Crónicas

Sonata Arctica + Edge of Paradise + Temple Balls: La llegada del invierno

«El pequeño escenario de la sala no daba para mucho más, pero es que Sonata no lo necesita»

5 diciembre 2019

Sala Salamandra, Barcelona

Texto: Cristina Gutiérrez. Fotos: Sami Auvinen.

A pesar de las fuertes lluvias de ese día, decenas de personas se arremolinaron el jueves por la tarde frente a la puerta de la Sala Salamandra. ¿El motivo? Los finlandeses Sonata Arctica habían vuelto a la ciudad condal, acompañados esta vez por sus compatriotas Temple Balls y por los estadounidenses Edge of Paradise. La noche prometía ser una velada memorable llena de hard rock y power metal, y así fue.

Vuelta a los 80 con Temple Balls

Temple Balls

Los encargados de abrir el espectáculo fueron Temple Balls que, como un reloj, aparecieron sobre las tablas a la hora indicada. Es cierto que las bandas teloneras no suelen gozar de mucho tiempo para tocar sus temas, algo que a veces no les deja mostrar todo su potencial. No fue el caso de Temple Balls, que supo aprovechar cada minuto sobre el escenario al máximo. "Infinity", de su nuevo disco, 'Untamed', retumbó por toda la sala y dio inicio a un concierto en el que se dejaron la piel. Personalmente, los finlandeses me sorprendieron, y considero que fue un acierto incluirlos en el tour. Sin parar de animar, siguieron con "Off the Grid", de su primer trabajo, y la enérgica "Kill the Voice".

Arde Teronen, el cantante, se convirtió en un torbellino que se movía de un lado al otro del escenario, interactuando con un público que le respondió con aplausos y risas. Salamandra es un lugar que a veces puede jugártela con el sonido, pero esta vez no fue así y Temple Balls consiguió una ejecución más que buena en todos sus temas. "Hoist the Colours" presagió un final de concierto cada vez más cercano, por lo que los que allí estaban quisieron disfrutar de los últimos minutos que quedaban. La ochentera "Hell and Feeling Fine" puso punto y final a un espectáculo que dejo el listón muy alto.

La magia de Edge of Paradise

Edge of Paradise

Edge of Paradise cogió el relevo con "Universe", canción que da nombre a su nuevo álbum. La banda capitaneada por Margarita Bonet hizo gala de toda su profesionalidad ejecutando tema tras tema. Y es que los de Los Ángeles llevan dando caña desde 2011 y ya cuentan con tres discos (más uno instrumental) a sus espaldas. Con su visita a Barcelona quisieron mostrar al público su nuevo trabajo, con temas como "Face of Fear". La faraónica "Electrify" sorprendió a un público que, a pesar de estar cada vez más ansioso por ver al plato fuerte de la noche, disfrutó del show que les estaban brindando los estadounidenses.

A la reciente y acertada "Alone" le siguió "Dust to Dust", con la que volvieron a sus primeros trabajos. El ritmo acentuado, las complejas melodías que evocaban elementos fantásticos y los ineludibles riffs fueron la mayor característica del show que ofreció Edge of Paradise en Salamandra. Se despidieron con "In a Dream", el primer tema que escribieron y compusieron, dejando ver que habían decidido dejar lo mejor para el final del show. Después de dar este pequeño trocito de sus corazones al público y emocionarles, abandonaron el escenario entre aplausos y vítores.

Unos renovados Sonata Arctica

Sonata Arctica

Y llegó el turno de los esperados Sonata Arctica. Una Salamandra prácticamente llena esperaba con ilusión ver tocar a los fineses. Precedidos por la banda sonora de Regreso al Futuro y bajo los gritos del público, los miembros de la banda fueron saliendo de uno en uno. No quisieron hacer esperar al respetable, así que empezaron rápidamente con una "A Little Less Understanding" que cumplió con las expectativas. Bajo las órdenes de Tony Kakko, que no paraba de animar, el público recibió "Closer to an Animal" con aplausos. La energía que desprendieron desde el primer momento distó mucho de la estática que caracterizó su último concierto en tierras catalanas, en el Rock Fest Barcelona de este pasado verano. Tony demostró estar en una mejor forma, tanto física como vocal, acertando con las notas, conectando con el público y actuando de forma muy teatral, personificando las canciones. Con solo dos temas y el encanto que tanto caracteriza al cantante finés, consiguió meterse a todos en el bolsillo.

La banda apostó por una escenografía austera, prácticamente inexistente, en la que solo había una lona con el nombre de la banda. Cierto es que el pequeño escenario de la sala no daba para mucho más, pero es que Sonata no lo necesita. Después de dar las gracias a todos por venir en castellano, Kakko explicó una anécdota que se repite entorno al nombre de su reciente álbum 'Talviyö', lanzado al mercado este año. Se trata de una palabra en finés que significa "noche de invierno", y que obviamente es complicada de pronunciar para los fans internaciones de la banda, en su mayoría desconocedores del idioma. Con este nuevo trabajo, Sonata Arctica ha dado una vuelta de tuerca más a su sonido. Aunque personalmente prefiero sus trabajos anteriores, los fineses han sabido estar a la altura y evolucionar con el paso de los años, algo natural y necesario en una banda si ésta quiere tener perspectivas de futuro. El resultado no es para nada malo, y así lo demostraron el jueves noche en Salamandra.

Un poco de lo nuevo…

A "Whirlwind" le siguieron "The Day" (con la que el público se emocionó) y la coreada "I Have a Right". El juego de luces en estos dos últimos temas fue destacable, haciendo que todo el escenario quedase sumido en una semi-penumbra, con todos los focos de luz apuntando Kakko, el cual adquirió un aire de magnificencia. No tardaron en tocar "Cold", una canción del nuevo álbum inspirada, dijeron, en las auroras polares. Los teclados de Henrik Klingenberg sonaron especialmente bien durante este tema. "X Marks the Spot" y "Who Failed the Most" revolucionaron al público y cambiaron el aire que se respiraba en la sala. Estaba claro que estaban llegando al final del show, y había que darlo todo. El público se animó aún más y guitarra, bajista y teclista empezaron a moverse un poco por encima de las tablas.

Sonata Arctica

Con "Tallulah" quedó claro que los fineses estaban dejando lo mejor para el final. Kakko cantó con mucho sentimiento, en un momento que se tornó emotivo cuando toda la sala coreó la canción, prácticamente de principio a fin. Al acabar dio las gracias por apoyar a las bandas y a la música en vivo, y arrancó con "Black Sheep". A pesar de sus esfuerzos, el finés resbaló un poco con este tema, algo que ya le pasó durante su actuación en el Rock Fest. La diferencia estuvo en que esta vez sí que supo recomponerse, aunque de cara a futuros setlists podrían apostar por substituir esta canción.

…Y un poco de lo viejo

"Full Moon" fue su carta de despedida (antes del más que laureado y esperado bis) y zenit del show. Los fans y la banda se vinieron arriba y el escenario se convirtió en una auténtica fiesta, llena de luces azules. Nada más acabar, toda la sala quedó a oscuras y se empezaron a oír gritos que pedían "Vodka". Así que Sonata volvió, y con más fuerza. Klingenberg se robó un poco de protagonismo antes de empezar con "Losing My Insanity", una cover muy bien ejecutada de Ari Koivunen. Kakko quiso entonces cantarle a la vida con "Life", haciendo que el público se abrazase, cantase, bailase y se besase, convirtiendo la sala en un espectáculo bonito de ver. Para que luego digan que los finlandeses son fríos. Sonata Arctica se despidió (ahora sí), como no podía ser de otra forma. Después de gritar "we need some vodka", la banda saludó a los asistentes y desapareció del escenario.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Grandes actuaciones por parte de estas tres cojonudas bandas y donde el Power Metal melódico fue el protagonista. Quizás SONATA ARCTICA lleven años sin publicar grandes albumnes como antaño pero este ultimo tiene buen pinta y en directo siguen siendo brutales.

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