Crónicas

Nightwish + Beast in Black: Deseo (nocturno) concedido

«Un concierto y un grupo que no podíamos dejar escapar, con una producción y un montaje espectacular »

2 diciembre 2018

BEC, Bilbao

Texto: Manuel Quintana Ortiz (Manolo Rock City). Fotos: Íñigo Malvido

Desde que nos enteramos de que la banda finesa de symphonic metal Nightwish iniciaba gira europea bajo el epígrafe 'Decades Tour', en la cual celebran sus 20 años de trayectoria, y que la misma pasaba por la vecina Bilbao sabíamos que, de una forma u otra, ese 2 de diciembre íbamos a estar presentes en el BEC. Nuestros vecinos vascos tienen la suerte de contar con bandas de este calibre con una regularidad que ni el Maillot Verde del Tour. Y nosotros tenemos la suerte de que lugares como el BEC, Santana 27, Kafé Antzokia, e incluso espacios como Kobeta o el mismísimo San Mamés, queden a una hora de camino de nuestra casa. Que nos duren muchos años.

Beast in Black

Los también finlandeses Beast in Black, banda de power metal, fueron los responsables de caldear el ambiente para el respetable, que ya prácticamente llenaba el Cubo, y tengo que decir que lo hicieron muy bien.  Están defendiendo su, hasta que vea la luz 'From Hell With Love' en febrero de 2019, único trabajo, llamado 'Berseker', que tocaron casi en su totalidad para el público vasco. La banda que formó en 2015 el guitarrista Anton Kabanen, el que fuera miembro de Battle Beast, la completan el cantante griego Yannis Papadopoulus, Kasperi Hekkinen (guitarra), Mate Molnar al bajo y a la batería el vikingo Atte Palokangas. Y hay que decir que tocaron... "que te kangas".

Llegaba Nightwish. Seis minutos antes de la hora anunciada por la promotora Rocknrock, organizadora del evento, surgía un enorme reloj con una cuenta atrás de one minute, tras la cual Troy Donockley hizo su aparición. El instrumentista británico es el encargado de dotar de esos aires celtas tan necesarios para su metal sinfónico a estos nórdicos. Y lo hizo acompañado de whistles, cornamusas y otras flautas a lo largo de la noche.

Floor Jansen

La puesta en escena era brutal. Una gigantesca pantalla, que ya quisiera para sí cualquier cine, durante cada tema presentaba un montaje de vídeo que te hacia entender mejor la historia. Primero con un engranaje, que te recordaba a los 'Tiempos Modernos' de Chaplin, y después, a lo largo de todo el bolo, nos  hicieron recorridos por bosques druídicos, parques de atracciones imaginarios, fiordos escandinavos, mares del norte embravecidos, paisajes vikingos, conjuntos megalíticos y fresnos mitológicos.

Empezaron fuerte, "Dark Chest of Wonders" y "Wish I Had an Angel" fueron las encargadas de abrir la tocata. Muy pronto Floor Jansen, la cantante holandesa, nos demostró sus capacidades liricas. "Come Cover Me" nos llevó hasta "Élan", uno de los platos fuertes de la noche, donde Tuomas Holopainen, teclista, fundador y líder compositivo, hizo alarde de todo su virtuosismo, protegido por  un autentico bunker de teclados y pianos. Mientras el bajista Marco Hietala repartía su carisma por doquier, con su vitola de autentico northman, hasta el punto de que no necesitaría caracterización previa para salir en Vikings.

"The Carpenter" y "The Kingslayer" sirvieron para exhibirse a Emppu Vuorinen con su guitarra color púrpura Prince. Quizás el miembro menos mediático, que no menos solvente, de la banda, pero claro, en un combo que cuenta con el carisma de gente como Holopainen o Hietala, incluso con Tarja en su formación original, lo de ser mediático es cosa complicada. También demostró su solidez Kai Hahto desde su kit de doble bombo, una bestia parda de los parches, un grandísimo batería en una era de grandísimos baterías.

Holopainen y Vuorinen

Con "Nemo", tema imprescindible en el recorrido de los finlandeses, nos dio la sensación que a la voz de Jansen le faltaba un poco de aire. Quizás el hecho de ser su tercer concierto en tres días, de lo costoso de defender este repertorio, o quizás simplemente apreciación mía, pero me dio la sensación de que a su voz le costó un poco liquidar la tocata. Tras esto con "The Greatest Show On Earth" y "Ghost Love Score" dieron por finalizado un concierto  entre llamaradas, pirotecnia y confeti.

En definitiva, un concierto y un grupo que no podíamos dejar escapar, con una producción y un montaje espectacular y unos músicos solventes y carismáticos. ¿Peros?  Un setlist que, francamente, puede ser bastante mejorable, y los problemas que me parecieron advertir en la voz de Jansen en  los tres o cuatro últimos temas. Deseo (Nocturno) concedido.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Un placer haber leído esta crónica por parte de estas dos geniales bandas y de lo que dio de si su concierto en Bilbao con esos temas que por muchos años que pasen siguen sonando igual de frescos y cañeros como el mismo dia que se liaron con su primer álbum de estudio.

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