Possessed + Nordjevel: Se avecina tormenta

Con bastante retraso, como había ocurrido el día anterior en Barcelona, por fin se apagaron las luces y salieron al escenario la que, para mí, es una de las bandas top en el mundo del black metal hoy en día. Los noruegos Nordjevel hacían retumbar la sala con el primer cañonazo, que dejaba claras las intenciones de la banda de que todo el mundo se fuera a casa con su nombre bien grabado en la mente.

Fue una actuación bastante corta para mi gusto, pero claro, mi gusto es totalmente parcial, porque la banda de Doedsadmiral y Dominator, que estuvieron impecables, es una de mis joyas auditivas recurrentes. "Devilry", "Amen Whores" y "Nazarene Necrophilia" fueron las apuestas de la banda para defender su nuevo trabajo, ‘Necrogenesis’, ante el público de Madrid, culminando con otros dos temazos de su disco homónimo: "Det Ror Og Ror", y para cerrar un show de 10, "Djevelen I Nord". En definitiva, un conciertazo de black metal como tiene que ser, que dejaba el listón muy alto para los de Jeff Becerra.

A eso de casi las 10 de la noche, subían los chicos de San Francisco (y no me refiero a Metallica por una vez con esa expresión) al escenario de la Caracol dispuestos a darle a la gente que llenaba la sala lo que habían venido a buscar, puro death metal. Possessed salió como una apisonadora enlazando clásicos con temas del nuevo trabajo ‘Revelations of Oblivion’.

La veda de pogos y trallazos se abría con "No More Room in Hell", "Pentagram" y "Tribulation", momento que Jeff Becerra, el mítico cantante de la banda, que fue el más vitoreado de la noche, aprovechaba para saludar y dar la bienvenida al infierno al respetable de la capital. Como tampoco es bueno recrearse, la tralla siguió sin descanso enlazando temazo tras temazo: "Demon", "Evil Warriors", "The Heretic" y "Abandoned" no daban descanso a la gente que, entre el calor de la sala y el movimiento, ya empezaba a dar señales de cansancio.

El descanso no estaba permitido. Llegaba "Shadowcult", para mí el tema por excelencia de su nuevo disco, ejecutado, la verdad, con gran maestría, como todos los demás, pero en especial se vio el buen momento de la banda en esta canción. La cosa se iba acabando, pero aún quedaban cosas muy importantes que contar. "The Eyes of Horror" y "The Graven" daban paso a uno de los momentazos de la noche. Sonaba esa mítica intro del ‘Tubular Bells’ de Mike Oldfield que todo el mundo sabe a qué tema da lugar: "The Exorcist" fue un autentico cañón que dio paso a la traca final del concierto con "Fallen Angel", "Death Metal", "Swing of the Axe" y, finalmente, el gran colofón de "Burning in Hell", un tema que cerraba un show de libro de una banda mítica que demuestra que está en un estado de forma sensacional y que los años no pasan por ella.

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