiosa, sin atreverse a saltar ni siquiera un segundo. Pese a que la llegada del CD facilitó bastante esto último, todavía las míticas cintas de casete se utilizaban con profusión, por lo que la mera labor de pasar una canción se transformaba en algo tan tedioso como los trabajos de Hércules, salvo que tuvieras una especial maña introduciendo un bolígrafo o un objeto alargado en alguna de las dos bobinas.
No era complicado engancharse a ‘Get A Grip’ con esa atronadora intro en la que la batería casi podría provocar un terremoto antes de fundirse con un cañonazo del calibre de “Eat the Rich”, con unas guitarrazas que despeinaban tanto como el eructo al final de la canción que desataba la indignación de los biempensantes. ¿Dónde había que firmar para hacerse fan de gente así?
La homónima “Get A Grip” seguía manteniendo el ritmo y además evocaba aquellos ya lejanos tiempos en los que a Steven Tyler y Joe Perry les llamaban “Toxic Twins” no precisamente por su afición a jugar a las cartas. En este tema y en “Amazing” dejaron claro que el tema de las drogas puede resultar divertido en un inicio, pero que al final acaba pasando factura y cobrándose su peaje.
¿Y qué sucede cuando uno deja de lado las sustancias adictivas? Pues de eso va precisamente “Fever”, la única pieza del álbum que compusieron juntos Perry y Tyler sin ayuda externa. Un tema que aparentemente trata sobre pasárselo bien, pero recurriendo al sexo y otros métodos naturales. El colocón que te puede dar la cocaína o el crack jamás permanecerá tanto en la memoria como la colisión de cuerpos al anochecer. Lean la letra del sanote Steven.
“Livin’ on the Edge” fue una de las principales puntas de lanza de ‘Get A Grip’ junto con la ya mencionada trilogía de power ballads. Según lo que relataba la autobiografía del grupo ‘Walk This Way’ de Stephen Davis, la letra de la canción estaba inspirada en las revueltas de Los Ángeles de 1992, producidas por un caso de abuso policial contra Rodney King. Al igual que sucedió con el asesinato de George Floyd, hubo una serie de altercados que provocaron graves destrozos, especialmente en los negocios de la comunidad coreana, que la población local identificaba con el poder opresor.
La sensación que nos dejaba la escucha de “Livin’ on the Edge” es que había algo podrido en el mundo de entonces, pero tampoco se podía hacer mucho para evitarlo. Teníamos además una frase que decía: “Si puedes juzgar a un hombre sabio por el color de su piel, entonces señor, eres mejor hombre que yo”. Dichas palabras pertenecían al tema de The Yardbirds “Mister You’re a Better Man Than I”, que a su vez estaban tomadas del poema “Gunga Din” de Rudyard Kipling.
“Flesh” era otro arrebato de hard rock sin complejos en una época en la que el grunge se estaba haciendo fuerte, mientras que “Walk On Down” era una pieza chuleta con Joe Perry a la voz que evocaba en cierta manera a su maestro, el gran Keith Richards de The Rolling Stones. Del mismo modo que en la discografía de The Beatles, los temas que cantaba George Harrison poseían una atmosfera especial, lo mismo podríamos aplicar a los cortes en los que Perry toma las riendas en el apartado vocal. Esta era una de sus mejores muestras de talento, sin duda. Ese solo monumental que se casca es para subirse a una mesa por lo menos.
“Shut Up and Dance” estaba compuesta por muchos juegos de palabras con las señas de identidad habituales de Steven Tyler, pero se la recordó básicamente por aparecer en la BSO de la película ‘Wayne’s World 2’ con una versión en directo. Y “Cryin’”, aparte de suponer la pista de despegue para el fenómeno Alicia Silverstone, se convirtió en uno de sus grandes éxitos en Europa al alcanzar el número uno en Noruega y el tres en Islandia, Portugal o Suecia, entre otros países.
“Gotta Love It” podría definirse como un corte de transición antes de “Crazy”, otra piedra angular de su trayectoria cuyo vídeo fue uno de los más pedidos en la MTV durante 1994. Supuso además todo un salto en la carrera de Liv Tyler, pues por aquella época contaba solo con 16 años y había sido elegida después de que los responsables del vídeo la vieran en un anuncio de Pantene. Según relató MTV, en el 20º aniversario de la canción en 2014, Liv Tyler bromeó con la posibilidad de hacer un remake: “Alicia y yo paseando, ¿seríamos madres follables o algo así? ¿Vendrían los niños corriendo detrás nuestro?”.
Como ya hemos dicho anteriormente, “Line Up” supondría toda una insólita colaboración entre Lenny Kravitz y Aerosmith en la que incluso se puede escuchar al primero gritar: “Come On, Joe” antes de que Perry se marque otro solo epatante de los suyos. No será esa la única vez en la que Kravitz cruzaría su camino con los de Boston, pues según informó Rock FM, pudo incluso convertirse en cantante de Aerosmith en el 2009, una posibilidad que se dice que contemplaron los miembros de la banda pero que el susodicho rechazó. Habría sido curioso ese cambio, desde luego.
La power ballad “Amazing” permanecerá en la memoria de muchos por su colosal vídeo con un protagonismo notable del ciberespacio, algo en una época en la que internet todavía andaba en pañales y lo de la realidad virtual parecía más un proyecto descabellado que otra cosa. Existen también estampas míticas como la de Joe Perry tocando con un paisaje urbano de fondo, que por cierto sufrió una ligera lesión en la cabeza durante la filmación. Algunos críticos vieron en el videoclip una advertencia contra los potenciales peligros de una red virtual, aunque seguro que a la mayoría no le desagradaría compartir unos segundos en ese mundo.
“Boogie Man” cerraba ‘Get A Grip’ con la dignidad que solo podría otorgar un homenaje a Peter Green, histórico fundador de Fleetwood Mac. Un descanso del guerrero que encajaría para surfear por las playas californianas al atardecer.
La gira
La gira mundial de ‘Get A Grip’ duró dieciocho meses, desde junio de 1993 hasta mediados de diciembre de 1994, y la banda tocó unos 240 shows, toda una marca para la época, aunque luego fue eclipsada por el Nine Lives Tour que se extendería hasta los tres años. Comenzaron en Topeka, Kansas, y terminaron en su propio club, The Mama Kin Music Hall en Boston, Massachusetts.
Uno de los puntos destacados de aquel periplo mundial fue la actuación de Aerosmith en el festival de Woodstock de 1994, donde salieron a escena pasadas la una de la madrugada ante 350.000 personas. Se suponía que deberían haber empezado a medianoche, pero debido a la fuerte lluvia se tuvo que retrasar el comienzo. Da la casualidad de que tanto el vocalista Steven Tyler como el batería Joey Kramer habían asistido a la cita original de Woodstock de 1969.
Entre los teloneros que acompañaron a Aerosmith en aquel periplo mundial, estuvieron Extreme, Soul Asylum, Mr. Big, Robert Plant o Megadeth, entre otros. Con los de Dave Mustaine hubo un problema después de que el líder denostara a Aerosmith durante una entrevista de radio y asegurara que ellos deberían encabezar los shows, puesto que aquello era “el último brindis” del combo, según relataba la autobiografía ‘Walk This Way’. Steven Tyler le respondió de esta manera: “Dave, nos gustaría ayudarte a salir. ¿Por dónde entraste?”. Fueron despedidos de la gira, como era de esperar.
Nuestro país no fue ajeno al tour mundial, con visitas a Barcelona y San Sebastián el 4 y 6 de noviembre de 1993 respectivamente, en un primer momento. En un posterior tramo de la gira, en 1994, recalaron en el mítico Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid y en la Plaza de Toros de Zaragoza, el 9 y 10 de junio en concreto.
Como nota trágica, mencionar que durante su concierto en Costa Rica, el 10 de noviembre de 1994, murió un fan cuando se abrieron las puertas del estadio. La banda no se enteró de este desgraciado hecho, por lo que tocaron el concierto con normalidad. Cuando lo descubrieron, mandaron un mensaje de condolencia a la familia y amigos de la víctima en los medios locales.
En resumen, la gira de ‘Get A Grip’ fue una de las más exitosas en la trayectoria de Aerosmith y les puso en camino para superar su propio récord en el futuro, aparte de consolidar una importante masa de seguidores de otra generación que les descubrieron con su disco de 1993.
Dicen que el grupo contuvo la respiración cuando se produjo el lanzamiento en una época en la que dominaban Nirvana o Pearl Jam y muchos programas de radio cambiaban de formato de la noche a la mañana. Ese no era desde luego el mundo en el que habían crecido a Perry y Tyler a comienzos de los setenta. ¿Qué se podía hacer ante semejante situación? Pues exhibir músculo hard rock en tiempos de grunge.
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2 comentarios
Completo e interesante resumen hacia uno de los mejores álbumes de los históricos AEROSMITH en su trigésimo aniversario. Todo un puto placer haber disfrutao de todos los videoclips de los temas más conocidos de este gran álbum.
Pese a quien pese, fue un disco muy importante en la carrera del grupo. Que nos hace recordar que se podía ir a contracorriente.
Personalmente fue el primer CD que llego a mis manos y el primer disco de la banda que tuve y que todavía conservo.