Crónicas

The Inspector Cluzo: Rock humilde

«Es digna de alabar la capacidad para hacerte sentir que están tocando únicamente para ti»

21 noviembre 2018

Sala Wurlitzer Ballroom, Madrid

Texto: Álvaro González. Foto: Alejandro García

 

Creo necesario confesar que no distaba demasiado tiempo desde que descubriera a este dúo procedente de Gascuña, Francia. Pero en cuanto escuché su música supe que quería verles en directo. Con toda la intención de disfrutar de este reciente hallazgo musical, me dirigí a la madrileña sala Wurlitzer donde The Inspector Cluzo se disponía a tocar como parte del paso de su presente gira mundial por España.

A decir verdad, la entrada dejó mucho que desear: apenas treinta personas esperaban a que Laurent Lacrouts y Mathieu Jourdain hicieran acto de presencia. Un público insuficiente para una banda que venía de lograr numerosos sold out en citas anteriores. Ante una premisa a priori decepcionante, guitarrista y batería sacaron músculo y nos deleitaron con una velada en petit comité. Arrancando con “A Man Oustanding in His Field” –uno de los cortes más destacables de su último disco ‘We the People of the Soil’-, invitaron a un público todavía reacio a acercarse al escenario. La interacción con el respetable sería una tónica durante los sesenta minutos que sudaron la camiseta (o en este caso, los trajes estilo casual que acostumbran a lucir combinados con greñas y boina respectivamente).

Continuaron con “Cultural Misunderstanding”, “We the People of the Soil”, “Little Girl”o “Fishermen”. Y es que, tratándose de dos granjeros de profesión, es digna de alabar la capacidad para hacerte sentir que están tocando únicamente para ti y resulta especiamente sencillo empatizar con ellos. Mientras uno se encuentra embelesado con sus melodías, te hacen despertar bromeando con el primero que se preste desde la pista, dando clases de baile sobre los altavoces o hablando de su condición de gente de a pie, lejos de las egocéntricas estrellas que acostumbramos a vanagloriar en exceso.

The Inspector Cluzo se despidió de Madrid haciendo un alegato a su condición de dúo y acordándose de la figura del bajista gritando un sonoro “fuck the bassplayer” antes de disponerse a improvisar heavy metal mientras Laurent quitaba piezas de la batería a Mathieu mientras este continuaba tocando. El despliegue de matices, estilos y calidad musical que el grupo mostró hace que resulte aún más hiriente la poca cantidad de entradas vendidas. El rock no está ni mucho menos de capa caída; ayudémosle a continuar existiendo y no nos estanquemos en el pasado.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Interesante duo que según he leído en esta corta crónica por nuestro país lo dio todo y realizo un buen concierto. Ojala vuelvan nuestros vecinos a nuestro país.

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