Crónicas

Steven Wilson: Transición sonora

«Casi tres horas de un viaje musical apasionante y sugerente de un autor que intenta despegarse de etiquetas»

La Riviera, Madrid

Texto: José Luis Martín Fotos: Sami Auvinen

Nueva visita a nuestra ciudad del pope del rock progresivo actual, Steven Wilson. Aunque a él no le gusten nada las etiquetas, ni los encasillamientos dentro de un estilo, lo cierto es que su mayor público proviene de la comunidad progresiva, siendo una auténtica delicia disfrutar de su capacidad creativa y su expresión artística en vivo.

Steven Wilson volvió a transgredir el género, a derribar barreras, y a recorrer su universo de sonoridades y amalgamas musicales, aumentando la complejidad de encuadrarle en un movimiento y estilo determinado, y despertando la admiración de sus seguidores.

Steven Wilson. Foto: Sami Auvinen

Mostró una cara más amable, cercana y comunicativa con el público que en anteriores ocasiones, excediéndose un par de veces con largos discursos por encima de los cinco minutos, en detrimento del ritmo de show, aunque con la complicidad del público que le reía sus ocurrencias y pensamientos en voz alta, sobre sus ideas musicales y sobre la sociedad actual.

La cita a las 20 horas presuponía un concierto de larga duración, como así fue, desarrollándose durante casi tres horas, y contando con un merecido descanso de veinte minutos para volver a la dinámica musical.

El peso mayor de su repertorio iba a ser el de su último trabajo y disco más vendido ‘To the Bone’, con algunos ligeros cambios respecto a su anterior visita, hace poco menos de un año, al Palacio de Los Deportes.

Tras la cinematográfica intro de "Thuth", el músico británico comenzaba con "Nowhere Now", seguida de "Pariah", canción que grabó Wilson haciendo dueto con la cantante israelí Ninet Tayeb y que aquí tuvo la réplica a través de las proyecciones en vídeo, elemento que fue utilizado durante todo el concierto, que realzaba la música y la lírica, añadiendo un atractivo narrativo a la puesta en escena.

Sin llegar a la sonoridad de un gran auditorio, como ocurrió cuando vimos a Wilson en el Hotel Auditorium, valga la redundancia, la atmósfera conseguida fue realmente buena, pudiendo deleitarnos con cada uno de los matices de su música.

Wilson, que salió descalzo, como acostumbra, por su comodidad para moverse y utilizar la pedalera, se acompañó de los músicos habituales en esta gira: el guitarrista Alex Hutching, el bajista Nick Beggs, el teclista Adam Holzman y el baterista Craig Blundell, que desarrollaron un magnífico trabajo, a pesar de tener que repetir la intro de uno de los temas, por un pequeño error de conexión.

Alex Hutching. Foto: Sami Auvinen

Temas complejos e intrincados como "Home Invasion" entrelazado con "Regret #9", precedían un intenso y enérgico "The Creator Has a Mastertape", que fue la primera versión que hicieron de los añorados Porcupine Tree. La intimista "Refuge" dio paso a las nuevas composiciones como "The Same Asylum as Before" y la extensa y psicodélica "Ancestral".

Tras el descanso, turno para el hipnótico "No Twilight Within the Courts of the Sun" de su primer trabajo en solitario, 'Insurgentes', donde la complicidad de la banda fue máxima.

"Permanating" fue el máximo exponente de uno de los nuevos caminos que quiere transitar Wilson. Se trata de una canción puramente pop, y aunque ha sido acusado de oportunista y comercial, refleja sus influencias musicales durante su infancia, a través de la música de bandas como Abba o de los Bee Gees que le encantaban a su madre.

Temas como "Detonation", "Song of Unborn" o la magnífica "Vermillioncore", dieron paso a dos versiones más de Porcupine Tree, como la maravillosa e indispensable "Lazarus" y "Sleep Together, con la que cerraron la segunda parte.

Para los bises no escatimaron ni racanearon nada, ya que nos tenían preparado una serie de canciones con aparentemente poca conexión entre ellas, pero que son parte de los caminos por los que Wilson quiere transitar.

Nick Beggs. Foto: Sami Auvinen

"Blackfield", tema que da nombre a uno de los innumerables proyectos de un inquieto y omnipresente Wilson, precedía a la desconcertante versión de Prince: "Sign 'O' the Times", para continuar con el último guiño a Porcupine Tree con "The Sound of Muzak" y rematar con el majestuoso y excelso "The Raven That Refused to Sing", que puso fin a otra brillante actuación de este multinstrumentista y compositor sublime.

Casi tres horas de un viaje musical apasionante y sugerente de un autor que intenta despegarse de etiquetas y huir del reconocimiento como artista genérico, pero sin dejar de lado su amor por los riffs dentro del metal y su pasión por el rock conceptual.

Primera Parte:
Nowhere Now
Pariah
Home Invasion
Regret #9
The Creator Has a Mastertape
Refuge
The Same Asylum as Before
Ancestral
Segunda Parte:
No Twilight Within the Courts of the Sun
Index
Permanating
Song of I
Lazarus
Detonation
Song of Unborn
Vermillioncore
Sleep Together (Porcupine Tree)
Bises:
Blackfield
Sing "O" the Times
The Sound of Muzak
The Raven That Refused to Sing

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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