Crónicas

Toy Dolls + Crim: Payasos del punk

«Como ir al circo. O quizás mejor, porque la única vez que estuve de pequeño en un espectáculo de esas características me pareció un peñazo de proporciones bíblicas. Esto significaba pasárselo bien de verdad.»

Sala Santana 27, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

The Toy Dolls

El cachondeo en la actualidad tiene muy mala fama. Y peor todavía la tendrá en el futuro con dudosas instituciones tan escalofriantes como el Ministerio de la Verdad orwelliano. A pesar de que el humor negro a día de hoy sigue perseguido por la ley, existe una modalidad  “sana” que no ofende a nadie, una suerte de chistes blancos que no meten el dedo en la llaga ni se ceban con todos esos sectores intocables que no admiten coñas ni críticas de ningún tipo. Simples ocurrencias divertidas para pasar el tiempo. Y que, por supuesto, entretienen.

En esta última vertiente encuadraríamos la filosofía punk de los veteranos Toy Dolls, que precisamente en esta gira celebran su 40 aniversario, casi medio siglo, así sin despeinarse. Y si hablamos de ellos es inevitable mencionar a su carismático vocalista y guitarrista, Olga, el motor alrededor del que se ha movido la banda durante cuatro décadas, uno de los grandes personajes del género a la altura de Iggy Pop, Johnny Thunders o Sid Vicious, pero con la diferencia de que este tipo no trasmite malditismo en absoluto, sino buen rollo por doquier, y uno jamás se lo imaginaría tirado en una esquina. Es el equivalente a una de esas cajas sorpresa en las que irrumpe un payaso saltando. Una eterna sonrisa.

Cualquiera que se haya topado en el pasado alguna vez con estos míticos oriundos de Sunderland, aunque su líder ahora viva en Londres, conocerá de sobra su tremendo potencial en directo. En este sentido no podemos olvidar aquel festival En Vivo del 2013 en el que les tocó oficiar en uno de los escenarios principales y se veía que les sobraba espacio por todos lados, una estampa que chocaba sobremanera cuando otros como Mägo de Oz casi se tenían que pegar entre ellos para conseguir entrar en un tablao de dimensiones más reducidas. Así de sobrados iban.

Crim

Dado que tampoco suelen prodigarse demasiado por la península y que son verdaderamente queridos por la afición, estaba claro que la cita en la capital vizcaína andaría a reventar y se quedaría a poco del sold out que sí colgaron en Madrid y Barcelona. Un respetable intergeneracional y variopinto, que apuró su entrada hasta el final, y por eso mismo algunos cometieron el grave error de perderse a los catalanes Crim, un combo realmente apabullante con canciones que parecían himnos como “Hivern Etern” o “La puta copa del rei”, que superaron con mucho la condición de simples teloneros. Sus letras incisivas en la lengua de Tarradellas junto con una actitud desbordante en escena formaron un combinado imbatible que conquistó a los seguidores más madrugadores. Gustaron tanto que hasta les pidieron bises. Enormes, para hacerse fan de inmediato.

Michael "Olga" Algar (The Toy Dolls)

Y otros que dominan como nadie lo que hay que tener para encandilar al personal son Toy Dolls, que ya desde el comienzo con la adrenalínica “Fiery Jack” incitaron a agacharse como si fueran los payasos de la tele. Desde luego que por sus pintas estrafalarias y gestos histriónicos no era descabellado imaginar que se toman los conciertos como si fueran un auténtico circo y que si no salen animales por ahí seguramente sea para no ofender a nadie. Porque su humor nunca fue del proscrito por las autoridades, sino de ese más bien neutro que no pretende hacer sangre. Dejemos la bilis para otros.

Con una ristra de clásicos que podría no conocer fin, confeccionar el repertorio tuvo que asemejarse a un verdadero encaje de bolillos, y además presentaban el álbum ‘Episode XIII’, para añadir más dificultad. Pero al igual que esos funambulistas que realizan ejercicios sobre la cuerda floja a varios metros de altura, este trío se comió el escenario tanto con las piezas inevitables como con novedades del tipo de “Benny The Boxer”, recibida por la afición con los honores de lo añejo.

La primera vez que vimos a Toy Dolls nos sorprendió la descomunal habilidad de Olga a las seis cuerdas, que se casca instrumentales surferos de cortar la respiración y no cae en esos estériles e insufribles onanismos de los virtuosos, un genio al que no le hace falta hacerse el chulito ni creerse más que nadie para destacar. En este aspecto, impresionante fue “El Cumbanchero” de aire spaghetti-western y con humo saliendo a chorros desde los cañones situados a tal efecto. Para mascar tabaco y ponerse poncho.

El entusiasmo entre la parroquia a veces resultaba tan desbordante que nada más sonaba una nota el personal se volvía loco, como sucedió con “Dougy Giro” antes de que se desataran pogos por la sala. Y “I Got Ashtma” propulsó de idéntica manera el subidón mientras Olga y su compi al bajo levantaban la pierna al unísono o se marcaban coreografías sincronizadas que se antojaban un videoclip. Esto sí que era tener tablas.

The Toy Dolls

Hablar de momentos de bajón no cabe en un bolo de estos chalados del punk. El tramo de “She’s A Worky Ticket”, “The Lambrusco Kid” y su celebérrima adaptación de la tonadilla infantil “Nellie The Elephant” se tornó impagable. Y de mientras ellos se recorrían el escenario una y otra vez de punta a punta, madre mía, la de calorías que deben quemar en un concierto. Sin abusar de las presentaciones, Olga bromeó antes de “Toccata in Dm” al asegurar que era una canción de “alguien más viejo que él”, en concreto se trata de una pieza clásica de Bach, si no nos equivocamos, que desmiente por completo el tópico de que los punks no saben tocar. Una maravilla. Cómo se lucían en las instrumentales.

Que “Alec’s Gone” andaba muy incrustada entre la multitud lo certificaron las camisetas relativas a dicho corte que había por ahí y se permitieron el primer parón en su frenético recital con un breve interludio de batería que fue casi visto y no visto. Toda una estampa la que nos sorprendería después con Olga repartiendo gafas freaks sin camiseta y ataviado con una bandeja como si fuera un vendedor de helados de los de antes. Uno de piña, por favor.

“Harry Cross (A Tribute To Edna)” era otro himno para cantar a pulmón y luego hubo más lucimiento a las seis cuerdas en la surfera “Wipe Out” de The Surfaris, con Olga dando vueltas completas a su instrumento como si fuera un reloj y chocando el mástil con su compi bajista, vaya compenetración tan asombrosa que se traían estos dos. Para el primer bis, el líder se quedó con la peña al lucir guitarra de tres mástiles en la furiosa “Dig That Groove Baby” y regresaron por segunda vez acompañados de Quim de Crim para “Glenda And The Test Tube Baby”. Todo un detalle con sus invitados de la noche.

The Toy Dolls

Una sesión que finiquitaron con un “Idle Gossip” a tope de revoluciones antes de que unos gigantes globos negros cayeran sobre la muchedumbre a modo de fin de fiesta. Como ir al circo. O quizás mejor, porque la única vez que estuve de pequeño en un espectáculo de esas características me pareció un peñazo de proporciones bíblicas. Esto significaba pasárselo bien de verdad.

Alguno afirmaba que Olga había oficiado más lento que en otras ocasiones, pero un servidor lo vio en un estado de forma pletórico, tanto a él como a sus compañeros, no se nos olvidarán sus infatigables carreras por las tablas ni tampoco esos movimientos sincronizados al extremo que provocaban entre gracia y estupor. A estos tipos todavía les queda cuerda para rato. ¡Larga vida a los payasos del punk!

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

15 comentarios

  • Juandie dice:

    Ni me molesto en leer dicha crónica de este concierto porque ni los considero los suficientemente punkis como para perder mi tiempo en esta panda de PAYASOS.

  • Anónimo dice:

    Estuve en la sala But,se salieron!!!!
    Konciertazo de un pedazo de Grupo

  • asgardiano dice:

    Porque no son punk los toy dolls? Podías argumentar y no criticar sin sentido. Si llevan 40 años en esto será por algo y la peña que va a verlos que yo sepa si no son puntos que son?. En fin sin comentarios. Yo no les he podido ver en este concierto pero como se comenta si quieres diversión los toy son lo mejor

  • Javi dice:

    Konciertazo en Bilbo....100%....actitud....mucho mas
    Ke bandas mas jovenes....ke se creen dioses...grandes
    Los Toy Dolls

  • Pipper Txus dice:

    Para mi los Toy Dolls son únicos, los escucho desde hace 30 años y es un concepto de música diferente y divertida. Para mi hacen Funny Rock o Funny Punk, los putos amos. Me encantan y me gustaría irme de fiesta con ellos. son unos craks.

  • Oscar dice:

    Yo los vi hace bastantes años en La Fuliola (Lleida) y fue la hostia el concierto teniendo en cuenta que soy fan del metal pero la buena música aunque sea de otro estilo siempre me va bien

  • Anónimo dice:

    Estuve en Bilbao en el concierto y los toy dolls me parecieron muy buenos pero flipé un huevo con CRIM... impresionantes los catalanes . De lujo

  • Ivan dice:

    Para ser punk q hay q ir a algun curso oficial para obrener la titulacion o a donde algun grupo sectareo dirigidos por algun gran guru q tras un rito de iniciacio te hacen formar parte del clan o quizas comprandote dos camisetas y un pendiente te dan el diploma .
    Grandes los Toy Dolls y larga vida al rock and roll

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