Crónicas

Powerwolf + Amaranthe + Kissin' Dynamite: "La llamada del lobo"

«Su power metal épico y festivo con canciones muy coreables ha calado en un público mayoritario»

13 enero 2019

La Riviera, Madrid

Texto: José Luis Martín. Fotos: Alfonso Dávila

Los alemanes Powerwolf han sido capaces de labrarse una carrera, poco a poco, disco a disco (seis en estudio y dos en directo) y concierto a concierto, llegando al momento actual de éxito y con la importante capacidad de convocatoria, de agotar las entradas en un recinto como La Riviera, meta al alcance sólo de bandas más veteranas o con una mayor trayectoria. La participación de sus paisanos Kissin' Dinamite y de los suecos Amaranthe también iban a poner de su parte para el éxito de este cartel.

Abrieron el fuego Kissin' Dynamite con una sala que estaba ocupada a primera hora de la tarde por unas tres cuartas partes. Todo un indicativo de las ganas que había de verles, teniendo en cuenta que en nuestro país a los grupos que abren un concierto nos se les suele prestar mucha atención.

Desde la inicial "I've Got the Fire", pasando por "Somebody's Gotta Do It", la enérgica "Hightlight Zone" o la adictiva "Love Me, Hate Me", la banda se metió en el bolsillo a un público muy joven y entregado, que se sabía las canciones y las coreaba con gran entusiasmo.

Cortes como los melódicos "Waging War" o "You're Not Alone", mantuvieron el ritmo de la actuación, para poner un brillante colofón con "I Will Be King" y la maravillosa "Flying Colour", de su anterior trabajo 'Genaration Goodbye', en la que su vocalista Johannes Braun posaba de cara a la galería subido a las rodillas de sus compañeros a la manera de los Scorpions.

Treinta y cinco minutos que nos supieron a poco, ya que la banda tiene un repertorio considerable, sus canciones enganchan en directo, y su actitud es inmejorable para hacer disfrutar a sus seguidores. Aunque para todos los que nos quedamos con ganas de más, el propio Johannes nos anunció que volverían a visitarnos en octubre, hecho que dejó una sonrisa en buena parte del público que seguro que repetirá para esa fecha.

Turno después para los suecos Amaranthe, que fueron la gran decepción de la noche debido a su irregular actuación, en la que el sonido no fue bueno y con parones que causaron un auténtico bajón en el público, sobre todo en la chapa que nos soltó el vocalista Nils Molin de casi cinco minutos y en la que amenazó con bajarse los pantalones tras enseñarnos el boxer, que significó un tema menos en su repertorio de cincuenta minutos.

Elize se mostró entusiasta como de costumbre, aunque su voz se escuchaba muy baja, teniendo su momento de interacción con el público cuando cantó sola en el escenario mientras pedía que se iluminaran los móviles. Pero la sensación que nos transmitió la banda fue de una actuación funcionarial para cumplir lo justito. Su repertorio fue muy equilibrado discográficamente hablando, aunque el mayor protagonismo fue el de su debut 'Amaranthe', con sus grandes éxitos como "1.000.000 Lightyears", "Hunger", "Amaranthine" o " Call Out My Name", y los de su último trabajo como "365", "GG6" y el que le da título "Helix". "Maximize", "Digital World", "Drop Dead Cynical y "The Nexus", con la que cerraron, completaron una actuación que no pasará a la historia y que pareció no encajar en una tarde noche festiva con una asistencia muy entregada.

Faltaba un minuto para las ocho y media de la tarde cuando los componentes de la banda de Saarbrücken comenzaban a desfilar tras una pequeña intro entre grandes vítores de un público ansioso y expectante por verlos en directo. La actuación de Powerwolf fue un gran ceremonial donde el grupo en el momento más álgido de su trayectoria supo cómo levantar a un público muy receptivo que se sabía las canciones de principio a fin y hacerle partícipe de sus lúgubres historias de misterio y licantropía.

Su último trabajo ‘The Sacrament of Sin’ era el que iba a tener más peso dentro de su setlist con canciones como la incial "Fire & Forgive", la pegadiza "Incense & Iron", la exitosa "Demons Are a Girl's Best Friends", "Killers with the Cross", "Stossgebet" o la balada "Where the Wild Wolves Have Gone".

Su puesta en escena fue realmente espectacular, con un gran set de batería en lo alto a nuestra derecha y otro set a la izquierda para un teclado muy singular como si surgiera de las ramas de unos árboles. Un enorme telón con la portada del álbum, la iluminación apropiada, el fuego real y una banda con sus vestimentas como seña de identidad junto a unas canciones de ritmo muy marcial y hechas para el directo donde los coros del público jugaban un importante papel fueron los ingredientes fundamentales para que la noche fuera redonda. Hay que destacar también el magnífico sonido que registró su actuación, hecho que nos hizo disfrutar más de su actuación.

Canciones como "Armata Strigoi", "Blessed and Possessed", "Resurrection by Erection", "We Drink Your Blood" o "Lupus Dei" son auténticos himnos, una bendición para un público incondicional que cantaba y saltaba desde el inicio de cada tema y que coreaba el nombre de la banda cuando acababa cada canción.

El vocalista Attila Dorn fue el perfecto maestro de ceremonias cantando, dirigiendo y levantando a las masas con su plegaria a ritmo de heavy metal muy bien secundado por su guitarrista Matthew Greywolf y su bajista Charles Greywolf. El teclista Falk Maria Schlegel no paró en ningún momento, dejando su puesto a veces y bajando para estar con sus compañeros además de acercarse al público, mientras que el batería Roel val Helden los contemplaba desde su altura pegándole duro a las baquetas.

Como guinda final, nos dejaron tres bises como "Sanctified With Dynamite", "Coleus Sanctus" y "Werewolwes of Armenia" que pusieron la Riviera patas arriba y dejaron a la audiencia más que satisfecha. Su power metal épico y festivo con canciones muy coreables ha calado en un público mayoritario y veremos hasta donde son capaces de llegar.

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Esta entrada fue escrita por José Luis Martín

2 comentarios

  • Juandie dice:

    No me extraña que con estas tres buenas bandas unidas en un único concierto y de estilos totalmente diferentes dieran ambas un gran recital. Aquí en España desde hace muchos años siempre hemos apreciado a una gran banda como son POWERWOLF.

  • Nuria dice:

    Cierto que no fue el mejor concierto de Amaranthe pero aún así fue un gran concierto. El que \"soltó la chapa\" fue Johan el bajista. En fin... es gratis soltar la mala leche

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